Retrasar las elecciones, una papa caliente para Giuliani
Sin importar cuántas veces se cuenten los votos, ese resultado ya parece que no cambiará
Después de pasar años considerado como uno de los mejores alcaldes de la ciudad de New York, ahora Rudolf Giuliani está bajo la mira de sus colegas políticos y asesores abogados, que quieren cobrarle la incertidumbre, el tiempo de retraso y el reconteo de votos sobre las elecciones del 3 de noviembre en las que perdió su candidato y amigo Donald Trump.
Esos intentos podrían costarle caro y como una papa caliente caerle encima afectando incluso su futuro profesional, además de empañar el nombre que dejó como uno de los alcaldes más destacados de la Gran Manzana.
Se le reconoce a Giuliani su gestión por la crisis nacional tras los ataques a las torres gemelas, el 11 de septiembre del 2001 en el bajo Manhattan, por la que fue calificado como héroe, debido a su efectividad ante el mayor atentado de la historia de los Estados Unidos.
En cambio su defensa de Trump ahora lo deja casi frente al banquillo de los acusados. El ex gobernador de New Jersey, Chris Christie, en declaraciones a la cadena ABC News fue uno de los primeros en lanzar los dados sobre el equipo legal del presidente, al asegurar que parecían “una vergüenza nacional” por argumentar fraude sin pruebas sobre la elección de Joe Biden y Kamala Harris.
Sin importar cuántas veces se cuenten los votos, ese resultado ya parece que no cambiará.
Y como si le faltaran problemas a Giuliani por la derrota de su cliente, ahora desde el Congreso en Washington DC piden que sea sancionado, inhabilitado y que le quiten su licencia de abogado, por generar duras, retrasar el empalme y la transmisión del mando.
El Representante a la Cámara por New Jersey (D.) Bill Pascrel Jr. presentó quejas en cinco estados contra Giuliani y los 22 abogados del equipo legal, por presentar demandas que llamó frívolas y que supuestamente tergiversan el tema, debido a que defendió por varias semanas una teoría de conspiración que nunca pudo demostrar, intentado anular los resultados; en su concepto esa actitud erosiona la confianza de los electores y debería ser sancionada.
Pero como la historia sigue su manda, en el fondo lo que cuenta es que ya nada podría parar el hecho de que el próximo 20 de enero, Biden regrese a la Casa Blanca en lo que parece será el tercer mandato del Gobierno Obama, si tomamos en cuenta que el presidente electo está reciclando a sus colaboradores.
(La autora -que utiliza un pseudónimo- es una periodista radicada en Nueva York)