Hermana de Keishla Rodríguez explota contra exboxeador boricua Félix Verdejo a un año del asesinato de la embarazada
Bereliz Nichole no aguantó la rabia e impotencia y, a través de historias en su perfil de Instagram, llamó "cabr**" a Verdejo, quien permanece detenido en una prisión federal en Puerto Rico acusado del asesinato de la joven; "así cualquiera. Su única defensa fue un papel, mientras tú la golpeas, la drogas, la atas de bloques, la tiras por un puente...", lee uno de los mensajes de la joven
Historias compartidas en Instagram por la hermana de Keishla Rodríguez Ortiz, presuntamente asesinada por el exboxeador boricua Félix Verdejo, evidencian la rabia de la familia de la joven a un año de su muerte.
Horas antes de que se cumpliera un año del asesinato de la chica de 27 años, que al momento de los hechos se encontraba embarazada alegadamente del púgil, Bereliz Nichole compartió el sentimiento de impotencia que aún embarga a ella, a otros miembros de su familia, y a otras personas fuera y dentro de Puerto Rico, como resultado del caso.
“Ese cabr** en qué cara** pensaba. A esta hora, cómo puñe** pudo dormir, si porque todo fue planeado ya en su cabro** guagua ya tenía los cabro*** bloques, el maldito alambre para amarrarla. Esto no es de Dios”, compartió la joven en su perfil en la red social. “Qué maldita impotencia querer volver a este día y parar todo”, lee otro de los mensajes de Bereliz Nichole en Instagram.
“Cobarde, una niña tan inofensiva como ella“, continúa la joven. “Pero qué bueno que ella te pudo ver en acción y ver quien en realidad eres”. “Así cualquiera. Su única defensa fue un papel, mientras tú la golpeas, la drogas, la atas de bloques, la tiras por un puente. Diablo, pero tanto odio. ¿No era más fácil darle un tiro en la frente y ya, cabr? ¿Por qué la hiciste sufrir tanto? Yo pensaba que ella estaba en su baúl de su carro…”, cuestionó la fraterna.
Bereliz Nichole se refirió al metódico procedimiento de los alegados asesinos de su hermana luego de que Verdejo la citara para supuestamente hablar sobre el embarazo.
El día de los hechos, la víctima había acordado reunirse con el expúgil para mostrarle una prueba de sangre que confirmaba el embarazo.
Según el testimonio que dio a autoridades federales el compinche de Verdejo y coacusado en el caso, Luis Antonio “Tony” Cádiz Martínez, Verdejo contactó el día antes a la víctima para encontrarse con ella cerca de la residencia de esta. El testigo acompañó al acusado a la cita en su guagua Dodge Durango negra.
Cuando Keishla llegó a una parte de la zona metropolitana en su Kia Forte, se montó en la guagua del boxeador.
Cádiz Martínez relató que, tras una conversación, comenzó el mortal ataque contra la embarazada.
“Luego de una conversación entre Verdejo y la víctima en el carro de Verdejo, Verdejo golpeó a la víctima en el rostro, y ella fue inyectada con una jeringa llena de sustancias compradas en un punto de drogas en el residencial Llorens Torres. Verdejo y el testigo luego amarraron a la víctima de pies y manos con un cable. A la víctima se le ató un bloque de cemento. El testigo tomó las llaves de la víctima y condujo el auto de esta que estaba cerca”, lee la denuncia de las autoridades federales con base en la confesión del cómplice al agente especial del FBI Lorenzo Vilanova Pérez.
“Verdejo y el testigo condujeron los dos vehículos hasta el puente Teodoro Moscoso que se extiende por la laguna San José, entre San Juan y Carolina”, continúa el documento. “Verdejo y el testigo condujeron hasta el puente donde la víctima fue removida del auto y lanzada por un lado del puente hacia el agua. Verdejo le disparó a la víctima desde el puente con una pistola. El auto de la víctima fue luego abandonado”.
Los exámenes forenses que le realizaron al cuerpo de la joven arrojaron que mientras se precipitaba al agua, aún estaba viva.
La causa de muerte de Rodríguez Ortiz, según establecida por el Instituto de Ciencias Forenses (ICF), fue asfixia por inmersión.
Verdejo, que tenía una relación “oficial” con Eliz Marie Santiago Sierra y había procreado una niña con ella, aparentemente, no quería que Rodríguez tuviera el bebé y tampoco complicar su relación con la madre de su hija.
Tanto Verdejo como Cádiz Martínez permanecen en prisión en Puerto Rico hasta el inicio del juicio.
Enfrentan cargos de “carjacking” y secuestro que desembocó en el asesinato de la joven así como de un bebé por nacer.
El expúgil además enfrenta un cargo por usar y portar un arma de fuego durante y en relación con un delito de violencia.
Aunque, inicialmente, Verdejo y el coacusado se exponían a una sentencia de pena de muerte de resultar convictos a nivel federal, el Departamento de Justicia de Estados Unidos decidió no solicitar la condena de pena capital. Expertos consideran que los fiscales tenían dudas sobre su capacidad para convencer a los miembros del jurado sobre la culpabilidad de Verdejo, entre otras cosas, debido a su popularidad por haber sido un deportista destacado.
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