Escupir y toser: las nuevas asquerosas armas “terroristas” de los delincuentes para amenazar con coronavirus
El Departamento de Justicia advirtió que los casos podrían ser calificados como "terrorismo a la Nación"
Saliva, una poderosa, ligera y gratuita arma, se ha convertido en la nueva aliada de los delincuentes sueltos y detenidos en Nueva York, para amenazar con contagiar a su aterrado entorno.
Tengan o no coronavirus u otra enfermedad, los reos convictos y los sospechosos libres gritan que están contagiados para intentar controlar a sus víctimas civiles, guardias de prisión, paramédicos y agentes policiales, a quienes no dudan en toser, estornudar y hasta escupir.
Otros presos, más pasivos, no agreden, pero sí aprovechan el caos para pedir una liberación, pues la orden ha sido descongestionar las cárceles para evitar contagios, algo que se ha convertido en un abuso, según el Comisionado de NYPD, Dermont Shea.
“Ahora tienes coronavirus”, gritó Jason Mason (28) a cuatro oficiales de la policía de Nueva York el miércoles pasado mientras los escupía en medio de insultos desde el interior de una celda, tras ser atrapado con un cuchillo en un supuesto negocio de drogas.
En otro incidente, que se investiga como posible ataque de odio, tres adolescentes judíos estornudaron deliberadamente sobre el bombero musulmán Omar Sattar (33) en Borough Park el mes pasado, quien coincidencia o no, nueve días después resultó positivo con COVID-19.
El ataque no pareció casual, pues Sattar es hijo de Ahmed Abdel Sattar, condenado en 2005 por “delitos de violencia” y conspiración para asesinar judíos.
Oficiales correccionales de la ciudad y agentes de la ley federal también han sido objeto de ataques. El jueves pasado la situación la vivieron dos agentes mientras arrestaban a un violento polizón en una estación del Metro en Harlem.
En otro caso en Borough Park, un hombre que dijo tener el virus tosió sobre los agentes del FBI que lo investigan por atesorar suministros médicos, dijo la fiscalía federal a principios de este mes.
Otras situaciones de hostilidad y bromas pesadas se han presentado contra empleados civiles, en medio de la tensión que se vive en supermercados y negocios similares durante la cuarentena.
Los federales ya tomaron una línea dura sobre la inquietante tendencia en una carta reciente dirigida a agentes de la ley y fiscales en todo el país.
“Debido a que el coronavirus parece cumplir con la definición legal de un ‘agente biológico’, tales actos podrían implicar los estatutos relacionados con el terrorismo de la Nación”, escribió el subsecretario de Justicia, Jeffrey Rosen. “No se tolerarán las amenazas o los intentos de usar COVID-19 como arma contra los estadounidenses”, afirmó.
Pero la policía de Nueva York hasta ahora ha adoptado un enfoque mucho más suave.
Un mensaje del 20 de marzo enviado a todos los comandos sugiere un cargo por delito menor no clasificado: “[emitiendo] una citación por el Código de Salud de Nueva York 11.31 (a) (2)”.
La guía también les dio a los oficiales la opción de arrestar y dar citar de comparecencia a aquellos que tosan o escupan policías intencionalmente.
NYPD declinó decir cuántas citaciones se han emitido o si se han hecho arrestos por tratar intencionalmente de infectar a otros. “Dependiendo de los hechos y circunstancias, un individuo podría ser acusado de acoso, amenaza, peligro imprudente o asalto a un oficial de policía”, dijo la sargento portavoz Jessica McRorie.
Aparte, paramédicos y bomberos del FDNY se han quejado de que no les han dado “instrucciones para tratar con las poblaciones que intentan infectarnos”, dijo una fuente del Departamento a New York Post.
Definió los casos como “asaltos con guerra de gérmenes”.