Dieta especial para combatir la dispepsia, dolores estomacales e inflamación

La dispepsia o indigestión es un padecimiento estomacal recurrente, que causa mucha molestia. La buena noticia: es posible controlarla a través de la alimentación y estilo de vida

yogurt

Los expertos concuerdan que comer yogurt es saludable. Crédito: BBC

Una buena digestión se relaciona con numerosos y determinantes aspectos de la salud, la digestión es el proceso en el cual el organismo descompone las moléculas de los alimentos y los transforma en nutrientes, para así generar energía. Cuando la digestión no se realiza de manera óptima, no se logran aprovechar los nutrientes y de manera natural el cuerpo produce toxinas, que a su vez causan diversas alteraciones digestivas como: diarrea, gastroenteritis, flatulencias, acidez, dispepsia, inflamación y dolores estomacales; también suele derivarse en otras condiciones como la fatiga, dolores de cabeza y déficit de vitaminas.

Lo cierto es que las enfermedades del aparato digestivo son un importante problema de salud pública, esto se debe a su elevada mortalidad y morbilidad. Por lo tanto para gozar de un óptimo estado de salud es fundamental tener un buen proceso digestivo, es un factor que se relaciona de manera directa con un peso corporal saludable, un sistema inmunológico fuerte y un mejor rendimiento tanto físico como mental. 

Entre las principales y más populares condiciones estomacales se encuentra la dispepsia o indigestión, que consiste en un malestar en la parte superior del abdomen que se describe como una sensación de ardor, hinchazón, náuseas y sentirse demasiado satisfecho (desde que comenzamos a comer). Es por ello que es una de las condiciones que más se deriva en dolor e inflamación, aunque de manera general se define como el conjunto de síntomas que se originan en el tracto gastrointestinal superior. 

Si bien existen muchos factores que se relacionan con la aparición de la dispepsia, entre los principales se encuentra una infección causada por la bacteria Helycobacter pylori o por un reflujo gastroesofágico recurrente. También es una condición que se relaciona directamente con el estilo de vida y suele derivarse en muchas ocasiones por una alimentación deficiente, un alto consumo en comidas grasosas, picantes y muy condimentadas, beber mucho alcohol, el tabaquismo y el recurrente consumo de medicamentos que producen lesiones en la mucosa gástrica. 

Si bien la supervisión médica siempre será fundamental, la buena noticia es que existen algunas recomendaciones dietéticas que pueden ser de gran ayuda para paliar las molestias y en casos leves cuando se ha erradicado la infección combatirla por completo. 

Elementos fundamentales de una dieta contra la dispepsia:

Seguir una alimentación equilibrada y adecuada para cualquier padecimiento estomacal es el aspecto clave en el control de la dispepsia, diversos especialistas en medicina enfatizan sobre la lista de los alimentos permitidos y prohibidos. Con el fin de permitir que cada paciente realice ajustes en la dieta conforme sus preferencias y así se logre reducir la sintomatología, de la mano también será indispensable hacer ajustes en el estilo de vida, hábitos y costumbres. 

Alimentos recomendados:

  • Pescados y carnes poco grasas, como el pavo, pollo y res magra. Se caracterizan por aportar un alto contenido en proteínas  de alto valor biológico, que contribuyen en la reparación de los tejidos, son nutritivos y contienen poca grasa.
  • Alimentos fermentados, son un gran complemento ya que se destacan por su contenido en probióticos que benefician la salud intestinal y se relacionan con grandes cualidades para combatir cualquier bacteria nociva y fortalecen la microbiota. También son un gran aliado para combatir la inflamación y están llenos de nutrientes y sustancias benéficas que apoyan los procesos metabólicos naturales del organismo. Es importante considerar con énfasis el consumo de kéfir, yogurt, kombucha, miso, tempeh, productos de soja, vinagre, entre otros.
  • Alimentos ricos en hidratos de carbono de absorción lenta, se distinguen por ser comidas suaves y generosas que son bien recibidas por el sistema digestivo ya que no causan irritaciones. Entre las variantes más recomendadas se encuentran: tapioca, arroz, sémola, pasta, patata hervida y camote. 
  • Frutas, siempre serán un complemento indispensable en la dieta ya que aportan numerosas vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra. Sin embargo existen algunas variantes más recomendadas que otras, las más recomendadas son: manzana, plátano maduro, pera, membrillo, compotas y en general toda variante que no sea tan ácida. 
  • Caldos, las sopas y caldos de verduras son altamente recomendables y reconfortantes. Únicamente es importante considerar que sean desgrasados y no contengan lácteos, procura consumirlos tibios muy calientes pueden causar irritación.
  • Líquidos naturales en abundancia, es indispensable asegurar los correctos niveles de hidratación y optar por el consumo de aguas naturales como la de avena, arroz, melón, manzana y limón, infusiones medicinales suaves como la manzanilla, menta, lavanda, hierba luisa, jengibre, anís y cúrcuma.
  • Grasas saludables, es importante vigilar las técnicas culinarias y las grasas con las cuales cocinamos. Las más recomendadas son el aceite de oliva y aguacate, también es importante preparar los alimentos al vapor, al horno o a la parrilla, revisando el nivel de condimentos. 
Salmón a la parrilla. /Foto: Shutterstock

Alimentos prohibidos:

  • Alimentos procesados, en general todo producto procesado deberá evitarse. Sobre todo aquellos que se caractericen por su alto contenido en harinas refinadas y azúcares, se relacionan directamente con un mayor riesgo de padecer problemas gastrointestinales. Evita la ingesta de panecillos, galletas, postres, dulces y golosinas comerciales. 
  • Fibra, se trata de un nutriente indispensable para la salud digestiva y es clave en un buen tránsito intestinal. Sin embargo hay que tener cuidado en no consumirla en exceso, ya que puede retrasar el vaciado gástrico y esto empeora la dispepsia. Es por ello importante vigilar el consumo de legumbres, granos enteros, frutos secos y semillas, y determinados tipos de frutas y verduras. 
  • Grasas, en general son uno de los principales enemigos de una buena digestión y es por ello que existen algunas fuentes que es importante evitar. Suelen causar irritación, inflamación y se caracterizan por ser alimentos pesados y difíciles de digerir, evita el consumo de: comidas fritas y rebozadas, tocino y embutidos, quesos, margarina, mantequilla y carnes muy grasosas. 
  • Sustancias irritantes, existen muchos alimentos de consumo cotidiano que son altamente irritantes y que se deben de suspender. Entre los principales se encuentra el alcohol, café, chocolate, picante y salsas comerciales. 
  • Alimentos flatulentos, si bien son saludables se relacionan con su efecto para estimular la producción de gases. Tal es el caso de productos como la cebolla, pimientos crudos, brócoli, col, coliflor, alcachofa, legumbres enteras y carnes pesadas.
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Rosquilla. /Foto: Unsplash

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