La pandemia llega a negocios latinos muy debilitados durante años en NYC

Se anticipa que la crisis perjudique mucho más a esta comunidad

Vacaville (United States), 01/05/2020.- A customer uses her phone while having her hair styled by Cecily Clay, an employee of owner, Lia Rivera of Hairendipity Salon, after Rivera opened her business two days ago in defiance of the COVID-19 Stay-at-Home Order in Vacaville, California, USA, 30 April 2020. California Governor Gavin Newsom said hair salons fall under the state's third phase of reopening California businesses. California is currently in the first phase. Rivera is willing to risk a 1,000 US dollar fine, instead of losing thousands of dollars of staying closed. (Abierto, Estados Unidos) EFE/EPA/JOHN G. MABANGLO

Vacaville (United States), 01/05/2020.- A customer uses her phone while having her hair styled by Cecily Clay, an employee of owner, Lia Rivera of Hairendipity Salon, after Rivera opened her business two days ago in defiance of the COVID-19 Stay-at-Home Order in Vacaville, California, USA, 30 April 2020. California Governor Gavin Newsom said hair salons fall under the state's third phase of reopening California businesses. California is currently in the first phase. Rivera is willing to risk a 1,000 US dollar fine, instead of losing thousands of dollars of staying closed. (Abierto, Estados Unidos) EFE/EPA/JOHN G. MABANGLO Crédito: JOHN G. MABANGLO | EFE

Los cierres de actividad, la paulatina apertura y la caída de la demanda provocada por la pandemia ha llegado a la ciudad de Nueva York en un momento en el que los negocios latinos con empleados estaban ya sufriendo y cerrando. El panorama tras la pandemia no es positivo.

Las cifras de la debilidad de los negocios latinos entre 2012 y 2017 contrasta con la paulatina mejora de la situación de los que están en manos de las minorías negra y la asiática antes de la llegada del COVID.

Según un reciente informe del Center for the Urban Future (CUF), en esos cinco años el número de negocios latinos ha descendido casi un 10% en la ciudad. Se ha pasado de unos 13,377 a 12,215. En el caso de El Bronx el retroceso ha sido incluso mayor,  un 23%.

Esta situación de crisis que no ha perdonado ni siquiera a Queens y se produce mientras que en ese mismo periodo en otras grandes ciudades del país la tendencia ha sido la contraria. En 2012 Manhattan, Queens y El Bronx estaban entre los 20 primeros condados por número de negocios latinos. Los dos primeros han perdido posiciones pero El Bronx ya no está en ese ranking.

Y si hay alguien a quien no le sorprende la situación es a Quenia Abreu que anticipa que tras la pandemia el paisaje va a ser más desolador aún.

Abreu es la presidenta de la New York Women’s Chamber of Commerce y en una entrevista telefónica explicaba a El Diario que a pesar de la energía y el esfuerzo que están poniendo los latinos en prosperar y seguir creando y manteniendo empleo, la situación ha sido cada vez más complicada. Su análisis le lleva a concluir que el aumento continuado de las rentas es uno de los factores que más ha venido perjudicado a esta comunidad empleadora.

Los alquileres han subido para todos pero Abreu explica que en el caso de los latinos ha hecho más daño por el tipo de negocios que tienen, principalmente restaurantes, salones de belleza y otras empresas que tienen bajos márgenes comerciales. “No hay salto a otras industrias con ganancias más altas, además son negocios muy brick and mortar [presenciales, no virtuales] por lo que realmente les afectan estas subidas”.

Estos negocios ahora han sido también fuertemente afectados por el COVID. Llueve sobre mojado.

La presidenta de la Cámara también ha detectado que no hay tanta gente joven abriendo negocios. Y los que son hijos de empresarios no quieren heredarlos “porque están viendo muy de cerca lo difícil que es sacarlo adelante en Nueva York, es demasiado trabajo, demasiados sacrificios con unos gastos muy altos”, explica.

Otra realidad de los empleadores es que están desapareciendo de sectores en los que tradicionalmente eran fuertes como las bodegas.

En el caso de las empresas certificadas como minoritarias latinas el panorama es también mejorable y muchas de ellas deciden no recertificarse si no han recibido contratos públicos y con ello pierden la oportunidad de luchar por una vía que puede ser vital en tiempos de crisis como la actual.

Abreu lamenta que la situación tras la pandemia se presente muy oscura. Considera que hay dar más ayuda y en español a los empresarios porque muchos de los inmigrantes necesitan que se les hable en su idioma y que los recursos para trabajar en la ciudad no sean simplemente a través de Internet. “Es un reclamo que le hago al SBS y al Estado, mucha de nuestra gente no es de mirar continuamente en Internet”.

El CUF señala en su informe que la ciudad va a tener que hacer esfuerzos para proteger los avances de las minorías pero también la situación de los latinos a la vez que trabaja en las disparidades “para asegurar una recuperación estable e inclusiva”.  Abreu espera que así sea y explica que si no hay un plan, “mucha de nuestra gente va a dejarlo”.

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