¿Cómo conservar mejor tus semillas, especias, legumbres y harinas?
Hay alimentos que se pueden almacenar y mantener en óptimas condiciones durante años
Una de las formas de economizar es comprar productos a granel, muchos de estos alimentos pueden conservarse en óptimas condiciones por muchos meses e incluso años si las almacenamos de manera adecuada.
Frijoles, lentejas y otras legumbres
No se deben lavar hasta el día que se van a cocinar.
Almacena en recipientes herméticos en un lugar fresco, oscuro y seco.
Almacenados correctamente pueden permanecer por más de un año en óptimas condiciones. El único cambio es que después de ese periodo podrían necesitar más tiempo de cocción.
Especias
Compra en pequeñas cantidades y guárdalas en recipientes herméticos en un lugar fresco, oscuro y seco.
Preferentemente compra las especias enteras y muele justo antes de usar.
Las especias generalmente no se echan a perder, solo pierden su intensidad de sabor y olor.
Enteras las puedes conservar perfectamente por dos años.
Semillas
Antes de guardar tus semillas debes de verificar que se encuentran secas.
Almacénalas en recipientes herméticos en un lugar fresco, oscuro y seco.
Una opción menos recurrida, pero también valida es guardarlas en el refrigerador.
Algunos ejemplos de tiempo de almacenamiento óptimo:
Semillas de linaza: enteras, al menos 1 año a temperatura ambiente; molidas, al menos 90 días en refrigerador.
Semillas de calabaza: crudas, de 4 a 6 meses en el refrigerador
Semillas de girasol: crudas, 1 año a temperatura ambiente; asadas, 4 meses a temperatura ambiente y 8 meses en refrigerador.
Harinas
Harina blanca
Almacena en un recipiente hermético opaco en un lugar fresco, seco y oscuro, permanecerá en buenas condiciones hasta por un año.
Si quieres conservarla hasta por 2 años puedes guardarla en el refrigerador e incluso congelarla en un recipiente hermético. Antes de usarla debes llevarla a temperatura ambiente.
Harina integral
La harina integral requiere más cuidados que la harina blanca. Una vez abierto el empaque guárdala en el refrigerador en un recipiente hermético opaco y a prueba de humedad, se preservará en óptimas condiciones entre 6 y 8 meses; en el congelador por 2 años.