ICE deporta a dos grupos de inmigrantes en plena crisis del coronavirus
Alertan de los estragos que estas personas pueden causar en sus países de origen si son portadores de COVID-19
La maquinaria de deportación estadounidense sigue funcionando a pesar del riesgo añadido que suponen los viajes en estos tiempos y sin tener en cuenta las múltiples advertencias de activistas, abogados y organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes. El propio servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ya informó de que no suspendería este tipo de operaciones.
En la última semana, la agencia federal envió a sus países de origen a dos grupos de inmigrantes que tenían “orden final de expulsión”. El pasado domingo 22 de marzo, explica un comunicado de ICE, deportaron a sus países a migrantes hondureños. Dos días después, este mismo martes, hicieron lo mismo con un grupo de El Salvador.
Lo que preocupa a las organizaciones y a los activistas que han alzado la voz en este duro periodo no solo es la salud de los propios migrantes sino también el efecto adverso que puede suponer trasladarlos a sus países, que normalmente cuentan con un sistema sanitario deficiente y en el que COVID-19 puede causar mayores estragos que los que se han visto en otros países enriquecidos.
La agencia celebra haber aprovechado ambos vuelos para traer de vuelta a Estados Unidos a un total de 209 ciudadanos estadounidenses que estaban en las naciones centroamericanas deseosos de volver a casa en medio de la crisis que a desatado la pandemia. ICE colaboró con el Departamento de Estado (DOS, por sus siglas en inglés) para hacer esto posible .