Kamala Harris volverá a hacer historia al enfrentarse en el debate vicepresidencial a Mike Pence
Como mujer negra y de origen asiático, la demócrata ha tenido una carrera marcada por las primeras veces
La candidata demócrata a la Vicepresidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, buscará su momento esta noche en el debate frente al actual vicepresidente, el republicano Mike Pence, tras una carrera inspirada en su madre y en una cultura que “produce mujeres fuertes”.
Como mujer afroamericana y también de origen asiático metida en política, Harris ha tenido que recurrir en numerosas ocasiones a esa fortaleza en una trayectoria profesional marcada por las primeras veces: fue la primera fiscal de distrito afroamericana y la primera fiscal general en la historia de California; la primera indio-americana en llegar al Senado y, ahora, podría marcar varios hitos de convertirse en vicepresidenta.
Si el candidato presidencial demócrata, Joe Biden, gana las elecciones del 3 noviembre junto a Harris, de origen jamaicano e indio, no solo sería la primera mujer en alcanzar la Vicepresidencia, sino también la primera afroamericana en ocupar ese puesto y la primera estadounidense de origen indio o asiático en hacerlo.
El loto de Kamala
Nacida el 20 de octubre de 1964 en Oakland (California), Harris es la hija mayor de una pareja de inmigrantes -Shyamala Gopalan, una investigadora contra el cáncer de la India, y Donald Harris, un economista de Jamaica-, que se divorciaron cuando ella tenía siete años. Según el medio Politico, tras la separación su madre las crió a ella y a su hermana, Maya, en el piso de arriba de un dúplex de color amarillo en Berkeley (California).
Su nombre, Kamala, refleja a su origen indio ya que significa “loto” y es una de las denominaciones de la diosa hindú Lakshami.
Su madre afirmaba en 2004 al diario Los Angeles Times que “una cultura que adora a las diosas produce mujeres fuertes“.
Prueba de la influencia de su progenitora es que Harris mencionó a su madre durante su discurso en la Convención Nacional Demócrata. “Acepto la nominación a la Vicepresidencia de Estados Unidos de América. Lo hago comprometida con los valores que ella (su madre) me dio, con la Palabra (de Dios) que me enseña a andar con fe, y no por la vista, y con una visión transmitida a través de generaciones de estadounidenses que Joe Biden comparte”, subrayó.
Una identidad completamente asumida
Pese a su origen multicultural, Harris prefiere describirse a sí misma simplemente como “una estadounidense”, y asegura que siempre se ha sentido bien con su identidad, como explica en su autobiografía The Truths We Hold.
La senadora atribuye a su madre el mérito de no haber tenido problemas de identidad, ya que ella creció bebiendo de la cultura india, pero al mismo tiempo sintiéndose orgullosa de ser afroamericana.
“Sabía (mi madre) que su patria de acogida nos vería a Maya y a mí como niñas negras, y estaba resuelta a asegurarse de que creceríamos como mujeres negras orgullosas y con confianza en sí mismas”, escribió Harris en su libro.
Gopalan estuvo vinculada al movimiento de derechos civiles en EE.UU. y salió a manifestarse junto a su marido, y más tarde con sus hijas cuando se divorció.
La trayectoria política de Harris ha sido fulgurante: graduada en Ciencias Políticas y Economía en Howard University, una de las universidades negras por excelencia, se especializó en la lucha contra el crimen.
Entre 2004 y 2011 fue fiscal de distrito en San Francisco y entre ese último año y 2017 ejerció como fiscal general de California.
En 2016 se convirtió en la segunda mujer afroamericana y la primera de origen indio en ganar un escaño en el Senado del país, donde enseguida destacó por sus preguntas incisivas a responsables de la Administración del presidente Donald Trump durante las audiencias.
Una corta aventura hacia la presidencia
El año pasado, Harris lanzó su candidatura presidencial bajo el lema “Kamala Harris por la gente“, aunque su propuesta no logró convencer para recaudar suficientes fondos, por lo que anunció su retirada en diciembre.
Biden la eligió como compañera de fórmula pese a los momentos de tensión que ambos protagonizaron mientras Harris era todavía aspirante presidencial, como el tira y afloja que vivieron en el segundo debate demócrata, cuando la senadora criticó al exvicepresidente por haberse opuesto a un mandato federal sobre un sistema de transporte para estudiantes con el fin de acabar con la segregación racial en las escuelas.
“Había una niña pequeña en California que fue parte de la segunda clase para integrarla en las escuelas públicas. Y ella iba en autobús al colegio todos los días, y esa pequeña era yo”, espetó Harris.
Dentro de los sectores más izquierdistas, Harris ha sido criticada por su actuación como fiscal general y de distrito en California, ya que durante sus mandatos aumentaron las condenas de cárcel, especialmente las relativas a delitos vinculados a las drogas.
Como fiscal se opuso al empleo de cámaras corporales por parte de los agentes de policía y a la legalización de la marihuana con fines recreativos, aunque sobre este último tema ha modificado su visión.
Aun así, el diario The New York Times apuntaba que ella misma se ha descrito como “fiscal progresista”: Impulsó medidas de izquierda sobre asuntos como el matrimonio homosexual y la pena de muerte, pero los más radicales le echan en cara no haber ido más lejos.
Como aspirante demócrata a la Presidencia, se presentó como una solucionadora de problemas “pragmática”.
Sea cual sea el resultado de las elecciones de noviembre, la edad de Biden, 77 años, y su convencimiento de que va a ser un “candidato de transición” colocan a Harris, de 55 años, en un puesto de ventaja para convertirse en la futura líder del Partido Demócrata.