Automatización y capacidad de análisis caracterizarán el futuro del trabajo
La pandemia ha acelerado cambios y la desigualdad no remitirá sino hay acciones específicas
La demanda por cubrir puestos en ventanillas de bancos, en gestión de correos, contables, asistentes e incluso analistas financieros o especialistas en recursos humanos se va a reducir en el futuro. En su lugar, especialistas en digitalización, en Internet, en nubes de información, gestores de proyectos, especialistas en maquinaria y robótica disfrutarán de un mayor abanico de oportunidades.
Es parte de las conclusiones a las que llega el tercer informe sobre el futuro del mercado laboral publicado por el World Economic Forum. Este informe mantiene que la pandemia ha cambiado muchas de las formas de trabajo y se contempla la flexibilización desde una nueva perspectiva sobre todo en lo referente al trabajo fuera de las oficinas.
Pero hay otros avisos sobre las características de un mercado de trabajo que seguirá sin resolver el reto de la desigualdad.
Es más, los economistas y expertos laborales que han trabajado en este análisis señalan que si no hay esfuerzos proactivos las desigualdades van aumentar debido al doble impacto de la recesión que ha provocado la pandemia y el impacto de la tecnología. Trabajadores de bajos ingresos, mujeres y jóvenes han sido los más impactados en este sentido.
Lo que se pone de manifiesto es que la fuerza laboral se va a automatizar más rápido de lo esperado y es algo que va a afectar a 85 millones de empleos en los próximos cinco años. La adopción de nuevas tecnologías va a afectar a empleos y capacidades necesarias para que los trabajadores desarrollen sus tareas.
Se espera que casi la mitad de las empresas reduzcan sus plantillas por la integración tecnológica y que se usen contratistas especializados para ciertas tareas. “En cinco años los empleadores dividirán las tareas casi por mitad entre humanos y máquinas”, explican.
La tecnología no solo destruye empleo, también lo crea y se estima que sea unos 97 millones de trabajos nuevos en campos como la inteligencia artificial, creación de contenido, economía medioambientalmente estable, computación en la nube. Se mantiene la importancia de la interacción humana en mercadotecnia, ventas y producción creativa pero se premia a quienes sean capaces de trabajar rodeado y para una diversidad cada vez mayor.
Así pues los talentos que más se van a demandar son: el pensamiento analítico y la capacidad para solucionar problemas, la creatividad y la flexibilidad.
Los negocios que quieran competir van a tener que invertir en formación continua de sus empleados en los próximos años porque la mitad van a tener que actualizar las capacidades. Además el sector público va a tener que hacer lo mismo para quienes no pueden encontrar trabajo con capacidades que han perdido relevancia.