¿Cómo saber si tu carne molida se ha echado a perder?
La carne molida está más expuesta a que proliferen bacterias dañinas
Si la carne tiene un color grisáceo, no significa necesariamente que se haya echado a perder. Crédito: Pexels
La carne molida es muy común en las cocinas de Estados Unidos. Con ella se hacen una variedad de preparaciones, como hamburguesas, albóndigas y lasagna. ¿Cómo saber si está echada a perder? y ¿cómo evitar la carne contaminada?
Cuando la carne es molida, se expone una mayor parte de su superficie al aire, por lo que los organismos de descomposición tienen más espacio para adherirse a ella. También está más expuesta a que proliferen bacterias dañinas.
¿Descompuesta o con bacterias peligrosas?
Hay dos tipos de bacterias, las que causan deterioro y las bacterias patógenas.
Las bacterias que causan deterioro, generalmente no son dañinas, pero sí causarán que el alimento se deteriore o pierda calidad al desarrollar mal olor o se sienta pegajosa en el exterior.
Por otro lado, las bacterias patógenas son peligrosas, ya que pueden provocar intoxicación alimentaria. El deterioro hace que sea más probable que estén presentes en tu comida.
Las bacterias patogénas, son aquellas que te enferman, no se pueden ver ni oler en el alimento, según explica el Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria (FSIS).
Entre las bacterias que causan enfermedades se encuentran: Salmonella, Escherichia coli O157:H7, Campylobacter jejuni, Listeria monocytogenes y Staphylococcus aureus.
En una carne deteriorada hace aún más probable que estén presentes bacterias que te enferman, aunque estas también pueden estar en carne fresca.
¿Cómo saber si tu carne se echó a perder?
Olor y textura
Si la carne está pegajosa, viscosa, pegajosa o huele mal, estas son señales de descomposición y es mejor desecharla.
La carne fresca tiene un débil olor, mientras que la descompuesta tiene un olor rancio, podrido y picante. El olor cambia debido al aumento del crecimiento de bacterias de descomposición que también pueden afectar el sabor.
Color
El color de la carne a veces cambia. Depende de varios factores, como la exposición al oxígeno, la temperatura, la luz y también al crecimiento de microbios.
La carne recién cortada es de color violáceo. El oxígeno del aire reacciona con los pigmentos de la carne para formar un color rojo brillante que generalmente se ve en la superficie de la carne picada.
El FSIS señala que el interior de la carne puede ser de color marrón grisáceo debido a la falta de oxígeno que penetra por debajo de la superficie, sin que esto signifique necesariamente que esté en mal estado.
Si la superficie de la carne se ha puesto completamente marrón o gris o ha desarrollado moho, lo más seguro es que se ha estropeado y debas desecharla.
Ha estado demasiado tiempo en el refrigerador
La carne se puede descomponer aun en refrigeración, ya que solo se disminuye (no detiene) el crecimiento de bacterias. La carne molida de res debe congelarse o cocinarse dentro de los 2 días después de la compra.
Recomendaciones
Escoje un paquete que no tenga la envoltura rasgada y que se sienta frío al contacto.
Las bacterias se pueden multiplicar rápidamente en temperaturas entre los 40 y los 140°F. Refrigera o congela la carne molida de res tan pronto como puedas después de haberla comprado.
Al congelar la carne envuelve con plástico grueso, papel de aluminio o papel especial para congelador. Para una mejor calidad consume dentro de los primeros 4 meses. Anótales la fecha
Preferentemente, descongela la carne molida en el refrigerador. Para descongelar la carne más rápido puedes hacerlo afuera en agua fría.
Para descongelar en agua fría, coloca la carne en una bolsa de plástico y sumérgela, cambiando el agua cada 30 minutos. No vuelvas a congelar carne molida de res cruda descongelada en agua fría.
No dejes la carne molida a temperatura ambiente por más de 2 horas o una hora en climas muy calurosos.
Una vez cocinada, la carne molida se puede refrigerar de 3 a 4 días. También la puedes congelar y mantendrá su calidad al menos por 4 meses.
No comas carne cruda o medio cruda puede contener bacterias dañinas.
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