Niña de 8 años fue quemada viva por su propio tío, un asesinato que indigna a toda Argentina

Según la policía, el hombre quería borrar así las evidencias de la violación que habría cometido a la menor

Abuso sexual infantil

El asesino engaño a la madre diciendo que llevaría a la niña a una fiesta infantil. Crédito: Shutterstock

Un terrible feminicidio ocurrido en plena pandemia de coronavirus ha indignado y sacudido a la sociedad argentina, pues la víctima fue una niña de tan solo 8 años, la cual perdió la vida de la manera más cruel, y lo peor, a manos de uno de sus tíos.

En los primeros días de marzo, una mujer acudió a una comisaría de policía en Lobos, en Buenos Aires, Argentina, para denunciar la desaparición de su hija de nombre Guadalupe Ezeiza, la cual no volvió a casa luego de que uno de sus tíos, un joven de 22 años llamado Sergio Ramón Oliveira, pasara por ella a su casa para llevarla a una fiesta de cumpleaños.

Previamente, Sergio se habría comunicado con la madre de Guadalupe, quien era su prima, para invitar a la pequeña a la celebración a la cual llevaría también a su hija, una niña de la misma edad que su sobrina. Pero al parecer, ninguno de los 3 asistió a la fiesta.

Un terrible plan premeditado

Las investigaciones policíacas descubrieron que, efectivamente, Guadalupe, Sergio y su hija no fueron a ninguna fiesta e incluso, una cámara de seguridad captó el momento en el que el hombre y la niña ingresaron por la tarde a un edificio ese mismo día que la recogió en su casa. Una hora después, la misma cámara captó a Oliveira saliendo, solo, del lugar.

Además, se supo que Sergio había alquilado ese departamento desde hacía meses pero que nadie de su familia lo sabía.

Al ingresar al departamento, la policía encontró muerta a Guadalupe; su cuerpo estaba totalmente calcinado.

A la niña se le practicó una autopsia la cual arrojó que había sido golpeada, y también, que sus genitales habían sido quemados, por lo que fue imposible determinar que hubiera sido violada, aunque los peritos consideran que sí lo fue.

De inmediato, la policía se dirigió al hogar de Sergio para detenerlo. El joven, ya sin escapatoria, confesó haber sido el autor de tan terrible crimen, a pesar de que en un principio y sabiendo ya que la niña era busca, llegó a casa de su madre, fingiendo que tanto él como Guadalupe habían sido víctimas de un robo y que la menor había sido secuestrada.

Quemó a su sobrina para ocultar lo que le hizo

Según la fiscal argentina Patricia Hortel, el feminicida logró borrar las pruebas del abuso en contra de la niña. Con brasas calientes, Sergio inició un fuego en el departamento y puso a Guadalupe, inconsciente, encima de las llamas. Y así la dejó.

En la autopsia fue imposible determinar si hubo violación: los genitales de la nena estaban totalmente calcinados. Pero el objetivo final que tenía (Sergio) era el de hacer explotar el departamento para que no quede ningún tipo de prueba. Esto no sucedió por la falta de oxígeno en el lugar y porque no había nada de madera que pudiera favorecer un incendio.

Después, Sergio caminó hasta casa de su mamá, donde fingió que él y la niña habían sido víctimas de un robo y pretendió desmayarse. Cuando llegó la mamá de Guadalupe, ella denunció la desaparición de la niña y las autoridades comenzaron un operativo de búsqueda. El primer sitio donde buscaron fue el departamento del feminicida y hallaron a la niña quemada.

El asesino ya se encuentra recluido y a la espera de su juicio. En redes sociales, la gente sigue pidiendo que caiga sobre él todo el peso de la ley.

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