Inventan mascarilla que incorpora esterilización ultravioleta
Los rayos UV desactivan las bacterias y los virus, induciendo un estado de nula peligrosidad
Las mascarillas faciales han sido una tendencia a lo largo de 2020 por la emergencia sanitaria suscitada por el Covid-19. Al ser un elemento tan necesario en nuestro día a día, son muchos los avances y adaptaciones que se han hecho con ellas. A continuación te presentamos una alternativa muy llamativa y que pudiera satisfacer tu necesidad por mantenerte protegido.
Mascarilla con filtro ultravioleta
El portal Bioguía detalla las características de una mascarilla que incorpora un filtro de exposición ultravioleta que protege al usuario y a su entorno de la contaminación tanto del Covid-19 como de otros agentes patógenos.
Este filtro con exposición ultravioleta es el segundo de un sistema de doble filtración, cuya primera barrera es un filtro convencional de tipo N95, que puede bloquear hasta el 95% de las bacterias, incluyendo el polvo y la suciedad.
El filtro con capacidad ultravioleta actúa bajo la presencia de microorganismos de menos de 0,3 micras, que son lo suficientemente pequeños para pasar del primer filtro.
¿Cómo los rayos UV afectan los patógenos?
Ni virus ni bacterias pueden soportar el efecto de los rayos UV porque ambos se desactivan cuando son expuestos a esta longitud de onda luminosa, que es invisible para el ojo humano.
Desactivar quiere decir dos cosas: por un lado, ni las bacterias ni los virus pueden seguir reproduciéndose una vez expuestos a la radiación ultravioleta. Por otro lado, ninguno de ellos retiene su capacidad infecciosa, por lo que dejan de ser peligrosos para la salud humana.
La esterilización con rayos UV ha sido uno de los métodos más eficientes para la desinfección de espacios durante esta pandemia, aunque uno de los menos empleados debido a que requiere de una capacidad técnica que no todos los países poseen.
Esta mascarilla con esterilización ultravioleta puede ayudar bastante a frenar el avance del Covid-19 si llegase a usarse de manera masiva. Sin embargo, este escenario óptimo es poco viable para la salud pública por la accesibilidad que pueda tener la población.