¿Por qué cada vez más ciclones tropicales tocan tierra?
Las trayectorias han cambiado en los últimos años, una situación que preocupa
Los ciclones tropicales se están acercando a tierra firme a medida que sus trayectorias se desplazan hacia el polo y el oeste, según un nuevo análisis estadístico del Imperial College de Londres.
Los resultados, publicados en Science, podrían anunciar un aumento del riesgo de estas tormentas dañinas para las poblaciones costeras de todo el mundo. Los ciclones tropicales son uno de los desastres naturales más devastadores y costosos y en la actualidad, casi un tercio de la población mundial reside a su alcance.
Recientemente, se ha observado que estas tormentas son cada vez más fuertes y se producen en latitudes más altas que en el pasado. Aunque se cree que los efectos del cambio climático provocado por el hombre impulsan estos cambios, su posible impacto en las zonas costeras sigue sin estar claro.
Comprender estas tendencias es crucial para calibrar mejor cómo puede cambiar el riesgo de ciclones tropicales en las costas en el futuro. Por ello, los investigadores Shuai Wang y Ralf Toumi han estudiado la actividad global de los ciclones tropicales durante el periodo 1982-2018 y han descubierto que, además de su migración hacia los polos, la actividad de los ciclones se ha ido acercando a la tierra en todo el mundo.
Según sus resultados, la distancia entre el punto de máxima intensidad de cada tormenta y la tierra ha disminuido aproximadamente 30 kilómetros por década. Además, la fracción de ciclones tropicales que entran en las regiones costeras -definidas como la zona de alta mar con una distancia a la tierra más cercana inferior a 200 kilómetros- también ha aumentado cada década, afirman.
Wang y Toumi han descubierto un desplazamiento hacia el oeste en las trayectorias de los ciclones tropicales. La actividad de los ciclones tropicales se está desplazando hacia el oeste en el Pacífico occidental, el Pacífico oriental y el norte y el sur del océano Índico, dicen.
Aunque las razones subyacentes de estos desplazamientos siguen sin estar claras, los autores sugieren que podrían deberse a variaciones en los sistemas de circulación atmosférica a gran escala de Walker y Hadley.