Por qué no se llena la copa de vino: cómo servir la bebida para disfrutarla mejor
Al servir el vino no debe llenarse la copa, sommeliers explican el por qué, cómo servirlo y disfrutar mejor de las cualidades de la bebida, incluyendo cómo girar suavemente el vino dentro de la copa
No llenar la copa permite disfrutar mejor de los aromas del vino. Crédito: Shutterstock
Probablemente has observado que a diferencia de un vaso o tarro con cerveza, las copas de vino no se llenan, suelen servirse hasta ocupar aproximadamente el 30%. Esto tiene una razón de ser, la cual según los sommeliers ayuda a deleitarse más de las cualidades de la bebida.
No llenar la copa permite disfrutar mejor de los aromas del vino
Dejar espacio en la copa permite que el vino se extienda aromáticamente. Cuando una copa se llena casi al tope hay menos superficie para oler.
“Piense en el diseño y la forma de una copa de vino: por lo general, será un poco más ancha hacia el centro, que es donde está diseñada para llenarse”, dijo a The Takeout, Jim Bube, maestro sommelier y director nacional de vinos del grupo de restaurantes Hogsalt.
Una copa de vino típica es de 17-25 oz. La porción a servir es de 5 oz/150 ml.
El espacio en la copa también permite hacer girar suavemente el vino dentro de la misma. Esto ayuda a liberar los cientos de diferentes compuestos aromáticos que se encuentran en el vino. De acuerdo con Wine Folly, no es necesario agitar constantemente una copa de vino, solo lo suficiente para liberar los aromas antes de su primer sorbo.
Una manera sencilla de hacer remolinos con el vino es colocando la copa en la mesa. Toma la base de la copa con el pulgar y el índice y dibuja pequeños círculos en la mesa. Con la práctica podrás girar el vino en la copa sin una mesa debajo.
Otras recomendaciones para servir el vino y disfrutarlo mejor
Elige la copa adecuada. Wine Folly señala que es posible que desees averiguar qué copas de vino se adaptan a tu vino ya que “elegir una copa adecuada hará que cualquier vino sepa mejor”.
Sirve ligeramente frío
Servir el vino blanco demasiado frío y el vino tinto demasiado caliente no es lo ideal. Los delicados aromas florales de los vinos finos se apagan al enfriar demasiado o se queman rápido cuando el vino está caliente. Además, un vino por encima de los 70 °F comenzará a oler más a alcohol debido a la mayor evaporación de etanol.
Madeline Puckette, ganadora del premio James Beard y comunicadora de vinos señala que el vino tinto sabe mejor cuando se sirve ligeramente por debajo de la temperatura ambiente, de 53 °F a 69 °F. El vino blanco entre 44 °F y 57 °F. El vino espumoso entre 38 °F – 45 °F; el champán y vinos espumosos de alta calidad a la misma temperatura del vino blanco.
Decanta el vino
“La decantación es lo único que siempre olvidamos hacer que mejorará en gran medida el sabor del vino tinto”, dice Puckette.
El método clásico y sencillo de decantar el vino es verterlo en una jarra de vidrio o una jarra de vino y dejarlo reposar durante unos 30-45 minutos. Ningún vino se dañará a excepción de los vinos tintos y blancos muy viejos.
Cómo almacenar la botella de vino abierta
El vino de una botella abierta que se deja a temperatura ambiente no durará muchas horas. Después de abrir la botella es posible conservar el vino durante algunos días, si se tapa bien y se refrigera, idealmente transfiere a una botella más pequeña.
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