Monja cumplió 109 años en Nueva York: es la segunda religiosa de mayor edad en EE.UU.

La hermana Francis Dominici Piscatella nació en Long Island en abril de 1913. Han pasado 109 años y aún vive en esa región de Nueva York, siendo la segunda religiosa de mayor edad en EE.UU.

A muchos les gustan las grandes celebraciones.

A muchos les gustan las grandes celebraciones. Crédito: Pixabay

Cuando la hermana Francis Dominici Piscatella nació en Long Island en 1913, Pío X era pontífice y Woodrow Wilson presidía EE.UU.; y 109 años después aún vive en esa región de Nueva York.

Han pasado nueve papas y 18 presidentes, y Piscatella, miembro de las “Hermanas de St. Dominic de Amityville”, vive de forma independiente en un apartamento en condominio que comparte con otra hermana religiosa y va a misa todos los días, destacó Pix11.

La hermana Piscatella celebró su cumpleaños número 109 el 20 de abril. Datos recopilados por el Gerontology Research Group (Grupo de Investigación Gerontológica), la consideran la segunda religiosa de mayor edad en EE.UU., sólo detrás de la hermana Vincent de Paul Hutton, quien cumplió 111 años en marzo y vive en St. Catharine, Kentucky.

“Estoy viviendo una vida normal, pensando normalmente, leyendo y haciendo cosas que haría una anciana”, dijo el año pasado Piscatella, al cumplir 108, según The Dialog. Se mantiene en excepcional estado de salud física y mental 91 años después de ingresar a la vida religiosa en 1931.

Sus rutinas diarias incluyen rezar, leer, resolver acertijos de búsqueda de palabras y ver la red de fe católica y otros programas de televisión. Si el clima lo permite, asiste a misa todos los días con la hermana dominicana Francis Daniel Kammer, de 81 años, con quien vive y la lleva a la iglesia y otras citas.

Sorprendentemente, la hermana Piscatella se las arregla para moverse sin el uso de una silla de ruedas, andador o bastón. Nacida y criada en Central Islip (NY) ha demostrado ser sorprendentemente resistente al haber vivido dos guerras mundiales, la Gran Depresión, la gripe española y las pandemias de COVID-19, entre otros desafíos.

Siendo una bebé, a los 2 años, le amputaron el antebrazo izquierdo después de sufrir una lesión grave en la mano. Más tarde se recuperó de un accidente automovilístico que resultó en un brazo derecho destrozado y se recuperó de una hemorragia cerebral casi fatal que sufrió cuando se cayó a los 102 años. También se sometió a una cirugía de reemplazo de cadera.

La hermana Piscatella, una de los siete hijos de los inmigrantes italianos Salvatore y Angela Piscatella, le da crédito a su madre por desarrollar su impulso para superar obstáculos personales. “Nadie ha tenido que ayudarme”, dijo. “Si alguien estaba ayudando a alguien, era yo ayudándolos… Mi madre me hizo completamente independiente. Cuando fui al convento, tuve que demostrarles a mis superiores que no había nada que no pudiera hacer”.

A finales de marzo, también un Long Island, una mujer llegó a los 107 años, diciendo que su secreto para la longevidad es “ajo y aceite” junto con “espaguetis”.

Según Wikipedia, actualmente la persona de más edad en el mundo es la japonesa Kane Tanaka (119 años, 111 días); y en EE.UU. el récord lo lleva Bessie Hendricks, quien suma 114 años y 167 días en Iowa. Curiosamente, en todas las listas de longevidad, hay muchas más mujeres vivas que hombres sobre los 110 años.

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