Mitos y realidades acerca de la inmigración

Los inmigrantes pagan impuestos, incluyendo impuestos a los ingresos, la propiedad, ventas y otros

El sector de la construcción mostró más dinamismo, esta semana, con nuevas reglas ante la pandemia.

El sector de la construcción mostró más dinamismo, esta semana, con nuevas reglas ante la pandemia. Crédito: Fernando Martínez | Impremedia

Los siguientes mitos y realidades sobre los inmigrantes han sido recopilados por líderes en la defensa de la inmigración reconocidos a nivel nacional, grupos y organizaciones de investigación como el Migration Policy Institute, el Pew Research Center, Learning for Justice, la Anti-Defamation League, y Physicians for Human Rights entre otros. La división de Servicios para Inmigrantes y Refugiados de Caridades Católicas se enfrenta a diario con estos conceptos erróneos y quiere diseminar y proporcionar la información correcta.

 Mito: Muchos inmigrantes cruzan la frontera ilegalmente y están invadiendo el país.

Realidad: De hecho, la mayoría de los inmigrantes que viven en los Estados Unidos tienen un estatus legal en este país. El 72% de la población nacida en el extranjero son inmigrantes autorizados, incluyendo ciudadanos naturalizados, residentes legales temporales y permanentes. De los 43 millones de personas nacidas en el extranjero que viven en los Estados Unidos, el 44% son ciudadanos estadounidenses naturalizados y un 27% son residentes permanentes legales, también conocidos como portadores de tarjetas verdes o green cards.

 Mito: Los inmigrantes les quitan empleos y oportunidades a los estadounidenses.

Realidad: Los inmigrantes estimulan el crecimiento económico y no hay evidencia de que el crecimiento se produzca a expensas de los trabajadores estadounidenses. Los estados con un mayor número de inmigrantes reportan tasas de desempleo más bajas para todas sus habitantes. Aproximadamente el 45% de las empresas dentro de la lista de Fortune 500 fueron fundadas por inmigrantes o sus hijos. Un análisis de la Oficina de Presupuesto del Congreso muestra que ofrecer un camino hacia la legalización para los indocumentados fortalecería la economía al crear certeza, estabilidad y oportunidad, y no al contrario.

 Mito: Los inmigrantes traen el crimen a las comunidades estadounidenses.

Realidad: A pesar de que las últimas dos décadas han mostrado aumentos en las poblaciones de inmigrantes, las tasas de criminalidad han disminuido durante el mismo período. Los inmigrantes tienen menos probabilidades de cometer delitos que los ciudadanos estadounidenses nativos.

Mito: los inmigrantes no pagan impuestos.

Realidad: Los inmigrantes pagan impuestos, incluyendo impuestos a los ingresos, la propiedad, ventas y otros. Todos los inmigrantes indocumentados pagan impuestos sobre las ventas que estimulan nuestros presupuestos a nivel local y estatal, y muchos también pagan impuestos federales. Cada año, los inmigrantes en los Estados Unidos pagan entre $90 y $140 mil millones de dólares en impuestos, y un estudio reciente encontró que los inmigrantes indocumentados pagan aproximadamente $11.74 mil millones de dólares en impuestos anualmente. A pesar de esto, los inmigrantes indocumentados no son elegibles para la mayoría de los beneficios de bienestar público, por lo que contribuyen más a nuestros presupuestos públicos de lo que reciben, creando un impacto fiscal neto positivo. Además, durante la pandemia de COVID-19, aunque muchos de los inmigrantes indocumentados estaban en primera línea trabajando en situaciones precarias, ellos fueron excluidos de todas las formas federales de asistencia, incluyendo los cheques de ayuda.

Mito: Deportar a todos los inmigrantes indocumentados fortalecerá nuestra economía.

Realidad: Sacar a millones de miembros de nuestras comunidades en los Estados Unidos costaría aproximadamente $600 mil millones de dólares y afectaría sustancialmente nuestra productividad, particularmente en industrias como la agricultura, la construcción y la hotelería.

Mito: La gente envía a sus hijos a los Estados Unidos de manera ilegal para aprovecharse del sistema de inmigración de este país.

Realidad: La gran mayoría de los niños no acompañados que llegan a los Estados Unidos como inmigrantes indocumentados han huido de la violencia y la persecución. Los niños que huyeron de Centroamérica tienen solicitudes de asilo viables.

 (Mario Russell, Esq. Director de la División de Servicios para Inmigrantes y Refugiados Caridades Católicas, NY)

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