Muere luego de haber sido castigado con 300 sentadillas por no seguir las medidas contra el coronavirus
El joven de 28 años indicó que las autoridades les hicieron repetir la serie de sentadillas porque la gente detenida no las hacía de forma sincronizada
Muchos gobiernos de distintos países han implementado distintas medidas con la intención de frenar la pandemia de coronavirus. En algunos sitios las sanciones son morales pero en otras pueden implicar alguna sanción económica o física.
Además del uso de las mascarillas y otras recomendaciones sanitarias, algunos gobiernos han aplicado el llamado toque de queda con la intención de que la gente permanezca en casa lo más que pueda y sobre todo, evitar salidas nocturnas a sitios en donde podría haber aglomeraciones.
Filipinas es una de las naciones que impuso desde hace ya un tiempo el toque de queda como medida anti COVID, el cual ha cobrado recientemente la vida de una persona, y todo por un castigo físico al que fue sometido por saltarse la ley.
De acuerdo al medio local Rappler, un hombre de 28 años identificado como Darren Manaog Penaredondo murió el pasado 3 de abril en la ciudad de General Trias luego de que se saltara el toque de queda y hubiera sido sorprendido por un policía, el cual, a manera de castigo, lo habría obligado a hacer 300 sentadillas.
En Filipinas, el toque de queda inicia a las 18 horas (tiempo local) y según un familiar de Darren, este habría tenido que salir a esa hora de su casa para comprar agua. Justamente en ese momento, la policía se encontraba haciendo un rondín y lo detuvieron a él y a otras personas.
Luego, el hombre y los demás arrestados fueron llevados a una plaza pública, en donde se les obligó a hacer 100 sentadillas, serie que repitieron en un par de ocasiones al no estar las personas sincronizadas al momento de hacer el ejercicio.
Penaredondo y los demás terminaron haciendo un total de 300 repeticiones.
Darren volvió a casa a la mañana siguiente, contándole a su familia lo que le había ocurrido y quejándose de un fuerte dolor en las rodillas y muslos.
“Todo ese día luchó por caminar, se arrastraba por el piso y le costaba levantarse. Cuando pidió ayuda para ir al baño, empezó a tener convulsiones, su rostro se puso violeta y su corazón dejó de latir”, explicó uno de sus familiares en un post en Facebook.
Luego de esto, Penaredondo fue trasladado a un hospital en donde permaneció en coma, pero falleció al día siguiente.
El alcalde de la ciudad envió sus condolencias a la familia y aseguró que se encuentran investigando el caso para así poder determinar si su muerte estuvo relacionada al castigo al que fue sometido.