Se somete a prueba de ADN para dar con sus verdaderos padres y descubre una terrible verdad
Descubrir quién era su verdadero padre le causó mucho conflicto, pues jamás se imaginó que se tratara de un asesino buscando desde hace décadas por el FBI
Durante 63 años, tuvo la inquietud de saber quiénes eran sus verdaderos padres. Crédito: Shutterstock
Fue hace 63 años cuando llegó a este mundo una mujer llamada Kathy Gillcrist, quien por azares del destino, no creció al lado de sus padres biológicos, ya que por cuestiones desconocidas, estos decidieron darla en adopción y fue una familia del sur de Boston quien la acogió como su hija en el seno de su familia.
Según informa The Washington Post, Kathy, a pesar de recibir toda la atención y cariño de sus padres adoptivos siempre sintió curiosidad por saber quiénes eran sus verdaderos padres.
Gracias al avance de la tecnología y tras años de ahorro, esta mujer se sometió recientemente a una prueba de ADN con el conocido examen 23andMe, el cual lleva a cabo el análisis mediante una prueba de saliva.
En un principio, Gillcrist no obtuvo la respuesta esperada, ya que con los resultados solo pudo contactar a una prima lejana llamada Susan Gillmor, que vive en Maine y que, curiosamente, se dedicaba a la genealogía, por lo que le brindó su ayuda para encontrar información sobre sus padres biológicos.
Luego de 3 años de intensa búsqueda, Susan logró conocer cuál era el nombre del padre de su primera, un hombre llamado William Bradford Bishop Jr. Al principio, Kathy se extrañó, en primera porque en su acta de nacimiento y papeles de adopción aparecía otro nombre respecto a los datos de su padre biológico, y en segunda porque el hallazgo de Susan coincidía con el de un famoso asesino de los años 70 y que el FBI ha estado buscando durante 45 años, sin tener rastro alguno de él.
“Yo solo me reí… En mi familia adoptiva tenemos un gran sentido del humor y yo pensé… ‘claro, mi padre es un asesino'”, contó Gillcrist a la televisora WECT.
La cruda verdad de enterarse que era hija de un asesino
Bishop Jr. está acusado de haber acabo con la vida de quien fuera su esposa, la madre de esta y a 3 de sus hijos en 1976. La madre biológica de Kathy habría tenido un romance con él en 1957 y quedó embarazada; 2 años después, él se habría casado con la mujer a la que asesinó.
Gillcrist no podía creer que fuera la hija de un asesino; sin embargo, cuando vio las fotos de sus medios hermanos, quedó impactada al ver que eran muy parecidos a sus hijos.
Además, también se enteró que tenía 2 medias hermanas por parte de su madre, quienes desconocían sobre su existencia. Tardaron 6 meses en poder tener contacto y conocerse.
Para superar esta realidad, Gillcrist relató sus descubrimientos en un libro titulado “It’s in my genes” (“Está en mis genes”), reconociendo que le intriga saber qué fue de su padre.
