Un plan integral para Puerto Rico
Llegó la hora de descolonizar la isla
Este pasado sábado estuve en Sur de El Bronx junto a líderes comunitarios, defensores del área y aliados de Puerto Rico mientras presentaba un plan extenso para Puerto Rico. Mi aspiración es representar el Distrito 15 de Nueva York. Un distrito en el que 62% de sus votantes se identifica como latino o latina y en el que habitan cerca de 160,000 puertorriqueños y puertorriqueñas.
Durante años la comunidad puertorriqueña ha vivido las injusticias de no contar con representación. Puerto Rico es una isla poblada por ciudadanos estadounidenses que son tratados como ciudadanos de segunda categoría en el mejor de los casos. Aun cuando ocurren desastres naturales como lo fue el huracán María, que destrozó la isla, Donald Trump no sólo fue incapaz de ayudar a los puertorriqueños en la reconstrucción y en la reparación del país, sino que se ha esmerado en dificultar el camino hacia la recuperación negándose a enviar los miles de millones de dólares en ayudas aprobados por el Congreso.
Esto no es solo indicativo de incompetencia administrativa sino de maltrato con malas intenciones.
A Puerto Rico le urge contar con aliados que entiendan de primera mano los retos que se enfrentan en la isla. Defensores que prioricen denunciar estas injusticias que carcomen la isla. Yo seré esa representante en el Congreso. Llegó la hora de descolonizar la isla. Es necesario acoger a un proceso que haga posible que Puerto Rico tenga la potestad de decidir su propio futuro y ser respetado por los planes que decida esbozar.
Esta es la razón por la que he colocado a Puerto Rico en el centro de mi plataforma.
Las historias de los residentes del Distrito 15 de Nueva York como la de Elizabeth Pacheco se han convertido en mi motivación. Elizabeth se crió en Puerto Rico donde también pudo asistir a la escuela. Al mudarse a Nueva York fue testigo de cómo sus padres se enfrentaron a las dificultades económicas que la clase trabajadora puertorriqueña debía sobrellevar a diario como bajos salarios, alimentos a precios exageradamente caros y un sistema precario de salud. Luego, con el paso del huracán María, se vio obligada a reubicar a su anciana madre quien padece de demencia senil al estado de Florida para poder garantizar su seguridad.
Esta es una de las muchas historias de personas que en Puerto Rico han enfrentado luchas similares.
Todas estas personas merecen contar con alguien en el Congreso que salga en su defensa.
Mi plan para Puerto Rico no solo abarca atender las injusticias inmediatas que afligen a la comunidad puertorriqueña sino que incluye una visión para garantizar que el Congreso legisle a favor de que Puerto Rico tenga la potestad de determinar su futuro tanto económico como político.
Mi plan se concentra en los siguientes cuatro puntos principales:
Trato igualitario para Puerto Rico: Que Puerto Rico tenga derecho a los programas federales de salud y para combatir la pobreza como Medicaid y Medicare, El Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP), Crédito por Ingreso del Trabajo (EITC), Crédito Fiscal por Hijos Menores (CTC) y beneficios para los veteranos.
Protección ambiental: Además de lograr otras protecciones, mi compromiso está en garantizar que Puerto Rico reciba los $2 mil millones que el Congreso aprobó para restaurar la red eléctrica de Puerto Rico, una nueva infraestructura que encaminará a la isla hacia la nueva meta de contar con energía que proviene de recursos 100% renovables para el año 2050.
Exención de la Ley de Cabotaje: Lograr que la isla quede exenta de las dañinas leyes de cabotaje marítimo y aéreo que básicamente crean un impuesto artificial para los consumidores en Puerto Rico resultando en más de mil millones al año.
Arreglar la ley fiscal: Enmendar el tratamiento dañino que recibe Puerto Rico bajo el fraude de la ley fiscal de Trump que beneficia a la gente adinerada a costa de las familias trabajadores tanto en Puerto Rico como en EE.UU.
Garantizar que no se tengan que pagar impuestos sin la debida representación: Tenemos que asegurarnos de que la clase adinerada pague una porción justa sin aprovecharse de Puerto Rico mediante la evasión contributiva, y sin que se tenga que obligar a los puertorriqueños a pagar impuestos federales, lo que constituye una práctica discriminatoria de pagar impuestos sin contar con la debida representación.
Autodeterminación y descolonización: Bajo mi iniciativa para la descolonización, los puertorriqueños en la isla y aquellos votantes que reúnan los requisitos en los estados, podrán determinar su propio futuro de una manera que el gobierno federal reconozca, que incluya todas las opciones y que respete las distintas realidades socioeconómicas, culturales y lingüísticas de la isla.
Acabar con el programa federal Zonas de Oportunidad: De este programa de exenciones contributivas se están aprovechando los cabilderos más poderosos en la industria y los inversionistas en bienes raíces, transformado así una idea decente en un beneficio inesperado y corrupto para la gente rica.
La hora de que el cambio y las soluciones se materialicen para acabar con el largo sufrimiento de los puertorriqueños tanto en la isla como aquí es ya.
Para leer el plan en su totalidad, haga clic aquí.
(Melissa Mark-Viverito fue presidenta del Concejo Municipal de Nueva York y actualmente candidata al Congreso por el distrito 15)