Coronavirus: el racismo que están enfrentando los asiáticos por la enfermedad surgida en China
Las expresiones de racismo y el estigma se han multiplicado, principalmente en Europa, contra la comunidad de origen asiático. En Francia muchos han usado la etiqueta "No soy un virus" para pedir que no haya discriminación
El brote de coronavirus originado en China ha enfermado a miles de personas, pero también ha generado otro tipo de víctimas: asiáticos que son objeto de discriminación.
En Francia, las personas de origen asiático se han manifestado en las redes sociales para repudiar las expresiones de discriminación en su contra que se han incrementado ante los temores de la propagación del coronavirus.
No pocos han dicho que en el transporte público han sido objetivo de comentarios discriminatorios, por lo que están usando la etiqueta #JeNeSuisPasUnVirus (no soy un virus) para generar una conversación sobre el tema en línea.
En ese país se han confirmado al menos cuatro casos de personas con coronavirus.
Pero también han surgido reportes de racismo contra asiáticos en Reino Unido y otros países.
“Alerta amarilla”
Las manifestaciones de rechazo contra el racismo en Francia se incrementaron luego de que un diario local, Le Courier Picard, publicara titulares como “Alerte jaune” (Alerta amarilla) y “Le péril jaune?” (¿Peligro amarillo?).
El primer encabezado fue acompañado con una imagen de una mujer china con una máscara protectora.
Cette leçon de racisme décomplexé vous est offerte par le @CourrierPicard #coronavirus pic.twitter.com/jhcoNmsmm5
— Madjid Messaoudene 🇵🇸 (@MadjidFalastine) January 26, 2020
El periódico se disculpó poco tiempo después, alegando que no había tenido la intención de utilizar algunos de los “peores estereotipos asiáticos”.
Pero Stéphane Nivet, jefe de Licra (la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo), dijo que ningún periódico se habría atrevido a usar el titular “Alerta negra”, por lo que estaba claro que había un problema.
Lou Chengwang hizo un llamado en Twitter: ¡Soy chino, pero no soy un virus! Sé que todo el mundo le tiene miedo al virus, pero sin prejuicios, por favor”.
Je suis Chinois
— Lou Chengwang (@ChengwangL) January 28, 2020
Mais je ne suis pas un virus!!
Je sais que tout le monde a peur au virus, mais pas de préjugé, svp.#JeNeSuisPasUnVirus pic.twitter.com/38bUTNWj3t
Shana Cheng, una parisina de 17 años de origen vietnamita y camboyano, explicó a la BBC que fue objeto de comentarios humillantes en un autobús.
“Hay una mujer china, nos va a contaminar, tiene que irse a casa”, escuchó decir a un pasajero. Aseguró que gente la miraba “asqueada” y “como si fuera el virus”.
Nadie la defendió, explicó, así que decidió ignorar los comentarios y escuchar su música. Pero tosió “para jugar con sus miedos”, agregó.
Cathy Tran dijo que no estaba sorprendida por las reacciones de la gente. Opinó que el coronavirus es una excusa para que las personas muestren el racismo.
Pero dijo que esta vez el nivel de comentarios era algo que no había experimentado: “Raramente escuchamos a los asiáticos hablar sobre el racismo, porque se sabe que sufrimos en silencio, pero aquí estamos todos en la misma canasta y es demasiado”.
A medida que se popularizó el hashtag, una mujer, Cathy Tran, aseguró haber escuchado a dos hombres en la ciudad de Colmar diciendo: “Cuidado, una niña china viene hacia nosotros”.
“De camino a casa desde el trabajo, un hombre en una moto pasó y me dijo que me pusiera una máscara”, dijo Tran a la BBC.
Francia planeaba enviar un avión a Wuhan, la ciudad china donde se originó el brote, para evacuar a unas 250 personas, incluidos ciudadanos no franceses de la Unión Europea.
Los reportes más recientes indican que el cuarto caso del virus confirmado en Francia es de un turista chino que llegó de vacaciones a París.
El estigma en Canadá
Otro país donde se han elevado los casos de estigma es en Canadá, donde la comunidad de origen chino vivió las duras consecuencias del brote del síndrome respiratorio agudo severo (Sars) en Toronto.
El Sars, que es causado por un coronavirus, mató a 774 de las 8,098 personas infectadas en un brote que comenzó en China en 2002.
Tan solo en Canadá hubo 438 casos sospechosos de Sars, la mayoría en la ciudad de Toronto, y 44 personas murieron durante la primavera y el verano de 2003. Las empresas y negocios chinos se vieron especialmente afectados, con pérdidas de ingresos de entre 40% y 80%.
“El daño fue grave”, dijo a la BBC Justin Kong, director ejecutivo del capítulo de Toronto del Consejo Nacional Chino Canadiense.
“Una pérdida de ingresos, una pérdida de empleos, personas que pierden su sustento, sus hogares. Enfrentando el estigma en la escuela, en el lugar de trabajo”, dijo.
Los concejales de la ciudad y los líderes de la comunidad china en Toronto instaron a los residentes el miércoles a no culpar ni discriminar a los residentes de ascendencia asiática por la propagación del coronavirus.
Actualmente, Canadá tiene dos casos confirmados de coronavirus, y Kong dice que la gente todavía está tratando de entender cuál podría ser el impacto.
Pero dice que hay “miedo dentro de la comunidad sobre la enfermedad y miedo al impacto de la discriminación en nuestra vida cotidiana; el impacto que tendrá en las industrias, los trabajadores y las pequeñas empresas y la comunidad en general”.
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