En NYC se ’empieza a hablar’ la misma lengua de varios pueblos indígenas latinoamericanos debido al COVID-19
El coronavirus ha sido muy 'agresivo' con estos inmigrantes que no hablan español. Una organización de base al sur de El Bronx, en conexión con las autoridades de Salud, crean mensajes de prevención en su mismo idioma
Vinieron de pequeñas y apacibles poblaciones de Centroamérica y Suramérica a la ruidosa ciudad de los rascacielos, anhelando un mejor destino. En su mayoría no hablan inglés, pero tampoco español. Se trata de diversas comunidades indígenas inmigrantes en la Gran Manzana, que posiblemente padecieron el lado más oscuro de la pandemia este año que termina. Y, precisamente, esta tragedia de salud pública los empieza a visibilizar.
“Centenares de inmigrantes de nuestros pueblos originarios de México, Honduras, El Salvador y Guatemala, solo por mencionar algunos, se comunican solo en sus lenguas nativas. Muchos de ellos, prefieren estar ocultos por miedo. Ser invisibles es una forma de sobrevivir. Pero la lucha contra el COVID-19 implica que nadie se mantenga al margen de las políticas de Salud”, dijo Jairo Guzmán, presidente y fundador de la Coalición Mexicana, una organización que promueve enlaces para empoderar a familias en el sur de El Bronx.
Solamente en la Gran Manzana hay cerca de 30,000 mexicanos que no hablan español, solo mixteco, un idioma indígena mayoritariamente de nativos de Oaxaca, Guerrero y Puebla.
De acuerdo con cifras extraoficiales desprendidas del Consejo de Pueblos Indígenas instalado en Nueva York la semana pasada, por lo menos 250,000 residentes de la ciudad se comunican casi de manera absoluta en lenguas originarias milenarias como Mixteca, Quiché y Kichwa.
Este grupo inmigrante, cuando apareció el coronavirus, difícilmente pudo dejar sus medios de sobrevivencia en las calles de la ciudad, bien sea repartiendo comida o participando en jornadas de limpieza y desinfección, además de otras labores que se convirtieron en esenciales.
Allí fue el momento en que el nuevo patógeno los empezó a atacar, y lo que fue peor, la mayoría de ellos no tenía información clara sobre qué hacer ante un enemigo que está muy cerca. Además, es potencialmente asesino.
‘Yo hablo garifuna’
La historia del hondureño indocumentado, ‘Luis Villas’ de 28 años, un trabajador de la construcción residente de Corona da muchas luces sobre las dimensiones del drama por el cual transitaron, desde la pasada primavera, muchas familias indígenas residentes de los barrios más pobres de El Bronx, Brooklyn y Queens.
“Yo trabajaba en la limpieza de escombros de una construcción en Brooklyn. Vivo en un sótano con otros hermanos hondureños. Nos enfermamos por allí por el mes de Mayo. Estuvimos mal. Por miedo, decidimos quedarnos encerrados. No sabíamos nada de hospitales, ni qué hacer. Un compañero que habla español nos dijo que mejor no nos moviéramos porque en las emergencias nos podía esperar ‘La Migra’”, contó.
Luis quien llegó al país hace dos años, luego de cruzar la frontera, no habla español, tampoco inglés. Se comunica solo en ‘garifuna’ una lengua hablada en la costa atlántica de Honduras, Guatemala y Nicaragua.
Como este inmigrante, centenares de afectados por COVID-19 provenientes de pueblos indígenas de América Latina, nunca pudieron entender la campaña de prevención compartida por el Departamento de Salud de la Ciudad (DOHMH) en más de 35 idiomas. Mucho menos los mensajes de la Ciudad que indicaban que no había razones para que el estatus migratorio fuese una razón para evadir las atención hospitalaria.
Ayudando a vencer el miedo
La Coalición Mexicana, en sinergia con el DOHMH y la red de hospitales públicos de NYC Health+Hospitals, cuando detectó este ‘abismo comunicacional’ que mantenía en la sombra y con un alto porcentaje de infectados a este grupo de inmigrantes de Nueva York, empezó a establecer contactos con promotores de salud y activistas que podían diseñar mensajes en varias de estas lenguas nativas, también acercarlos a los programas de prevención. Y más recientemente a las pruebas masivas de descarte.
“El desafío en el futuro es tener a este segmento de residentes de Nueva York educados sobre la pandemia, en sus propios idiomas y garantizar que puedan vacunarse con confianza”, sostuvo Jairo Guzmán de la Coalición Mexicana.
El activista recuerda que detrás de esta crisis de salud pública persiste el pánico causado por la retórica anti inmigrante de la Administración Trump, pero también empezó a surgir más información acerca de cómo vivían estos grupos en la Gran Manzana.
“Ya antes de la crisis de salud pública se observaba niveles preocupantes de inseguridad alimentaria y de acceso a servicios de salud en estos segmentos, que en su gran proporción no cuentan con educación formal. Son una clase trabajadora valiosa que el COVID-19 ayudó a visibilizar”, acotó.
Además de mensajes concebidos en sus lenguas ancestrales cuyo acceso es incluso muy limitado en las ciudades de sus países originarios, las autoridades de Salud se han planteado diseñar y facilitar material impreso en esta gama de idiomas autóctonos, en medio de la batalla de la segunda ola del coronavirus en la ciudad de Nueva York.
Pero en esta estrategia hay otras limitantes.
“Hemos detectado que la mejor vía para poder alcanzar a estos grupos es a través de videos informativos compartidos en redes sociales, especialmente a través de redes de Whatapps, porque en algunos casos no saben leer ni escribir”, resaltó Guzmán.
Derribando mitos
La Coalición Mexicana ha trazado una larga ruta para reiterarle a estas comunidades, a través de traducciones y comunicaciones muy específicas, que ‘no están solas’ y que solo venciendo el miedo podrán incorporarse y navegar en los servicios que ofrece la Ciudad.
Esta experiencia además ha sido una puerta que difícilmente hubiese sido fácil abrir para asesorías legales gratuitas para quienes aplican a la Acción Diferida de Llegados a la Infancia (DACA) y al Estatus de Protección Temporal (TPS).
“El acceso a contenidos en su propia lengua vence muchos mitos y miedos. A muchos de ellos les daba terror ir a un hospital o hacerse la prueba del COVID-19, porque los rodeaba una narrativa falsa de que todo se trataba de una trampa para ponerlos en manos de las autoridades de inmigración”, compartió Guzmán.
Una comunidad de sobrevivientes
La inmigrante Patricia Vinueza, de 38 años y perteneciente a la comunidad Kichwa Otavalo de la sierra ecuatoriana, encontró en la ciudad de Nueva York una nueva casa hace cuatro años, hoy es una activista por la defensa de los movimientos indígenas que describe que al cierre de este fatídico 2020 es momento de ampliar el eco de los pueblos originarios que viven en esta ciudad, trabajando de manera honesta.
“Esta pandemia nos golpeó con fuerza, primero en la salud y después en nuestra economía. Gran parte de nuestros hermanos son artesanos y vendedores que la cuarentena no les permitió seguir produciendo. Aunque no contamos con un número exacto, mucha de nuestra gente murió, porque entre otras cosas no tuvieron acceso por muchas razones al sistema de salud”, narró
Patricia sabe de lo que habla. Lo vivió en carne propia.
La inmigrante cuenta que cuando se contagió de COVID-19, al igual que su esposo, decidió no abandonar su casa y apelar a la medicina ancestral de dieta y vegetales.
“No tenía con quien dejar mis hijos. Para mi acudir a un hospital y que me dejaran interna era lo mismo que abandonarlos. Entonces me conecté con mis remedios naturales, vaporizaciones de romero, tomillo, ajo y limón y así vencimos el virus”, detalla la ecuatoriana.
Asegura que en la ciudad de Nueva York apenas se empiezan a dar algunos pasos para visibilizar a comunidades absolutamente marginadas.
Clave en el fin de la pandemia
Ya van 10 meses desde que esta ‘torre de babel’ que es la ciudad de Nueva York enfrenta una pandemia en donde la comunicación oportuna y la educación es clave. La pregunta es cómo lograrlo rápidamente en una urbe en donde se hablan más de 637 lenguas y dialectos.
El Dr. Torian Easterling, primer subcomisionado de DOHMH tiene parte de esta respuesta: las organizaciones de base comunitaria
“Organizaciones como la Coalición Mexicana son mensajeros confiables y expertos en cómo llegar a los residentes locales. Estas asociaciones en conexión con la participación impulsada por la comunidad y las estrategias de mensajes de salud pública ayudarán a poner fin a esta pandemia, además servirán como modelo para las colaboraciones comunitarias en el futuro”, consideró a El Diario el funcionario.
Lenguas indígenas en NYC
- 5 son las lenguas nativas indígenas que más se hablan en la Gran Manzana: Mixteco (México), Garifono (Centroamérica) Quiché (Guatemala) y Kichwa (Ecuador).
- 560 lenguas indígenas se hablan en América Latina y El Caribe.