¿Qué deportes debilitan el suelo pélvico y cómo eso es perjudicial para continuar entrenando?
El deporte es beneficioso para la salud, pero hay algunos que afectan el suelo pélvico
Es cierto que practicar deportes y hacer ejercicios es beneficioso para la salud. Sin embargo, de acuerdo a la especialista María del Mar Muñoz, experta del suelo Pélvico en el Hospital Universitario La Paz, en España, se recomienda moderar la actividad física si el suelo pélvico está débil. Aquí te contamos más sobre esto.
Qué deportes evitar o reducir su práctica
De acuerdo a un artículo del portal Saber Vivir, entre los deportes que debilitan el suelo pélvico se encuentran el ciclismo, el running, el paddel y el tenis.
En el caso del running, sí es cierto que ha ganado popularidad en los últimos tiempos, y no se niega los múltiples beneficios para la salud. Sin embargo, suele afectar en la musculatura del suelo pélvico. Claro está, todo depende de la intensidad y la frecuencia con la que se practica, además del estado del suelo pélvico al momento de comenzar a hacerlo.
El ciclismo, aunque tiene poco impacto en esta parte del cuerpo, puede perjudicar debido a las diferentes posturas que se adquieren al pedalear o cuando se levanta del sillín. Para evitar daños al practicar este deporte, se debe pedalear en una postura erguida y adaptar la altura de la manilla.
Es necesario evitar terrenos cuya superficie exija un gran esfuerzo, así, son mejores las superficies planas. La ropa también influye en el impacto del suelo pélvico.
En el paddel o el tenis, se generan movimientos repetitivos que hacen que aumente de forma brusca la presión abdominal en posiciones de flexión del propio cuerpo. Esta presión suele dirigirse a lugares o zonas donde el suelo pélvico se pueda resentir.
Recomendaciones
Para evitar complicaciones en el suelo pélvico, lo más recomendable es reducir la intensidad de estos deportes. En caso de que haya debilidad en esta zona, lo más recomendable es no practicarlos.
Hay, en cambio, deportes que pueden fortalecer esta zona, como la natación y el yoga. Es cierto que se deben realizar con cuidado y con la intensidad adecuada. En todo caso, lo recomendable es consultar con un especialista y realizar una rutina de ejercicio regular que evite resentir esta zona.