NYPD lanza programa para ayudar a repartidores de NYC a recuperar bicicletas y motos eléctricas robadas
Tras confirmar el aumento en los hurtos de estos vehículos de trabajo en NYC que usan cientos de "deliveries", la policía anunció un plan de registro, pero genera dudas y temor entre muchos inmigrantes
En diciembre pasado José Fernández despidió el año con lo peor que le podía pasar después de tantos dolores de cabeza que le dio el 2020, que según dice, no vale la pena recordar.
El repartidor de comida, quien trabaja mayormente en Queens y Brooklyn, llegó hacia las 4:00 de la tarde a su casa en Astoria, para almorzar y usar al baño, porque aunque resulte difícil de creer, en los restaurantes donde recoge comida en la Gran Manzana, les niegan ese servicio a los repartidores.
El trabajador de 35 años, dejó amarrada su motocicleta eléctrica azul, con la que se ganaba la vida. Le puso dos cadenas gruesas y dos candados enormes, y la estacionó al lado de su edificio, pero media hora después, cuando salió a seguir su rutina de trabajo, la moto ya no estaba. Se la habían robado: la tercera en menos de un año.
“Me dio mucha rabia. Me quedé en un segundo sin sustento y sin mi herramienta de trabajo. Es muy feo saber que uno está trabajando de manera honesta, partiéndose el lomo, siete días a la semana, desde muy temprano hasta bien tarde en la noche, arriesgándose, y que lo vengan a robar a uno así”, comenta con mucha tristeza y frustración el colombiano, quien comentó que debió endeudarse con un compañero para poder comprar otra moto dos días después. Y la deuda no es cualquier pelo de gato.
“Una moto de esas vale $1,100, más las baterias de litio que valen $600, y los candados y las cadenas, que suman más de $100, osea que los rateros me dieron un golpe de casi $2,000. Y aquí nadie le dice a uno: ‘vamos a ayudarte porque eres trabajador esencial’ ni uno tampoco ve que la policía tome en serio estas denuncias, porque como no son vehículos con placa ni registro, entonces dicen que cómo van a poder buscarlas, así que mejor uno ni pierde el tiempo reportando”, agrega el “delivery”.
John Rodríguez, quien trabaja con una aplicación de entrega de comida en Manhattan, vivió una historia similar.
El joven de 23 años estaba llevando una orden a un piso alto en un edificio, cerca de la Segunda Avenida, dejó su bicicleta eléctrica, encadenada, al frente del lugar, y cuando bajó, en menos de dos minutos, ya no estaba. Se la robaron.
“No me tardé nada y lo único que vi fue un pedazo de la cadena cortada. El velador del edificio me dijo que había visto que la habían cortado dos tipos con unas tijeras enormes, y no hizo nada. Nadie hace nada cuando nos roban, a nadie le importa”, dijo el mexicano, agregando que le han dicho algunos compañeros, que en Flushing y en Jamaica, los ladrones tienen sitios donde venden todo lo que se roban, y advirtió con pesar, que la policía no hace nada. “Esas bicicletas valen más de $1,800 y cuando te la roban, no tienes más opción que comprar otra, porque si no, nos quedamos sin chamba. ¿Y hacer un reporte?, No vale la pena, y menos en Manhattan. Nunca más iré por allá al precinto. Con el primer robo que me hicieron fui a que me ayudaran, y me trataron como si yo fuera el ladrón y no el agraviado”.
Y sobre el método que muchos ladrones estarían usando para robar motos electricas y bicicletas, Mario Godines, quien también fue víctima del hurto de su moto en Long Island City, el mes pasado, asegura que lo tuvo ante sus ojos tras observar un video de las cámaras de seguridad donde ocurrió el hurto. Allí, supo que los delincuentes están “trabajando” en grupo, acompañados por autos.
“Yo vi un carro, un Altima, haciendo doble parqueo cuando detectaron mi moto, luego se acercaron disimuladamente a ver que no sonara ninguna alarma. Un tipo miró alrededor y luego vino otro con unas tenazas gigantes, rompieron la cadena a plena luz del día. Luego uno de ellos se regresó al coche, mientras el otro se montó en mi moto, la puso directa y arrancaron por lados contrarios. Así me robaron a mí, y así me han dicho muchos compañeros que los han robado”, narró el trabajador.
Historias como estas son solo un par de las cientos o miles que viven repartidores en los cinco condados cada año, en un delito que según reveló el propio NYPD, va en aumento, y las detenciones en bajada, como parte de delincuencia común y no grupos organizados.
Entre marzo y septiembre del año pasado, según cifras de la Uniformada, se reportaron 4,477 robos de bicicletas y 204 arrestos, mientras que la cifra en el mismo período del 2019 fue de 3,507 robos y 343 detenciones.
El NYPD advirtió que ese consolidado se refiere a bicicletas hurtadas en general y no solo a bicicletas robadas a repartidores. Sobre las motos eléctricas, que una amplia mayoría de deliveries usan, mayormente en Brooklyn, Bronx y Queens, y que en palabras de un trabajador están siendo cada vez más “dulces para robar“, el NYPD no suministró estadísticas sobre esos hurtos.
Y en su afán por hacerle frente a esta problemática delincuencial en Nueva York, el NYPD anunció la implementación de un programa de registro de bicicletas y motos eléctricas (conocidas como scooters en inglés), que se había iniciado de modo piloto a finales del año pasado en algunos vecindarios, a fin de que cuando se reporte un hurto los oficiales puedan tener más elementos para hacerle rastreo a los casos y eventualmente recuperar los vehículos.
“El programa de registro de bicicletas está cambiando y se llamará ‘Operación de Identificación’. Las bicicletas eléctricas y scooters legales son elegibles para el programa de registro”, aseguró el sargento Edward Riley, vocero del NYPD.
El agente explicó que quienes estén interesados en registrar sus motos eléctricas y bicicletas en el programa, pueden acercarse al comando de policía más cercano, con total confianza, incluso si no hablan inglés, pues pueden solicitar servicio de traducción. Sobre el temor de algunos trabajadores inmigrantes por tener que suministrar datos personales, Riley destacó que no hay nada que temer, y recordó que el NYPD no comparte información con autoridades federales ni ‘la migra’.
“Estos trabajadores no deben temer ir al NYPD. Les queremos reafirmar que están seguros, que sabemos que viven aquí como el resto de los neoyorquinos y sabemos que están tratando de hacer una vida y el NYPD está para ayudarlos“, mencionó el vocero del NYPD .
Para la registración en el programa, los interesados deberán llenar un formulario con el número serial del vehículo, su nombre, su número de teléfono y la dirección de su casa o del restaurante donde trabajan, para tener contacto en caso de que aparezcan sus bicicletas y motos.
“Insisto en que no hay nada que temer. Estos son datos básicos que pedimos para hacer identificable el reporte”, dijo Riley. “Nosotros, como NYPD, NO preguntamos estado migratorio”.
El oficial también hizo un llamado para que se reporten los incidentes de robo tan pronto como ocurran, llamando al 911, a fin de que haya más posibilidades de que la policía pueda reaccionar y comunicarse con sus patrullas. También pueden solicitar ayuda a los oficiales comunitarios de los precintos o los miembros de las unidades de prevención de crimen para compartir información o solicitar reuniones para discutir las preocupaciones.
“Si esperan a que pasen las horas o los días, se hace mucho más difícil rastrear el vehículo robado. Queremos que la gente sepa que nosotros haremos todo lo que está en nuestro poder para tomar evidencia, conducir una investigación y si tienen datos como el número de placa de algún carro involucrado, podemos hacer seguimiento”, comentó el oficial. “Cuando llamen mencionen algún elemento identificable de sus bicicletas
El NYPD insiste en que se proporcionarán traductores a quienes no hablen inglés y que oficiales de habla hispana en el lugar responderán.
Ligia Guallpa, directora de la organización Proyecto de Justicia Laboral, que trabaja en un plan para organizar a los repartidores de Nueva York, a fin de luchar por el respeto a sus derechos, confirmó que el robo de motos eléctricas y bicicletas es otro de los tantos problemas que enfrentan los llamados “deliveristas”. Al mismo tiempo calificó el plan de registro del NYPD como un buen comienzo, pero, siempre y cuando haya interes real de la policía por ayudar a los trabajadores y que no se quede en un mero registro.
“A algunos compañeros les parece algo positivo, y sí creemos que pudiera ayudar a facilitar e identificar donde están las motos y bicicletas robadas, pero aparte de registrar las motos lo importante es que se tome acción, pues muchas de las denuncias ya registradas se quedan en simples reportes y la policía no invierte recursos en buscarlas y no sabemos que va a pasar con aquellos a los que ya les han robado las bicicletas”, comentó la activista.
Asimismo, Guallpa pidió al NYPD que trabaje sus programas de manera conjunta con organizaciones como el Proyecto de Justicia Laboral, a fin de poder educar más a los trabajadores sobre estas opciones.
“El problema es que parece que cada precinto hace diferente el proceso de registración y quisiéramos que hubiera más claridad en los requisitos. Hace falta educar sobre qué realmente significa este programa de registro y como puede mejorarse la prevención y asegurarse de que la comunidad no va a tener desconfianza y temor, y que van a facilitarse las cosas, pues hay precintos que piden recibos de compra y pago, y el problema es que muchos compraron sus bicicletas hace mucho y no guardaron el recibo”, agregó Guallpa.
Finalmente, la defensora de los trabajadores destacó que hay que planear bien qué datos se solicitan, pues dijo que en la realidad, muchos inmigrantes no quieren compartir su información por miedo a que terminen en manos federales.
“Hay que repensar lo que se va a pedir. Muchos trabajadores no quieren darle esa información a la policía, porque no confían ni saben a dónde va a parar. Por ejemplo, la dirección personal no debería pedirse y pudiera cambiarse por una direcciónde algún centro de trabajadores para que nos contacten aquí si encuentran los vehículos. Lo más importante ahora es construir confianza”, concluyó la activista.
Tras comprar su nueva moto eléctrica y enterarse del programa, el repartidor José Fernández, coincidió con varios de sus “compañeros de causa” y dijo sentir temor de tener que dar datos personales para registrar su vehículo y dijo que prefiere esperar unos meses a ver resultados del plan de registro.
“Voy a hacer como con la vacuna del COVID, voy a aguardar unos meses a ver que hace de verdad la policía. Si veo que de verdad ayudan a encontrar las motos robadas y que los compañeros están seguros, me registro, pero mientras tanto, mejor compré cadenas más gruesas y una alarma ruidosa para que no me vuelvan a robar”, comentó el trabajador.
Puntos a tener en cuenta recomendados por el NYPD
- El NYPD no pregunta estatus migratorio en ninguna circunstancia para hacer reportes o registros
- Es bueno anotar las marcas particulares que identifiquen sus vehículos y los números de serie
- Si es víctima de robo, llame de inmediato al 911
- Si ve al ladrón de sus vehículos proporcione una descripción, y revele si se usó un arma y de qué manera huyó del lugar
Los repartidores en cifras
- 100,000 se calcula el número de repartidores de Nueva York, según el Proyecto de Justicia Laboral
- 50,000 era el número de repartidores que se estimaba en 2015
- 100% ha aumentado el porcentaje de repartidores, muchos de ellos indocumentados
¿Cómo sumarse al grupo de repartidores del Proyecto de Justicia Laboral?
- Los “deliveristas” interesados en sumarse a las labores de organización laboral pueden enviar un e-mal al: repartidoresunidos@workersjustice.org
- También pueden llamar al (646) 951-4769
- En Facebbok pueden encontrar información sobre el Proyecto de Justicia Laboral en este enlace: https://www.facebook.com/workersjustice.org/
- También a través de este enlace hay otro grupo de repartidores: https://www.facebook.com/RepartidoresDeComidaEnNewYorkFoodDeliveryInNewYork/