Las subidas de peticiones de colecta por desempleo reflejan el deterioro económico
1.3 millones de personas solicitaron por primera vez la ayuda por falta de trabajo, 276,000 más que la semana anterior
La COVID está robando oxígeno a la economía y el Congreso no está proveyendo de medicina para limitar el daño. La situación empeora semanalmente.
La semana que acabó el 5 de diciembre 1.3 millones de trabajadores solicitaron cobrar por primera vez la colecta o seguro de desempleo. De ellos, 853,000 lo hicieron por el seguro regular, 137,000 más que en la semana anterior. El resto 428,000 personas solicitaron la asistencia especial para la pandemia (PUA) para freelancers, contratistas independientes o trabajadores de la economía gig a la que no cubre el seguro de desempleo tradicional.
También subió el numero de solicitantes del PUA. Entre todos 276,000 personas más han solicitado esta ayuda con respecto a la semana anterior lo que deja la cifra total rondando las que se registraban en septiembre.
El deterioro de la situación económica llega, y no es coincidencia, con un grave aumento de la situación epidemiológica que rompe récords todos los días en el país en términos de contagios, hospitalizaciones y muertes. La demanda está cayendo, el desempleo subiendo y los pequeños negocios están cada vez más amenazados.
Y llega, no siendo tampoco una coincidencia sino un resultado, con la falta de atención que precisa la situación en la que están millones de americanos y una economía que está camino de sufrir una doble y dolorosa recesión.
Los beneficios PUA y las extensiones de la colecta de desempleo finalizan el 26 de diciembre y puede afectar a 13.4 millones de trabajadores. Más de 19 millones de personas están cobrando una ayuda de desempleo en estos momentos, el año pasado por estas fechas era una situación que afectaba a poco mas de 1.5 millones de trabajadores.
Estímulo eficiente
El seguro de desempleo es uno de los estímulos más eficientes para la economía. Los economistas de el Economic Policy Institute explican que reinstaurando y ampliando los beneficios se pueden crear más empleos en un momento en el que los trabajadores están abandonando la posibilidad de tener un puesto de trabajo.
Las cifras de desempleo correspondientes a noviembre muestran que había 26.1 millones de desempleados o personas sin empleo por el virus.
Sin un estímulo, que sigue atascado en Washington a pesar de que el reloj marca las últimas horas del año, las comunidades latina y negra volverán a ser las más perjudicadas.
El estímulo que se está tratando de negociar en el Senado se considera de transición por los demócratas y por el Gobierno que tomará posesión el 20 de enero. Tiene un coste público de $900,000 millones y no contiene cheques directos de estímulos. Las negociaciones están encalladas porque el líder republicano Mitch McConnell demanda que se incluya que se exima de responsabilidad a los empresarios por los casos de COVID dentro de las empresas a cambio de que haya transferencias de dinero a estados y municipios.
Mientras se levantan muros en el camino una serie de directivos de empresas, como Kevin Johnson de Starbucks, Doug McMillon de Walmart y Chris Kempczinski de McDonalds han pedido por carta o en entrevistas que se llegue a un acuerdo.