En medio de la pandemia #LaSeguridadNoPuedeEsperar
Esta pandemia ha sido dura con todos los neoyorquinos, pero para las víctimas de violencia doméstica, la situación es todavía más peligrosa. Aisladas con sus abusadores y lejos de sus redes de apoyo, buscar ayuda resulta complicado. Realizar una simple llamada de teléfono puede ser arriesgado.
Las historias son desgarradoras.
Una neoyorquina tuvo dificultades para conseguir una orden de alejamiento ‘online,’ pero la policía le dijo que para cumplirla, era necesario ver una copia de papel. Otra mujer tuvo que llamar dos veces al 911 para recibir ayuda después de que la echaran de su hogar con sus hijos.
Las organizaciones que denuncian este tipo de situaciones compartieron estas y otras historias trágicas durante una audiencia celebrada el 1 de mayo en el Concejo Municipal para conocer el impacto del coronavirus en la violencia doméstica. Una cosa quedó clara: Hay que establecer un plan para llegar hasta las personas más vulnerables.
Desafortunadamente, la información de la ciudad sobre la violencia doméstica se ha quedado corta. Durante nuestra audiencia, los proveedores de servicios insistieron en la necesidad de crear información robusta y culturalmente apropiada para identificar los recursos disponibles para las víctimas. Para abordar esta falta de información, el Concejo lanzó la semana pasada la campaña #LaSeguridadNoPuedeEsperar para que víctimas, y el público en general, reconozcan las señales de violencia doméstica, y que sepan que existe ayuda disponible.
En medio de esta pandemia, la ciudad tiene la obligación de sumarse a estos esfuerzos y difundir la existencia de los servicios disponibles para víctimas de violencia doméstica. La Oficina del Alcalde para Combatir la Violencia Doméstica y de Género debe implementar una campaña de servicios públicos para amplificar la información sobre violencia doméstica, así como los recursos disponibles.
Además, el gobierno municipal debería de crear tarjetas con información sobre violencia doméstica y distribuirlas a lo largo de toda la ciudad, en lugares como despensas de alimentos, bodegas, tiendas de alimentación y farmacias, donde ya se facilitan servicios básicos. Difundir información significa poder llegar hasta donde están las personas mientras estamos en el estado de PAUSA.
El gobierno local también debe de aumentar sus esfuerzos para que víctimas de violencia doméstica tengan un mayor acceso a Internet y a dispositivos personales de comunicación, especialmente en los refugios. Además, la ciudad debe informar sobre cómo proteger dispositivos electrónicos de los abusadores que utiliza la tecnología para localizar y acechar a sus víctimas.
Por último, la ciudad tiene que establecer un plan para anticiparse a un aumento en casos de violencia doméstica y una mayor demanda de servicios de ayuda, una situación que podría suceder una vez se levanten las restricciones implementadas en el marco del estado de PAUSA. Algunos países han experimentado aumentos del 30 por ciento de denuncias por violencia doméstica a medida que se iban reduciendo las restricciones debido al coronavirus. Tenemos que estar preparados para una tendencia similar.
–Corey Johnson es el presidente del Concejo Municipal de Nueva York. Helen Rosenthal es la presidenta del Comité sobre la Mujer e Igualdad de Género