¿Existe el estrés bueno y el malo? Descubre sus distintos tipos

El estrés puede ayudarnos a ser más productivos o desbordar nuestras emociones

Estrés

No saber canalizar el estrés puede hacer que vivas en constante estado de ansiedad.  Crédito: Shutterstock

El estrés es esa sensación que funciona como un mecanismo de defensa o alarma que debería ayudar a tomar decisiones para nuestra supervivencia. Sin embargo, el sentir estrés en exceso pone en juego muchos aspectos de la salud física y mental.

Existen dos tipos de estrés que, si son canalizados bien, pueden ayudar a aprovechar esas sensaciones que hacen que las personas sean más productivas y evitar aquellas que ponen en riesgo la integridad.

De acuerdo con Vitónica estos dos tipos de estrés se conocen como eustrés y distrés. A continuación, te explicaremos cómo influyen en nuestras vidas.

El estrés bueno o eustrés: Ayuda a mejorar tu productividad

El estrés, en los niveles adecuados, puede ayudarnos a ser más productivos y lograr nuestras metas. Ahora bien, el eustrés es el que nos ayuda a lograr esto. Se le conoce también como estrés bueno.

Tiene esta categoría ya que es aquel que nos motiva a hacer las cosas de tal manera que nos queden bien. En estos momentos, antes de entregar algún trabajo o rendir en un examen, sentimos una sensación de nervios y al mismo tiempo de euforia.

Así, somos capaces de realizar un excelente trabajo. Este tipo de estrés al mismo tiempo nos motiva a dar lo mejor de nosotros mismos para recibir el reconocimiento que esperamos por dicha labor.

De hecho, cuando surge el eustrés, nuestro organismo libera un poco de adrenalina, y esta ayuda a mantenernos ocupados. En estos momentos tendremos más lucidez y seremos más creativos.

Además, el eustrés nos ayudará a adaptarnos a situaciones nuevas y afrontar los retos que generan este tipo de situaciones.

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La adrenalina liberada en los momentos de estrés, puede hacer que seamos más productivos. Fuente: Pixabay

Distrés, o cuando el estrés juega en nuestra contra

Sin embargo, hay una línea fina entre los dos tipos de estrés. En las situaciones en las que el estrés no nos permite ser productivos, ocurre que nos paralizamos, afectando de esta forma todas nuestras actividades.

El distrés genera una sensación de angustia que conduce a la ansiedad. Cuando la sensación de angustia es grande, nos afecta emocional y hasta físicamente. Es más, también interfiere en nuestras relaciones personales, y en situaciones extremas, podría conducir a la depresión y el suicidio.

Por eso es importante saber cuál es esa línea delgada que nos lleva de ser productivos a perder el rumbo y considerar que todo está perdido.

Cómo canalizar el estrés

Para canalizar el estrés debemos tener en cuenta diversos factores como el tiempo y el entorno. Si queremos cumplir con una asignación lo mejor es poner manos a la obra lo antes posible.

Así no le daremos cabida al estrés malo. Pero, si este empieza a colarse, debemos tomarnos un momento para relajarnos y despejar la mente. Tomar paseos cortos o ir a sitios que estimulen nuestra creatividad nos ayudará a canalizar estas sensaciones.

Pero, si no es posible canalizar estas emociones y comenzamos a sufrir de ansiedad, entonces no hay que dudar en buscar la ayuda de un experto.

Ir a terapia es importante para identificar cuál es el problema y así contar con las herramientas necesarias para canalizar el estrés malo, para que de esta forma se pueda ser más productivos y estar bien con nosotros mismos.

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