Editorial: Un golpe a los derechos de la mujer

La lucha no ha terminado. Llamamos a votar por candidatos, en todos los niveles, en todos los estados, que respeten el derecho de la mujer a su propio cuerpo

La decisión de la Corte Suprema sobre Roe vs Wade abrió una caja de Pandora.

La decisión de la Corte Suprema sobre Roe vs Wade abrió una caja de Pandora. Crédito: BRYAN R. SMITH | Getty Images

Este lunes, el sitio Político.com publicó un borrador de decisión de la mayoría de los jueces de la Suprema Corte. En él, el tribunal anula el derecho constitucional al aborto después de casi 50 años, declarando su dictamen de 1973 en “Roe vs Wade,” erróneo y nulo. Cinco de los nueve jueces, todos ellos nombrados por republicanos, apoyan la decisión, que se publicaría en junio. 

Deja en manos de los gobiernos estatales el destino de las mujeres que piden dar fin a su embarazo. 

La mitad de los estados del país ya tienen, o están por aprobar, leyes  que hacen ilegal al aborto, diseñadas de manera tal que entren en vigencia precisamente a partir de la anulación de Roe v Wade.

El juez Samuel Alito, autor del borrador, cita entre sus razonamientos que Roe v Wade no resolvió el enfrentamiento y hostilidad entre las partes, negando la obvia realidad:  que las agresiones y ataques contra clínicas de aborto y médicos a lo largo de todo el país son obra de criminales opuestos al derecho de la mujer. 

La conclusión de Alito de que al revertir Roe v Wade la corte calmará los ánimos es una especulación en el mejor de los casos. 

Estados Unidos, como en la época de la esclavitud, estará dividido en estados donde el aborto es legal y otros donde es ilegal.

La anulación del derecho constitucional de la mujer al aborto es una victoria para una minoría vocinglera y extremista, que se preparó para este momento durante décadas. Una minoría, porque la mayoría del público constantemente apoyó este derecho de la mujer. La última encuesta – de CNN, en enero – arroja que 69% se opone a revocarlo, entre ellos el 44% de los republicanos. 

Es una victoria para las legislaturas controladas por republicanos, que han creado centenares de leyes restrictivas del aborto, esperando que el máximo tribunal los reivindique.

Pero es una derrota para la mujer y sus derechos, que habían avanzado muy paulatinamente en nuestro país. Una derrota para quienes durante décadas se manifestaron y lucharon por este objetivo. 

Ahora bien, esas centenares de leyes estatales que restringen el acceso al aborto perjudican más a las mujeres latinas y afroamericanas y a las de bajos recursos. 

Estas han sido las más propensas a experimentar embarazos no deseados, y el aborto entre ellas es más frecuente. Los embarazos no planificados se asocian con tasas más altas de mortalidad materna, prematuridad y mortalidad infantil.

En encuestas, la mayoría de los votantes latinos apoyan el derecho de la mujer a tomar su propia decisión personal y privada sobre el aborto. 

La lucha no ha terminado. Llamamos a votar por candidatos, en todos los niveles, en todos los estados, que respeten el derecho de la mujer a su propio cuerpo. 

Por último, la filtración de la decisión sobre Roe v. Wade y su publicación por parte de Politico no tiene precedentes según los estándares de secreto del tribunal superior y está siendo investigada. Cualquier conjetura sobre quién entregó el documento a la prensa no es más que una especulación. Pero su publicación demuestra que la Suprema Corte está sumida en el desorden y que las motivaciones de sus miembros son tan políticas como en los otros poderes. 

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