Demócratas ultiman detalles para otorgar permisos de trabajo por hasta 10 años a entre 7 y 8 millones de indocumentados en EE.UU.
Esa delegación en el Senado trabaja en el "Plan C" que no incluiría una vía a la ciudadanía a corto plazo para extranjeros en el país, pero sí protecciones laborales; la parlamentaria del Senado, encargada de determinar qué puede ser incluido en la medida bajo el proceso de reconciliación, no favorece proyectos que incluyan vías a la regularización del estatus migratorio
Los demócratas en el Senado de Estados Unidos ultiman detalles del llamado “Plan C” para otorgar permisos de trabajo a entre siete y ocho millones de indocumentados.
Los demócratas ya han presentados dos planes previos (A y B) para otorgar ciudadanía a inmigrantes sin papeles como parte del paquete de estímulo que impulsa la Administración Biden.
Pero ninguno de estos ha sido aprobado por la parlamentaria del Senado, Elizabeth MacDonough, quien determina lo que debe incluir la legislación bajo el proceso presupuestario conocido como “reconciliación” que permite darle paso a medidas legislativas solo con los votos de la mayoría, en este caso los demócratas.
A finales de septiembre, MacDonough rechazó el segundo intento de los demócratas para otorgar la “green card” (residencia permanente) como parte de un camino a la ciudadanía para millones de extranjeros en EE.UU.
La propuesta demócrata buscaba modificar la fecha de aplicación de la Ley del Registro de 1972 a 2010 para incluir estos cambios en el plan de reconciliación.
Actualmente, la mayoría en el Senado se concentra en un proyecto que disponga para permisos de trabajo pero sin ciudadanía a corto plazo.
“El plan A y el plan B tenían un concepto de ciudadanía. En este nuevo concepto sería permiso (de trabajo) para 7 u 8 millones de inmigrantes, y ese concepto es basado en leyes anteriores de inmigración, reglas del proceso de reconciliación, y siguiendo la guía que dio la parlamentaria en su análisis cuando rechazó el plan A y el plan B”, explicó a Univision Lia Parada, directora de Asuntos Gubernamentales de American Progress.
La activista destacó que la nueva propuesta se enfoca en leyes ya existentes.
“Primeramente tienen que basarse en leyes que ya existen, y ese permiso de trabajo ya se ha dado por parte del presidente Reagan y George Bush…y ya llevan muchas décadas en las leyes de inmigración. Ella rechazó planes que tuvieran ciudadanía. Así que esto es solamente un permiso, protección de deportación, acceso de unos beneficios del Gobierno como cuidado médico”, enumeró la portavoz.
Como parte de la presión legislativa para la inclusión de una provisión en favor de los indocumentados se le ha expuesto a MacDonough el impacto favorable a la economía de los inmigrantes en la fuerza laboral.
“Lo que estamos presentando a la parlamentaria es que los inmigrantes tienen un impacto económico muy grande en el Gobierno, y que ahora no estamos buscando ciudadanía pero sí las protecciones que darían permiso para trabajo mientras benefician a la economía. Eso es lo que estamos llevándole a la parlamentaria”, abundó.
Bajo el nuevo plan de los demócratas, el permiso de trabajo se podría extender hasta 10 años.
“Sería para entre 7 y 8 millones que han estado en Estados Unidos desde el 2010, y sería un permiso de trabajo de 5 años que se puede renovar para otros 5 años más. Es decir, sería un programa que duraría 10 años protegiendo a entre 7 y 8 millones de personas”, detalló Parada.
“Sería un estatus legal, pero no acceso a la ciudadanía. Sería un programa como DACA que tiene el apoyo del pueblo americano, o sea republicano y demócrata…estas personas que entran a este proceso nuevo tenemos la meta de hacerlos ciudadanos ya saliendo de este proceso”, puntualizó la entrevistada.
Este jueves, trascendió que un grupo de más de 39 demócratas progresistas en la Cámara de Representantes presionan a líderes del mismo Partido en el Senado para que ignoren la recomendación de la parlamentaria y procedan con el proyecto previo para otorgar ciudadanía.
Los representantes Lou Correa de California; Jesús “Chuy” García, de Illinois; y Adriano Espaillat y Alexandria Ocasio-Cortez, de Nueva York, pidieron que se mantenga el plan migratorio más amplio para regularizar a este grupo a pesar de las objeciones de la parlamentaria.
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