La importancia de siempre hacer la cama por las mañana
Hacer la cama o no hacerla está relacionado con nuestra personalidad
Seguro que has oído hablar de que una simple acción como hacer la cama tiene más importancia de la que creemos.
En algunos casos, es algo que debíamos hacer desde pequeños y que nuestros padres nos inculcaron: hacer la cama antes de marchar a la escuela.
No se trata de estirar las sábanas y las almohadas. Va mucho más allá de eso porque con el simple hecho de hacer la cama estamos aprendiendo a gestionar nuestro tiempo, acordando el ritual y el ritmo que queremos seguir. Hacer la cama y ordenar la habitación puede ser, según afirman algunos psicólogos, una forma de activarnos y de crear pautas beneficiosas de organización.
Pero también hay otro lado a tener en cuenta. Ese gesto puede ser indicativo de un exceso de autoexigencia de las personas extremadamente perfeccionistas. Por este motivo, hay detractores que no ven nada malo en no hacer la cama en la mañana.
En términos de salud, conviene airear y hacer la cama para eliminar los ácaros. Estos bichos microscópicos pueden ocasionar molestias como dificultad para dormir, nerviosismo o malestar. La temperatura de la cama, la humedad y el sudor, generan un escenario perfecto para los ácaros. Para evitarlos debemos abrir las ventanas y permitir que entre aire fresco durante unas horas. Luego ya sí hacemos la cama. O no.