COVID-19 “salva” de la pena de muerte a convicta de arrancarle bebé del útero a embarazada en Missouri
La muerte por inyección letal fue pospuesta, y los abogados de Lisa Montgomery se disponen a pedir clemencia presidencial
La primera ejecución federal de una mujer en décadas fue retrasada en Indiana debido a que los abogados de Lisa Montgomery contrajeron la COVID-19.
La orden judicial firmada por el juez de distrito Randolph Moss le impide a las autoridades federales ejecutar con inyección letal a Montgomery, antes de que acabe el año.
La condenada, de 43 años, fue convicta de asesinar, en el 2004, a la embarazada Bobbie Jo Stinnett, de 23, a quien estranguló y le abrió el útero con un cuchillo para sacarle el bebé que cargaba.
Su ejecución estaba pautada para el 8 de diciembre.
Posible conmutación de sentencia
Sin embargo, la nueva decisión de Moss le otorga más tiempo a la defensa, compuesta por Amy Harwell y Kelley Henry, para preparar una petición de clemencia al presidente para ver si le conmutan la sentencia a su clienta.
Para el 24 de diciembre, los abogados deberán especificarle al juez si pueden completar la petición sin ayuda adicional.
Harwell y Henry indicaron en una demanda el jueves pasado que debido a que el fiscal general William Barr agendó la ejecución de Montgomery durante la pandemia, se vieron obligados a viajar y por ende se contagiaron con coronavirus.
Los representantes legales tuvieron que viajar de Nashville a Texas en dos ocasiones en octubre, y, nuevamente, a principios de este mes, a pesar de la decisión de su oficina de seguir las guías del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) para que trabajaran desde sus casas.
Ambos abogados arrojaron positivo a la prueba a principios de noviembre.
De concretarse la ejecución de Montgomery, sería la primera de una mujer a nivel federal en casi 70 años.
Para tratar de revocar la sentencia, la defensa ha citado el historial de problemas mentales de la convicta, así como los episodios de abuso sexual e incesto de los que fue víctima.
La acusada fue hallada culpable del secuestro que resultó en la muerte de Stinnett.
La convicta conoció a la víctima en persona luego de conversar por chat por un sitio conocido como “Ratter Chatter”.
La delincuente pretendió que estaba embarazada para ganar la confianza de la otra.
El 16 de diciembre de 2004 acordaron encontrarse en la casa de Stinnett, en Skidmore, para la compra de un perro “Rat Terrier”.
Pero, en lugar de lo anterior, la asesina estranguló a la víctima con una cuerda.
Tras sacarle la bebé a la embarazada con un cuchillo intentó sin éxito hacerla pasar como su hija.