Los 5 peores hábitos que casi todos tenemos cuando trabajamos desde casa
El home office no es nuevo para muchas personas aunque siguen cometiendo los mismos errores
Ahora que el coronavirus está presente en el mundo, muchas empresas han recurrido a las facilidades tecnológicas para hacer que sus trabajadores puedan realizar sus labores desde su casa. Esta dinámica no es nueva, ya existían este tipo de empleos desde antes de la pandemia. Así como en tu oficina, es posible que tengas unos hábitos que no sean muy buenos y que sean peores ahora que estás en tu domicilio.
Realtor señala que hay algunas “reglas” de etiqueta que deben mantenerse a la hora de trabajar desde casa que es importante mantener. Las videolllamadas son una herramienta indispensable en muchos empleos para tener contacto entre los compañeros y resolver los problemas usuales que se tienen durante la jornada, pero que podrían afectar hasta el futuro de tu permanencia debido a la percepción que generes al hacerlas desde tu hogar.
Puede ser cómodo y relajante trabajar desde casa, pero recuerda que estás en un empleo y debes cuidarlo, por lo que te mostramos los 5 peores hábitos que podrías tener y afectarían tu desempeño, y de paso la forma en la que te pueden percibir tus compañeros y hasta tu jefe.
1. Apagar la cámara durante las videoconferencias
Un grave error que podrías hacer es la de no encender tu cámara para una videoconferencia. Ya sea por la apariencia personal o de tu casa, es posible que quieras limitar esta herramienta, sin embargo, la percepción sobre tu profesionalismo puede no ser tan positiva.
“Solo captamos el 7% de lo que se nos comunica solo con palabras”, dice Peter Arvai, fundador y CEO de la firma de software de presentación Prezi, a Realtor. “El resto es tono, voz y lenguaje corporal”.
2. No tener un buen espacio de oficina en casa
Trabajar desde casa puede ser un riesgo para ti a la hora de realizar las videollamadas con tus colaboradores, sobre todo si no procuras tu apariencia personal o la de tu hogar.
Es válido estar cómodo y de vez en cuando trabajar en pijama y jamás levantarse de la cama, pero si tienes programada una conferencia, lo mejor es procurar la higiene y buscar un lugar con fondo neutro que no provoque distracciones.
Así como puede ser un riesgo, también pone a prueba tu profesionalismo. No es necesario tener una oficina en casa, pero si ambientas un lugar donde no haya distracciones tanto para ti como para tus compañeros, así como mantener una ropa casual e higiene básica, no necesitas más.
3. “Problemas técnicos” constantes
No juzgamos el hecho de que los tengas. Es claro que la señal de tu internet y la velocidad de una computadora portátil puedan no ser similares a las herramientas que tienes en la oficina, donde precisamente todo esto lo cubre tu empresa. Tampoco es válido tener fallas diarias.
Un problema técnico es posible una vez, a partir de la segunda debía existir la prevención. Posiblemente no seas un técnico o experto en computación, pero si contemplas que puedes tener alguna dificultad como en otras ocasiones, lo conveniente es iniciar tus sesiones por lo menos 15 minutos antes, para evitar fallas técnicas en pleno trabajo.
4. Comer y otras interrupciones
Comer desde la intimidad de tu hogar puede ser una de las grandes ventajas de trabajar ahí, sin embargo, no abuses. Recuerda que tu oficina no genera buena imagen con migajas, manchas de café o cualquier rastro de comida, así en tu casa. Y si comes durante una videoconferencia, peor; los sonidos se maximizan con los micrófonos de tu computadora y se escucha todo tu molesto masticar en los auriculares de tus colaboradores. Sólo vas a generar molestia.
Trabajadores con hijos saben que podrían suscitarse interrupciones a la hora de una importante reunión y sus compañeros lo pueden entender; pero si el lugar tiene otros factores de distracción como sonidos de televisión, cocina y conversaciones cercanas, es muy posible que no dejes muy buena impresión al trabajar desde tu casa.
5. Manten tu horario regular de oficina
Quizás consideras la libertad de laborar en un horario donde te sientas más productivo, por decir un ejemplo, de 11 p.m. a 5 a.m.; sin embargo, esto no es sinónimo por buscar la eficiencia.
Es importante que estés disponible en horarios regulares de trabajo por si necesitan de tus habilidades en esos momentos.
Las empresas temen que aflojes tu desempeño cuando estás en casa y para que eso no suceda, lo mejor sería afianzar tu horario laboral como lo tendrías de forma normal y que estés al pendiente de tus tareas durante ese tiempo.