“El Chapo” se encuentra recluido en el “Alcatraz de las Rocallosas”, como se le conoce al Centro Penitenciario y Administrativo de Máxima Seguridad en Florence, Colorado, en donde los reclusos pasan 23 horas al día en sus celdas, donde tienen sólo una pequeña ventana.
Luego de recibir la cadena perpetua, Richard Donogue, Fiscal asistente del Departamento de Justicia de EEUU, consideró que Guzmán Loera pensó que era intocable; sin embargo, destacó, su sentencia significó el fin de su carrera delictiva: jamás podrá volver a traficar droga.
“El señor Guzmán pensó que era intocable, que él podía sobornar o torturar a cualquier persona para librarse de los problemas”, expuso Donogue en conferencia de prensa. A su vez, el funcionario destacó que la condena contra “El Chapo” brinda justicia a los estadounidenses, pero también a México, sitio en el que logró escapar diversas ocasiones una vez que estuvo en prisión.
Iván Reyes Arzate, excomandante de la Policía Federal en tiempos de Genaro García Luna, fue detenido el 24 de enero de este año por vínculos con “El Chapo” Guzmán. La Fiscalía federal de Nueva York presentó tres cargos de conspiración internacional para distribuir cocaína, y, a principios de éste, fue presentado ante la magistrada Cheryl Pollak, ante la que se declaró no culpable.
Cuando era comandante de la Policía Federal se le acusó de recibir cientos de miles de dólares en sobornos de cárteles –incluyendo la organización Beltrán Leyva y El Seguimiento 39– a cambio de protección a sus actividades. Además varios testigos cooperantes y comunicaciones intervenidas corroboraron su relación corrupta con los cárteles y con otros cargos y funcionarios.
Reyes Arzate cumple actualmente una sentencia de 40 meses de cárcel por sus actividades corruptas como resultado de otra acusación en el estado de Illinois, después de declarar que no se defendería de imputaciones de obstrucción a la justicia.
De acuerdo con el diario Milenio, Richard Donahue, fiscal general del distrito este de Nueva York, reveló que hay más de 13,000 páginas con pruebas y declaraciones contra Reyes Arzate, quien fue el principal punto de contacto para el intercambio de información entre Estados Unidos y el personal de seguridad pública asignada a la unidad, y por lo tanto tenía contacto extenso y continuo con agentes de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en la Ciudad de México.
“El Rey” Zambada
En tiempos de operativos mediáticos en el gobierno de Calderón Hinojosa, Jesús “El Rey” Zambada, hermano del narcotraficante más buscado en México, Ismael “El Mayo” Zambada, fue detenido en octubre de 2008 en una casa frente al Instituto Politécnico Nacional (IPN) plantel Zacatenco, al norte de la Ciudad de México, donde era el principal operador del Cartel de Sinaloa.
Estuvo recluido en el penal de máxima seguridad de Matamoros, Tamaulipas, hasta que en abril de 2012 fue extraditado a Estados Unidos, acusado de controlar una ruta de tráfico de narcóticos por el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Durante el juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán, otrora socio de “El Mayo”, reveló que el cártel de Sinaloa sobornó al exsecretario de Seguridad de Calderón, García Luna. Declaró haberle entregado dos maletas con un total de entre $6 y $8 millones de dólares en 2005 y 2006. Por ser testigo protegido, tiene oportunidad de ser liberado.
“El Vicentillo”
Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo”, es el primogénito de “El Mayo” Zambada, líder del Cartel de Sinaloa. Fue detenido por autoridades federales en marzo de 2009 en la Ciudad de México, cuando viajó para intentar llegar a un acuerdo con la Administración para el Control de Drogas (DEA) en un hotel de la avenida Reforma.
En febrero de 2010 fue extraditado y en mayo del año pasado, tras declararse culpable en 2018, fue sentenciado en Chicago a 15 años de prisión por coordinar tráfico de cocaína y heroína de Colombia a Estados Unidos por vía marítima y aérea.
Al igual que su tío “El Rey”, fue testigo estrella en el juicio contra “El Chapo” y facilitó a la agencia antidroga información clave de los rivales, los hermanos Beltrán-Leyva, por lo que puede quedar libre en unos años. Pero el narcotraficante aseguró que su compadre “no es su enemigo”.
“El Vicentillo” asegura que su papá, “El Mayo” es el líder del Cartel de Sinaloa, reveló la periodista Anabel Hernández en el libro El traidor. El diario secreto del hijo del Mayo, donde expone la cooptación del cartel a miembros de la policía municipal, estatal y federal, militares e incluso de la DEA, y que su crecimiento económico se dio en Los Ángeles, California. “Mi papá decía que los sobornos han sido tan costosos, incluido al Presidente, que a fin de cuentas trabajamos para el Gobierno”, comentó.
“La Barbie”
Édgar Valdez Villareal, alias “La Barbie”, operador del cártel de los Beltrán Leyva, fue detenido en agosto de 2010 por la Policía Federal. El originario de Texas es recordado por sonreír durante su presentación a los medios. Tras ser extraditado en 2015, fue sentenciado a 49 años de prisión por una corte de Estados Unidos por narcotráfico y lavado de dinero.
El capo habría trabajado como informante de la DEA y del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos sin que tuvieran conocimiento sus jefes, socios o los funcionarios a los que pagaban presuntos sobornos, de acuerdo con un documento judicial de la Corte de Distrito Norte en Atlanta, Georgia, revelado por la periodista especializada Anabel Hernández.
La periodista mexicana dijo que “La Barbie” le envió una carta desde la prisión en noviembre de 2012, unos días antes de concluyera el gobierno de Calderón Hinojosa, donde describe no solo los millonarios sobornos que recibían García Luna, Luis Cárdenas Palomino, Facundo Rosas Rosas, Armando Espinosa de Benito, Ramón Pequeño y una larga lista, sino que incluso señala que el propio Calderón era el “que encabezaba reuniones de narcos”.
Edgar Veytia
El exfiscal general del estado de Nayarit, Edgar Veytia Cambero, alias “El Diablo”, fue arrestado en marzo de 2017 al ingresar a San Diego, Estados Unidos, por ayudar a cambio de sobornos en el contrabando de drogas de 2013 a 2017, en el sexenio de Enrique Peña Nieto y en el gobierno estatal de Roberto Sandoval, señalado de nexos con el cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y autoridades estadounidenses.
En septiembre de 2019 un juez estadounidense condenó al exfiscal a 20 años de prisión y cinco más bajo “vigilancia” por colaborar con narcotraficantes. A inicios de 2019 se había declarado culpable de distribución internacional de heroína, cocaína, metanfetamina y marihuana.
Las autoridades estadounidenses también alegan que utilizó su posición para obstruir las investigaciones y procesamientos de narcotraficantes en México, incluida la liberación ilegal de los acusados y el bloqueo de la detención de otros traficantes.