COVID: reciente encuesta demuestra que los estadounidenses toman mucho más alcohol desde que comenzó la pandemia

De acuerdo con una reciente encuesta, derivado del estrés por la pandemia: 1 de cada 5 estadounidenses informaron "beber en exceso." Esto representa el 17% de los participantes, el consumo excesivo se definió como haber tenido dos días de consumo excesivo de alcohol en una sola semana al menos dos veces en los 30 días anteriores. Entre las principales causas se encuentran la depresión y el estrés

Beber alcohol vacuna coronavirus

De acuerdo con la encuesta, el incremento en la ingesta de alcohol se relaciona con altos niveles de estrés, ansiedad y preocupaciones laborales.  Crédito: cottonbro | Pexels

A más de 18 meses posteriores al brote de COVID-19 en los Estados Unidos, las consecuencias de la pandemia siguen haciendo estragos en la sociedad. Si bien cada día son más las personas vacunadas y la situación de salud a nivel mundial ha ido progresando de manera positiva, existen aspectos que siguen siendo muy preocupantes. Uno de los más relevantes se enfoca en el aumento del consumo de bebidas alcohólicas en la sociedad, no es ninguna novedad decir que las preocupaciones, incertidumbre, estrés y miedo han incrementado en toda la población. De acuerdo con una nueva encuesta realizada por la firma de análisis The Harris Poll y encargada por Alkermes, una compañía biofarmacéutica con sede en Irlanda: 1 de cada 5 estadounidenses consume una cantidad no saludable de alcohol, sugiere una nueva encuesta.

Aproximadamente el 17% de los encuestados informaron “consumo excesivo de alcohol” en los últimos 30 días. La encuesta se realizó en línea del 30 de marzo al 7 de abril entre 6,006 adultos estadounidenses de 21 años o más, de los cuales 1.003 adultos informaron “beber en exceso”.

Para mayor contexto, los investigadores establecieron algunos parámetros importantes en relación con el consumo de alcohol. De tal modo que se identificó como un “consumo excesivo de alcohol” como haber tenido dos días de consumo excesivo de alcohol en una sola semana al menos dos veces en los 30 días anteriores. Mientras que un “día de consumo excesivo de alcohol” se definió como cuatro o más bebidas que contienen alcohol para las mujeres y cinco o más bebidas alcohólicas para los hombres.

De acuerdo con los expertos que encabezaron el estudio, como es el caso del Dr. Neeraj Gandotra, director médico de la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias, declaró que los hallazgos del estudio “no son sorprendentes”. Casi el 90% de las personas con trastorno por consumo de sustancias no están en tratamiento, y el consumo de alcohol y drogas suele empeorar con el aislamiento. De hecho a estas alturas no podemos ignorar que a la fecha existen varios estudios que han sugerido sobre el consumo excesivo de alcohol en Estados Unidos derivado de la pandemia, se ha comprobado que los estadounidenses compran más alcohol y beben con más frecuencia.

Se cuenta con referencias interesantes al respecto, tal es el caso de un estudio realizado por RAND Corp el otoño pasado. En este trabajo de investigación se encontró que la frecuencia del consumo de alcohol en los EE.UU., aumentó un 14% en comparación con antes de la pandemia. Las mujeres, en particular, aumentaron los días de consumo excesivo de alcohol en un 41%, según el estudio.

Otro estudio realizado por investigadores de la Universidad de Arizona encontró “aumentos dramáticos en el consumo nocivo de alcohol” durante los primeros seis meses de la pandemia. El mayor consumo de alcohol se asoció más con la pérdida del trabajo debido al COVID-19, según el estudio.

De acuerdo con los expertos que encabezaron la encuesta, el cuerpo de investigadores, científicos y médicos a nivel internacional, aún están aprendido cómo la pandemia de COVID afecta el consumo de alcohol. Lo que se tiene claro, es que existe un contraste bastante determinante: mientras algunas personas beben más, otras menos. De acuerdo con declaraciones del Dr. George Koob, del Instituto Nacional sobre el abuso del alcohol y el alcoholismo; en muchos estudios, los aumentos en el consumo durante la pandemia se relacionaron con aumentos en el estrés. Además, el experto agregó que el estrés de los eventos mundiales y la ansiedad sobre el futuro pueden aumentar el consumo de alcohol y exacerbar los síntomas del trastorno por consumo de alcohol, como se vio a raíz de desastres anteriores como el 11 de septiembre y el huracán Katrina.

Lo cierto es que a medida que el mundo continúa luchando contra COVID-19, no está claro si la tendencia continúa. Es decir, de acuerdo con Koob: “Docenas de estudios de encuestas relativamente pequeños han evaluado el consumo de alcohol en varios puntos durante la pandemia, pero no está claro a partir de estos estudios transversales si los patrones de consumo están cambiando para las personas a medida que avanza la pandemia”. “Es muy posible que los niveles de consumo continúen aumentando con el tiempo para algunas personas mientras disminuyen para otras”.

Volvamos a la encuesta de Harris Poll: muchos de los encuestados que informaron beber en exceso dijeron que, durante los últimos 12 meses, experimentaron impactos mentales, físicos y psicosociales negativos. Para mayor detalle: 3 de casa 10 participantes dijeron que seguían bebiendo a pesar de que les hacía sentirse deprimidos, ansiosos, o ser una conducta que agravaba otro problema de salud. De hecho, aproximadamente 1 de cada 4 personas reportaron que continuaron bebiendo aún después de experimentar un apagón de memoria. Por otra parte, 1 de cada 5 experimentó síntomas de abstinencia cuando los efectos del alcohol estaban desapareciendo. Y el 23% abandonó o redujo las actividades que eran importantes o interesantes para ellos con el fin de beber.

La encuesta encontró que más de la mitad de los encuestados que informaron que bebían en exceso conocían las opciones de tratamiento para la dependencia del alcohol, como los grupos de apoyo y las opciones de tratamiento de rehabilitación residencial. Sin embargo, el 87% no estaba recibiendo tratamiento en el momento de la encuesta. Más de la mitad dijeron que estaban “muy” o “algo” motivados para buscar tratamiento por su consumo de alcohol. Y de hecho se comprobó que la familia y amigos juegan un papel clave en los deseos de rehabilitarse, ya que más de la mitad de los encuestados que informaron bebían en exceso dijeron que alguien les había expresado su preocupación por su forma de beber. Entre este grupo, casi 4 de cada 5 dijeron que era un miembro de la familia quien había expresado su preocupación. Casi la mitad de este grupo que había buscado tratamiento dijo que una razón por la que lo hizo fue porque su familia había expresado preocupación por su forma de beber.

¿Cuánto es mucho alcohol?

Las pautas del Instituto sobre el Abuso de alcohol, recomiendan limitar el consumo de alcohol a no más de tres o cuatro tragos por “ocasión”. Los hombres no deben tomar más de 14 bebidas estándar a la semana; las mujeres no deben tener más de siete. Por otra parte, las pautas dietéticas de EE. UU., recomiendan no más de una bebida al día para las mujeres y dos para los hombres. Esto podría ser lo equivalente: una porción de “bebida” estándar es una cerveza de 12 onzas o una seltzer dura con 5% de alcohol, una copa de vino de 5 onzas con 12% de alcohol o un trago de 1.5 onzas de 40% de alcohol o licor de 80 grados.

La encuesta añade datos preocupantes sobre un consumo abusivo de alcohol: mayor riesgo de enfermedad hepática, enfermedad cardíaca, depresión, derrame cerebral y hemorragia estomacal, así como múltiples cánceres, depresión y ansiedad. Además, es importante mencionar que las mujeres embarazadas, las personas que toman medicamentos y las que se recuperan de un trastorno por consumo de alcohol simplemente no deben beber alcohol.

Además, de acuerdo con las declaraciones del Instituto sobre el abuso del alcohol y la Organización Mundial de la Salud: beber demasiado alcohol puede debilitar la respuesta inmune del cuerpo al COVID-19. A esto se sumaron las declaraciones de Koob: “El abuso de alcohol activa el sistema inmunológico, causa inflamación e interfiere con la respuesta inmunitaria del cuerpo a las infecciones virales y bacterianas”.

Si bien beber demasiado alcohol nunca fue bien visto, en los últimos tiempos es simplemente uno de los peores hábitos para mantenernos fuertes y hacer frente al virus y sus nuevas cepas. Finalmente, no podemos negar que la función deteriorada del sistema inmunológico y una mayor susceptibilidad a las enfermedades respiratorias podrían contribuir a un Covid-19 más grave y sobre todo a un mayor riesgo de mortalidad.

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