Octavio Ocaña: exhiben a policía que supuestamente le robó una cadena de oro al momento de su muerte
La prometida y la hermana de Octavio Ocaña dejaron en evidencia a una judicial que habría robado una joya que el actor llevaba en el cuello cuando falleció: "No les bastó matarlo, puercos. ¡Le robaron todo lo que pudieron!”
En medio del misterio que envuelve la muerte de Octavio Ocaña, famoso por interpretar a “Benito Rivers” en la serie de comedia “Vecinos”, su prometida, Nerea Godínez, y su hermana, Bertha Ocaña, denunciaron públicamente a una policía de robar las pertenencias que el actor llevaba al momento de su fallecimiento, entre ellas una cadena de oro.
Ambas publicaron por medio de historias en sus respectivas cuentas Instagram la misma imagen que supuestamente muestra a la oficial llevando en la mano dicha joya que Octavio portaba en el cuello el día que perdió la vida a causa de un disparo en la cabeza.
Con distintos mensajes, Nerea escribió: “No les bastó matarlo, puercos. ¡Le robaron todo lo que pudieron! Esa cadena era nuestra, ojalá se pudran en la cárcel”.
Por su parte, Bertha, que además de acusar de asesinos a los policías, expresó: “Esta muerta de hambre, asesina, ratera, se guardó una esclava que siempre traía puesta mi hermano. Una prueba más de que son unos cerdos, asesinos y vamos a llegar hasta las últimas consecuencias”, señala.
Al momento se desconoce la identidad de la policía y la sustracción en medio de la escena del crimen de los bienes no se ha confirmado, pero nuevo material en redes sociales sigue surgiendo como parte de las exigencias de los fans del actor para que su caso no quede impune y se le haga justicia.
De acuerdo a las últimas investigaciones de la Fiscalía en México se determinó que Ocaña se disparó con el arma que empuñaba luego de chocar su camioneta, aunque el público continúa sin aceptar esa versión y que la real implica a los policías que lo persiguieron como los culpables de causar su muerte.
Incluso, la familia de Octavio reconoce que sí portaba un arma, sin embargo, sostienen que el calibre de la bala encontrada en su camioneta no era de su pistola, sino del armamento de los policías.
“Mi hijo no es ningún experimento, están bien pendej*s. No dejé que lo estuvieran abriendo a cada rato. Por eso me lo traje, querían abrir su cuerpo cinco veces. Ya está gracias Dios en mi tierra, aquí lo tengo seguro. No voy a parar hasta que todos estén en la cárcel”, puntualizó en entrevista con medios.
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