Yerno de Trump avanza en su reforma migratoria reuniéndose con organizaciones antiinmigrantes
Su polémico plan migratorio ha sido frenado en otras ocasiones
Jared Kushner, yerno y principal asesor del presidente, Donald Trump, ha estado trabajando discretamente para revivir su propuesta de reforma migratoria, según fuentes consultadas por la cadena de radio pública NPR.
Tras la absolución del presidente en el juicio político que se llevó en su contra en el Senado, Kushner se ha reunido con líderes empresariales, grupos antiinmigrantes y otros grupos de interés afines al Partido Republicano con el objetivo de conseguir apoyo para su plan migratorio, según el medio citado.
Con la economía en auge y la llegada de inmigrantes a la baja, tanto indocumentados como con papeles en regla, algunos sectores de la economía sufren la escasez de mano de obra. Un problema que se ha notado más en la industria de la construcción, donde 80% de las empresas han tenido problemas para llenar vacantes, según un sondeo reciente de la Asociación General de Contratistas de América.
Grupos empresariales ya han cabildeado a favor de un sistema que facilite la integración de más trabajadores extranjeros, reporta la radio pública nacional. Pero las organizaciones que buscan restringir la inmigración, aliadas de la Administración, colocan a Kushner en la intrincada posición de encontrar un término medio que satisfaga a ambas partes.
Además, los congresistas demócratas difícilmente aceptarán una propuesta que no incluya a los 11 millones de indocumentados que viven en el país o a los más de 700,000 dreamers o soñadores, migrantes sin documentos que fueron traídos al país de la mano de sus padres cuando eran niños.
Si bien no se han presentado los detalles del nuevo plan de Kushner, un portavoz de la Casa Blanca dijo a NPR que el presidente ha dejado en claro que “debemos tener una política de inmigración sana, racional para mantener a los ciudadanos americanos seguros que incluya terminar el muro, asegurar la frontera y un sistema de inmigración basado en el mérito que proteja los salarios y los trabajos americanos”.
El documento de más de 600 páginas se propone transitar a un modelo de contratación de inmigrantes más amigable para las empresas, uno que no requeriría de manera obligatoria el uso del sistema de verificación E-Verify, según expertos en inmigración consultados por el medio conservador The Washington Times.
Este cambio concordaría con el presupuesto anual que Trump presentó recientemente al Congreso, en el que respaldó la versión actual del sistema E-Verify, en el que su uso es voluntario para ciertas empresas.
E-Verify es un sistema electrónico del Departamento de Seguridad Nacional que permite a los empleadores verificar el estatus migratorio de sus empleados. Su uso es obligatorio en algunos estados y para las empresas que tienen contratos del gobierno federal, pero opcional para el resto.
Intentos de reforma frustados
Trump aclaró la semana pasada que no apoyaría un proyecto de ley demócrata para reformar el sistema de inmigración, que se presentaba como un corrector de “las injusticias raciales y antiinmigrantes”.
“¡No te preocupes, no va a suceder!”, le respondió Trump en Twitter al comentarista ultraconservador de la cadena Fox, Tucker Carlson, quien escribió un artículo de opinión contra la propuesta demócrata.
La medida ha sido bautizada Nuevo camino adelante y está respaldada por 43 congresistas demócratas, entre ellos Alexandria Ocasio-Cortez, Jesús García, Rashida Tlaib, Ilhan Omar y Verónica Escobar.
Este proyecto todavía debe ser aprobado por el pleno de la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata. Pero tiene pocas posibilidades de ser validado en el Senado y luego de ser firmado por Trump.
Después de darse a conocer una versión de la reforma migratoria de Kushner en mayo del año pasado, los demócratas también se apresuraron a condenar el plan.
Aquella propuesta buscaba reforzar la seguridad fronteriza mediante el uso de alta tecnología, consolidar el proceso de detenciones y establecer un sistema de visas con base en el “mérito” de los solicitantes, según fuentes legislativas republicanas.
Los demócratas criticaron en aquel entonces que el plan no incluía propuestas para resolver la situación de los 11 millones de indocumentados, ningún programa de trabajadores temporales, ni la prioridad de la Administración de reformar el proceso de asilo.
En junio de 2018, el Congreso rechazó otro plan de Trump para reformar el sistema migratorio, incluso con el control republicano de ambas cámaras.
Ese plan incluía más de 23,000 millones de dólares para la construcción de un muro y para reforzar la vigilancia fronteriza, y permitía la legalización de los dreamers, pero suscitó críticas de demócratas y grupos afines, que acusaron a Trump de querer canjear a los soñadores por su prometido muro fronterizo.