La reserva natural que está en peligro de extinción por turistas que tienen sexo en el lugar

La Reserva Natural Especial Dunas de Maspalomas recibe millones de visitantes cada año. Últimamente, muchos la usan como zona de "cruising" para tener sexo con desconocidos, lo cual ha causado un daño medioambiental en la zona

La reserva natural que está en peligro de extinción por turistas que tienen sexo en el lugar

Más de 14 millones de turistas al año recibe Gran Canaria, principalmente por este atractivo natural. Crédito: Dan Kitwood | Getty Images

No cabe duda del impacto que dejan las huellas de los seres humanos en cuanto a temas ambientales se refiere. Desafortunadamente, por nuestras acciones muchas maravillas del planeta han desaparecido o se encuentran actualmente en peligro de extinción y todo por no respetar los espacios naturales.

Eso es lo que le podría pasar a la Reserva Natural Especial Dunas de Maspalomas, en la isla española de Gran Canaria, la cual es uno de los grandes atractivos turísticos del lugar debido a que los visitantes pueden disfrutar tanto del mar como de dunas de arena en un solo lugar.

La Reserva Natural Especial Dunas de Maspalomas se encuentran protegidas desde 1982 por las autoridades españolas, ya que se trata de uno de los últimos sistemas de dunas móviles que quedan en toda Europa; además de brindar un sitio de descanso a las aves que migran entre África y el llamado “Viejo continente”.

Pero también desde hace tiempo se ha convertido en un sitio muy atractivo para los turistas, los cuales poco a poco han ido acabando con la belleza natural del sitio. Así lo describe un artículo recientemente publicado en la revista Journal of Environmental Management y que lleva por título “Arena, sol, mar y sexo con extraños, las ‘cinco S’. Caracterizando la actividad de ‘cruising’ y sus impactos ambientales en un campo de dunas costero protegido“.

Resulta ser que un grupo de investigadores se dieron a la tarea de conocer cuál es el verdadero impacto medioambiental generado a esta reserva costera luego de que fuera tomada como una “zona de cruising”, es decir, que los visitantes tengan sexo con desconocidos en sitios públicos.

Los investigadores hicieron un inventario de 298 “lugares sexuales” en la playa, en un área total de más de 2 millas cuadradas, principalmente entre “vegetación tupida y densa” y nebkhas, que son dunas que se amontonan alrededor de la vegetación. Los estudiaron durante mayo de 2018, período que incluyó el festival local del Orgullo Gay.

El estudio llegó a la conclusión de que el sexo entre turistas y el “pisoteo por el cruising” impacta “directamente” no solo en las nebkhas, sino también en 8 especies de plantas nativas, 3 de las cuales son endémicas, encontraron.

Lamentablemente se descubrió que los turistas pisotean la vegetación, quitan las plantas y la arena, hacen sus propios “nidos”, incluso cercados, y tiran desechos como cigarrillos, condones, papel higiénico, toallitas y latas en el lugar. Además, hay quienes usan las dunas como si fueran baños públicos.

Se encontró que incluso la “zona de exclusión” de las dunas, que está completamente fuera del alcance del público, mientras que otras áreas están restringidas, tienen 56 lugares marcados para tener sexo.

“Es más, las lagartijas gigantes de Gran Canaria, un espectáculo popular en las islas Canarias, murieron después de comer condones que dejaron los buscadores de placer”, escribió Patrick Hesp, uno de los autores del informe, en un artículo para The Conversation.

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