Los inmigrantes que con máscaras salvaron a Nueva York
Durante los peores meses de la pandemia, estos importadores coreanos de artículos electrónicos, fueron los que suplieron a la ciudad con los equipos de protección temporal
NUEVA YORK.- Cuando se asegura que los inmigrantes constituyen la columna vertebral de Nueva York, no sólo que la frase se queda corta, sino que es necesario ir al contexto para corroborar que, en realidad, son muchísimo más que eso: son esenciales y lo han confirmado en estos durísimos meses en que la pandemia de coronavirus ha golpeado a la Gran Manzana.
¿Dónde no han incursionado los inmigrantes? Han sido socorristas, enfermeros, bomberos, policías, repartidores de comida, sin cuyo aporte, la ciudad no hubiese podido salir adelante. Muchos han sido héroes anónimos, de los que nos enteramos ahora y quizá, de otros, no nos enteraremos nunca.
Ese es el caso de Daniel y John Lee, dos hermanos coreanos que durante la pandemia de COVID-19, no vieron sino la posibilidad de dar solidaridad a todos los neoyorquinos y con ese espíritu, mostrar su mejor versión como inmigrantes.
Ellos aseguran que son los proveedores de gran parte de los equipos de protección personal (PPE) que usan las agencias de la ciudad de Nueva York, los hospitales, centros de cuidados de salud como asilos de ancianos y guarderías, los bomberos y el departamento de policía.
La escasez fue un gran desafío
“Cuando fuimos el epicentro de la pandemia, hubo escasez de máscaras, batas, guantes, anteojos, protectores faciales, toallas desinfectantes, alcohol y gel antibacterial. Mi hermano y yo nos enfocamos en traer estos insumos para atender la emergencia de Nueva York, desde cualquier parte del mundo. Fue un gran desafío y lo logramos”, dijo Daniel Lee al narrar su experiencia.
Los lee son propietarios de la firma importadora Cowboy World Corp., localizada en el 28 West de la calle 27, en pleno corazón de Manhattan. Desde ese almacén, desde hace más de tres décadas distribuyen artículos de todo tipo al por mayor: desde pequeños juegos electrónicos, hasta electrodomésticos, juguetes, implementos de oficina, herramientas, así como teléfonos celulares, etc.
Mientras entrevistábamos a Lee en el interior del almacén había un ritmo frenético de clientes que entraban y salían con sus compras y pedidos. Por estos días nuevamente se ha disparado la venta de máscaras faciales debido al repunte de contagios en algunos vecindarios de la ciudad.
Las máscaras protectoras se han convertido en el producto estrella. Las tienen en más de 80 modelos y colores, para hombres mujeres y niños. Hay algunas de hasta cinco capas para proteger la salud del sistema respiratorio tanto en interiores como exteriores y entre ellas, por supuesto, la KN95 o N95, que han sido las máscaras más recomendadas por los organismos de salud durante la pandemia.
“Ayudar a nuestra gente”
“Vimos la necesidad de los hospitales, el desabastecimiento de las farmacias. Toda la ciudad empezó a sufrir por la falta de máscaras, guantes y antibacteriales. Nos propusimos como misión aprovechar nuestros contactos comerciales para garantizar que Nueva York contara a tiempo con estos suministros”.
Así explica Daniel Lee, cómo mientras muchos empezaron a acaparar los PPE para especular con los precios, él y su hermano vieron en la crisis de salud, la mejor oportunidad para devolverle a la ciudad algo en agradecimiento por haberlos acogido como inmigrantes y darles la oportunidad de convertirse en prósperos empresarios.
“No hemos pensado en obtener ganancias sino en servir a la ciudad en esta hora difícil. Todo lo que importamos, lo entregamos a precio de costo y también hacemos donamos a organizaciones comunitarias y entidades no lucrativas. Estamos seguros de hacer lo mejor por nuestra gente”, subraya entusiasmado Lee, al tiempo de aclarar que cuando dice “nuestra gente”, se refiere a los inmigrantes.
La conexión mexicana
Si bien la nómina de empleados en Cowboy World Corp. es de varias nacionalidades, la mayoría son de origen mexicano, y Lee explica por qué.
“Tenemos una conexión especial con México. Contamos con sucursales en Ciudad de México, en Guadalajara y en el borde de la frontera, en Laredo, Texas. México es un gran país y su gente es muy trabajadora y honesta”.
Lo que expresa el empresario, es confirmado por César Jiménez, el empleado mexicano encargado de la logística de entrega de todos los pedidos a través de la ciudad.
“Ellos son exigentes y, sobre todo, disciplinados. Creo que la química que hay entre coreanos y mexicanos es la mejor combinación para lograr buenos resultados. Lo que hemos hecho durante la pandemia es un esfuerzo que ha ayudado a sobrellevar la emergencia”, dijo Jiménez.
Lee concluyen diciendo que, contar con los mejores productos a los precios más bajos, es la clave de ser considerados los proveedores número uno en Nueva York de los insumos esenciales para ayudar a combatir la propagación de la COVID-19.