Corte Suprema podría inclinarse a que cualquier persona porte un arma en público en Nueva York
Los jueces de la Corte Suprema escucharon argumentos a favor y en contra para permitir a cualquier persona portar armas en público en Nueva York; aunque los magistrados hicieron cuestionamientos sobre seguridad pública sus comentarios parecen inclinarse en defender ese "derecho" marcado en la Segunda Enmienda
Las preguntas y comentarios de los jueces de la Corte Suprema sobre el uso de armas en espacios públicos se inclinaron a que las leyes en Nueva York son “demasiado restrictivas”, por lo que es posible que respalden una moción que vaya en sentido contrario.
Los magistrados conservadores se inclinan a que los estadounidenses tienen derecho a portar un arma de fuego fuera del hogar “para defenderse”, pero consideran que una ley neoyorquina necesita una justificación especial para obtener dicho permiso.
A pesar de su postura, no puede afirmarse del todo que los jueces, sobre todo los conservadores, vayan a decidir en favor de los demandantes, aunque es posible que se tome una decisión que no tenga impacto en otros estados.
Ahora bien, en caso de una decisión a favor, los jueces tampoco estuvieron abiertos a que la portación de armas sea en “cualquier lado”, sino en áreas que se consideren peligrosas.
La procuradora general Barbara Underwood, defendió la ley de Nueva York, al señalar que durante años las normas han impuesto límites al portar armas en público, debido a la “seguridad pública”.
Su postura fue respaldada por Brian Fletcher, el subprocurador general del Departamento de Justicia, que acompaña la posición de Nueva York por parte del Gobierno del presidente Joe Biden.
En algunos estados los congresos locales impulsan leyes que permiten la portación de armas en público, lo que se conoce como “licencias sin restricción”.
El juez presidente del Máximo Tribunal, John Roberts, fue incisivo en sus preguntas a la procuradora Underwood, sobre todo en los asuntos relacionados en la legítima defensa y lo que marca la Constitución.
“La idea de que se necesita una licencia para ejercer el derecho (a portar armas), creo que es inusual en el contexto de la Declaración de Derechos”, dijo Roberts.
La argumentación oral duró dos horas, pero habría una decisión hasta el siguiente año, quizá en el verano.
Cualquier determinación de la Corte Suprema podría cambiar el marco reglamentario de la Segunda Enmienda, pero los jueces expresaron su preocupación sobre permitir que las personas con armas ocultas entren en áreas consideradas sensibles, como estadios, eventos públicos abarrotados o lugares donde se sirve alcohol.
Sin embargo, el juez Brett Kavanaugh hizo una pregunta más inclinada a apoyar la moción que defiende la Asociación Nacional del Rifle (NRA) sobre el requisito de Nueva York.
“¿Por qué no es suficientemente importante decir que vivo en un área violenta y quiero poder defenderme?”, cuestionó.
En 2008, la Corte Suprema dictaminó por primera vez que la Segunda Enmienda otorgó a una persona el derecho a tener un arma en el hogar para su defensa personal, pero varios estados, como Nueva York, restringen la portación en el exterior.
La diferencia con esa decisión es que ahora se discute y se decidiría sobre el concepto de “portar armas” y, salvo que los jueces limiten su decisión, ésta podría tener impacto en varios estados más.
El caso llegó a la Corte Suprema, luego de que el NRA y dos hombres cuyas solicitudes de licencias para portarlas ocultas sin restricciones fueron denegadas, pero su abogado Paul Clement dijo que la Segunda Enmienda consagra el derecho a portar armas en defensa propia, como ocurre en 43 estados.
El argumento de Clement abrió a varios cuestionamientos, incluida la portación en universidades o el transporte público. Él consideró que debería analizarse “caso por caso”.