El mensaje de Stephanie Salas tras el cuarto capítulo de la serie de Luis Miguel
La mamá de Michelle Salas se expresó en sus redes sociales dando a entender que lo que se ve en la tira es mentira
Cada domingo, después del estreno del capítulo semanal de la segunda temporada de Luis Miguel, la serie, el público se queda preguntando cuáles de los hechos que se muestran en la tira son verídicos y cuáles ficciones.
El episodio cuatro gira en torno a la relación entre el “Sol de México” y su hija Michelle Salas, pero según los picantes posteos de Stephanie Salas, madre de la joven, las cosas no habrían sido tal como se describen en la ficción.
Una de las escenas más dulces se dio cuando la pequeña Michelle, de seis años, encontró en la casa de su papá un libro en italiano con la historia de Pinocho, el cual le había regalado su abuela Marcela a Luis Miguel. El cantante se acostó en la cama con la niña y comenzó a leerle la historia.
“Mejor cuéntame uno de Pinocho o Meglio raccontarmi una storia su Pinocchi”, escribió Stephanie en su cuenta de Instagram, haciendo referencia a esta escena y dando a entender que era de mentira.
Días antes del estreno de la segunda temporada, Michelle también había dado a entender que no todo era real. “Consejo para ser feliz: no escuches todo lo que te dicen, no creas todo lo que veas y no digas todo lo que sabes”, escribió la modelo e influencer, de 31 años, en Instagram.
Luis Miguel y Salas se conocieron en 1985 y durante un tiempo fueron solo amigos. “A los 17 empezamos a salir en un plan más romántico”, contó ella durante una entrevista con la revista Hola! “No recuerdo cuándo fue (el primer beso). Pudo haber sido en Acapulco o algo así”, confesó la madre de la primera hija del astro mexicano. “No fue un noviazgo formal, exclusivo, como a mí me hubiera gustado, pero siempre lo entendí porque su vida era su carrera”.
Tenían 19 años cuando se separaron, sin embargo, poco tiempo después ella se enteró que estaba embarazada. “Para él fue un cubetazo de agua fría. ‘¡Cómo es posible!’, fue lo primero que dijo, y después hubo un silencio profundo de 5 o 10 minutos. Temí que, tras el silencio, viniera lo peor. Creo que tuvo sentimientos encontrados; lo meditó, lo digirió y reaccionó de una manera muy sensata y ecuánime. Sacó esa parte de hombre maduro y me dijo, mientras me tocaba el vientre: ‘Todo va a estar bien. Tú no te preocupes. Nada les va a faltar porque yo voy a estar ahí’”.
Después de esto, Luis Miguel frecuentó regularmente a su hija durante unos tres años y después desapareció de sus vidas sin aparente razón. “Así, sin más. Sin que hubiera entre nosotros algo que lo detonara, nada”, afirmaba Salas. “Yo le agradezco infinitamente el que me haya dado una hija tan maravillosa, tan carismática y tan hermosa como es Michelle. Todo el mundo la quiere”.