Nueva York sigue las pautas federales y autoriza luego de 19 meses visitas sin restricciones a los asilos de ancianos

Aunque se permitirán visitas ilimitadas a estos centros, independientemente del estatus de vacunación, las autoridades de Salud de NY siguen promoviendo las inyecciones

Este jueves el dominicano Héctor de Jesús vió a su primo, sin necesidad de una cita previa, en un 'nursing home' en Manhattan.

Este jueves el dominicano Héctor de Jesús vió a su primo, sin necesidad de una cita previa, en un 'nursing home' en Manhattan. Crédito: Fernando Martínez | Impremedia

Una grata sorpresa recibió este jueves el dominicano Héctor de Jesús cuando fue al centro de cuidados de ancianos Isabella, en el Alto Manhattan, a llevar comida a su primo quien ha estado interno durante todos los meses de la pandemia. Esta vez, sin cita previa, le informaron que podía  visitar y abrazar a su familiar.

“Qué bueno que ahora que viene la Navidad permitan que los podamos visitar en los horarios regulares y sin muchas reglas. Esta gente ha sufrido mucha soledad y tristeza. Nosotros duramos meses sin verlo cuando cerraron todo por la pandemia”, reaccionó el inmigrante.

La buena noticia para Héctor, es extensiva para todos los hogares de ancianos y centros de rehabilitación de Nueva York. 

Desde esta semana el Departamento de Salud del Estado De Nueva York (DOH) adoptó las normas del gobierno federal que elimina todas las restricciones que obligaban a un número limitado de visitantes, programación de citas y las medidas de cierres cuando un residente daba positivo en COVID-19 en algún centro.

Además, no se requiere mostrar la tarjeta de vacunación o una prueba de coronavirus negativa.

Los internos de hogares de ancianos ahora pueden recibir visitas en todo momento, incluso cuando hay un brote de coronavirus en sus instalaciones.

NY: ¡Mejor vacúnese!

Aunque cambien las restricciones, aún los familiares deben seguir algunas pautas.

Los visitantes que den positivo o tengan síntomas de COVID-19, no deben ingresar a los hogares de ancianos, además es indispensable el uso de máscaras y permanecer al menos a seis pies de distancia de otros grupos..

Los CMS aconsejan, pero no exigen, que los hogares de ancianos en áreas con niveles altos de transmisión del virus ofrezcan pruebas de descarte, pero las instalaciones que no ofrecen test, deben alentar a los visitantes a que se realicen la prueba por su cuenta, antes de acudir a las visitas.

El Departamento de Salud de NY adoptó inmediatamente los cambios anunciados este martes, pero subrayando que “la mejor manera de proteger a nuestros seres queridos y asegurarnos de que podamos visitarlos en un centro de cuidados es vacunarse. Y recibir un refuerzo si ya está inmunizado. Y, además, usar una máscara”.

La guía federal no contempla la “vacuna obligatoria” para ingresar a estos centros, por ello se exhorta a los neoyorquinos a tomar medidas de protección y de seguimiento, cuando además el 92% de todo el personal médico y de asistencia de los hogares de ancianos están inmunizados.

Las tasas de infección en los hogares de ancianos en todos los condados de Nueva York continuarán siendo monitoreados y las autoridades de salud seguirán motivando a quienes tengan un ser querido en estos espacios a recibir la inyección, dijeron portavoces de la gobernación.

Una trabajadora de un centro de rehabilitación de ancianos, que prefirió omitir su identidad, dijo a El Diario que le parecía “absurdo” que mientras en los restaurantes hay que mostrar el pasaporte de vacunación y para los trabajadores fue mandatorio las dosis, ahora en estos centros con personas tan vulnerables se deje a criterio de cada familiar  inmunizarse o no.

“Uno quisiera pensar que la gente es consciente y que si no está vacunado no debería ni asomarse por aquí”, acotó la consultada a las afueras de un centro de rehabilitación en Washington Heights.

“Fin de la pesadilla”

Esta medida en medio de un panorama con una tasa de vacunación muy elevada en Nueva York, cambia drásticamente la forma en que se había abordado esta crisis de salud pública, desde marzo de 2020, en estos entornos con una de las poblaciones más vulnerables.

En un comunicado los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid Federales (CMS) especificaron: “Ahora se permiten visitas para todos los residentes en todo momento. Esta población puede sentirse socialmente aislada, lo que aumenta el riesgo de depresión, ansiedad y expresiones de angustia”.

Eso lo sabe perfectamente la ecuatoriana Sandra Mendoza, de 50 años, residente de Queens quien comparte que esta noticia es el “fin de una pesadilla” que empezó en la primavera pasada y que la sorprendió con su padre recluido en un centro de rehabilitación en Sunnyside.

“Llegó un momento en que pasaron cinco meses y prácticamente no sabíamos nada. Solamente que estaba vivo. Cuando reabrieron con la posibilidad de visitas limitadas fue más el tiempo que estuvo cerrado, porque siempre habían casos adentro. Mi viejito, de 80 años, le dieron ataques de pánico porque pensaba que toda su familia había muerto”, relató Sandra.

Vivian Zayas y su hermana (a la izquierda), fundadoras de Voces de Ancianos en NY, promueven que no se borre de la memoria del país lo que pasó en estos centros durante la crisis pandémica. (Foto: F. Martínez)

“Que no prohiban nunca más las visitas”

La nueva medida federal ya puesta en práctica en Nueva York, fue aplaudida por algunas organizaciones que alertan que la “trágica historia” de los hogares de ancianos durante la pandemia, no debe repetirse. Por ello pelean una ley que prohibiría en futuras crisis de salud pública cerrar todo el acceso a los familiares.

Así lo interpreta, Vivian Zayas, cofundadora de ‘Voces de los Ancianos’ quien asegura que se demostró que es altamente peligroso que los seres queridos pierdan por completo el control y la supervisión de las personas mayores internas.

“Eso no puede volver a pasar por ninguna circunstancia, ni siquiera durante nuevas pandemias. Todavía recibimos reportes de ancianos que estuvieron días sin ser aseados, que se deprimieron, que se desesperaron, que murieron de la tristeza”, resumió.

Por esta razón, varias coaliciones apoyan el anteproyecto de Ley de Cuidadores Esenciales que fue presentado en el Congreso por la representante de Nueva York, Claudia Tenney, el cual dispone que bajo cualquier crisis de salud pública, un número razonable de familiares puedan supervisar estas instalaciones para brindar atención y apoyo.

El alcance de la ley se aplicaría a centros de enfermería especializada de largo plazo, cuidados intermedios e instalaciones de rehabilitación para personas de la tercera edad.

Según la ley federal actual, fuera de una emergencia de salud pública, los residentes tienen el derecho recibir un número ilimitado de cuidadores.

Ahora en la ley HR 3733 se plantea un equilibrio al limitar el número de cuidadores y las horas de visita durante un período de emergencia sanitaria, pero nunca prohibir del todo el acceso.

“Lo importante es que esta experiencia tan dolorosa, sea un impulso para evitar que estos centros estén fuera del ojo de los familiares. Todavía a estas alturas no sabemos exactamente lo que pasó en esos días de tanta oscuridad, lo que sí sabemos es que miles de nuestros padres y abuelos murieron”, expresó la activista.

La gran controversia

Los residentes de hogares de ancianos han representado alrededor de un tercio de las muertes por COVID-19 en todo el país y ha sido uno de los temas más espinosos en el manejo de la pandemia en Nueva York.

El ex gobernador Andrew Cuomo, hasta su último día en el cargo, fue blanco de fuertes denuncias sobre su responsabilidad en la decisión del pasado 25 de marzo del 2020 de trasladar a pacientes con COVID-19 que estuvieran “médicamente estables” a asilos de ancianos, cuando los hospitales del estado estaban saturados de infectados.

Esa controversia se encendió con otro combustible, luego que la Fiscal General de Nueva York Letitia James, reveló la apertura de una investigación criminal que detalla que presuntamente la cifra de ancianos fallecidos durante los meses iniciales de esta crisis no habían sido verdadera: de acuerdo con los cálculos de esta denuncia se estima que murieron por lo menos un 50% más personas de la tercera edad que el número oficial reportado.

Ancianatos de NY:

  • 92% del personal de los asilos de ancianos de Nueva York han sido vacunados, mientras que el promedio nacional es de 82%, de acuerdo con cifras mostradas por los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS).
  • 8,400 fallecidos por COVID-19 en asilos de ancianos y centros de rehabilitación entre marzo y agosto del año pasado, fueron las cifras oficiales preliminares del Departamento de Salud del Estado de Nueva York (DOH)
  • 50% más muertos de esas cifra oficial se registraron en estos centros, de acuerdo a un informe de 72 páginas presentado por la Fiscal General de Nueva York Letitia James.
  • 15,000 fallecidos sería, por lo menos, la cifra real total de fallecidos.
  • 1,885 personas mayores supuestamente murieron en hospitales y no se incluyeron en el recuento oficial de muertes en hogares de ancianos del DOH

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