Deforestación y expansión de ciudades expone a los humanos a pandemias como la del COVID-19

La tragedia actual no será la última si no se hacen cambios radicales en el modo de vivir

La proximidad a la vida salvaje eleva el riesgo de pandemias.

La proximidad a la vida salvaje eleva el riesgo de pandemias. Crédito: MOISE GOMIS | Getty Images

La pandemia del COVID-19 no será la última si los humanos siguen adelante con la expansión de sus centros urbanos y la explotación de recursos naturales.

El crecimiento de las ciudades implica deforestación. Complejos urbanísticos son construidos al lado de bosques y selvas ricos en vida salvaje. Esta vecindad resulta peligrosa si se tiene en cuenta que virus como el SARS, Ebola y el VIH tiene origen animal.

Un reporte del San Francisco Chronicle analiza un estudio de científicos de la Universidad de California en Davis (UC Davis) que indica que la intromisión de las sociedades humanas en territorios salvajes ha puesto en peligro la biodiversidad y la salud de los ecosistemas. Cuando esto ocurre aparecen y mutan virus mortales como el COVID-19.

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El estudio de UC Davis dice que los animales que transmiten virus son usualmente aquellos que son explotados y enclaustrados por humanos.

“Los virus no cruzan fácilmente el límite de las especies”, dijo Chris K. Johnson, profesor de epidemiología en la Escuela de Medicina Veterinaria de UC Davis. “El contagio de animales a humanos es el resultado directo de nuestras acciones. Está sucediendo en todo el mundo, y lo ha hecho durante décadas, ya que modificamos el paisaje de manera importante”.

Parte del problema es que la expansión de los humanos a territorios salvajes acaba con grandes depredadores, los que se encargan de controlar poblaciones de roedores y murciélagos.

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“Las especies que son súper resistentes, las que no desaparecen cuando destruimos su hábitat y a menudo prosperan, son pequeñas criaturas como ratas, ratones y murciélagos”, dijo al San Francisco Chronicle Rick Ostfeld, científico del Cary Institute of Ecosystem Studies de Millbrook, Nueva York. “Estamos destruyendo los animales más grandes y protegidos, y estamos favoreciendo a estos pequeños malvados que transmiten enfermedades y nos las transmiten”.

El científico explica que los animales pequeños tiene virus porque sus vidas son cortas y su sistema inmunológico no está preparado para luchar.

Es evidente que la mejor manera para prevenir pandemias pasa por cambios en el modo en que los humanos conviven con el resto de la naturaleza.

“Los animales nos infectan, pero los estudios dicen que somos nosotros los que vamos donde están los animales”, dijo al New York Times Eric Lambin, científico de la Universidad de Stanford, uno de los autores de un estudio sobre la relación entre deforestación y propagación de virus. “Nos entrometimos en sus hábitats”.

El objetivo en el corto, mediano y largo plazo es reducir el contacto humano con la vida salvaje. Para esto se debe innovar en la urbanización (ciudades más verticales), disminuir la deforestación con mayor regulación de la agricultura  y ganadería industrial, y luchar contra la pobreza, entre otras medidas. Todo pasa por las decisiones de los humanos, desde las que se toman para la vida diaria como aquellas en el momento de elegir a los gobernantes.

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