La necesidad de espacios verdes
Nuestros niños necesitan correr, andar en bicicleta, jugar a la pelota, conectarse con otros niños, y la lista no termina ahí

Niños juegan en la Avenina 34. Crédito: Dawn Siff | Cortesía
Soy una inmigrante viviendo en la 34 Avenida desde hace cinco años. Llegué a Jackson Heights por su comunidad activa y por la belleza de sus edificios. También porque mi edificio tiene un cuarto para guardar bicicletas. Ese simple detalle fue suficiente para influenciar mi decisión de vivir acá. Nací en Chile a finales de la dictadura. Crecí en una casa con 11 personas, siete niños, cinco de ellos hermanos, una prima y cuatro adultos. El espacio era limitado. Tres dormitorios, una sala, un comedor y un baño. Tener varios niños en aquel espacio no era suficiente para desarrollarse físicamente. Este es esencial para desarrollar la motricidad gruesa y fina. Lo sé porque soy educadora de la edad temprana. Nuestros niños necesitan correr, andar en bicicleta, jugar a la pelota, conectarse con otros niños, y la lista no termina ahí. A pesar de crecer en una casa sin mucho espacio tuve la suerte de crecer junto a una plaza. Abrir la puerta y salir a jugar con mis hermanos y los vecinos en aquella plaza fue parte de mi infancia. La plaza sigue ahí, siendo aún el espacio en donde ahora juegan los hijos de los niños que crecieron junto a mi.
Una de las desventajas de Jackson Heights es cuán limitado es en espacios verdes. Fue algo que no pasó desapercibido cuando llegué a vivir acá. Un barrio con una sola plaza disponible para la comunidad me pareció un insulto a la clase trabajadora y de bajos recursos. Si me pongo a comparar entre barrios en New York, nuestro barrio es uno de los que cuenta con menos espacios verdes. Cuando la pandemia nos golpeó, ayudó a que fuese más notoria la desproporción de la densidad de personas viviendo en Jackson Heights con los espacios verdes. Los espacios verdes son necesarios para los niños. En mi trabajo como maestra de educación temprana veo cuán necesario es ofrecer áreas verdes a los niños para desarrollarse como personas. Ya que las oportunidades de desarrollo incrementan.
Hoy en Jackson Heights tenemos la posibilidad de transformar la avenida 34ª en un parque lineal. Desde mayo pasado de 2020, tenemos un Open Street en Jackson Heights. Como respuesta a la pandemia, la municipalidad abrió la avenida a peatones, ciclistas, y al juego, al reducir la velocidad de automóviles a 5 mph. De repente se convirtió en un paraíso temporario para las familias, tanto así que el departamento de transporte llamó al programa de la calle abierta como el estándar de oro. Como ciudad aun seguimos en desventaja en comparación con otras grandes ciudades. Ciudades como Barcelona, París e incluso Los Ángeles han cambiado sus espacios para ofrecer más espacios públicos y verdes a sus comunidades.
La pandemia ha ofrecido una oportunidad única en el barrio, especialmente a las escuelas públicas a lo largo de la avenida, seis en total, dos de ellas con estudiantes de 3-K y 4-K. Un espacio abierto para la sobrepoblación de algunas de esas escuelas. Tener un barrio con áreas verdes limitadas o inexistentes afecta a esos estudiantes, ya que algunas escuelas no tienen espacios abiertos para ofrecer recreos a sus estudiantes. Transformar la avenida en un parque beneficiará a cientos de niños que asisten a las escuelas ubicadas en Jackson Heights. Además de ayudar a los niños a ir y volver de la escuela de forma segura.
Hace un par de semanas el departamento de transporte presentó una propuesta que fue desarrollada en conjunto con el concejal Shekar Krishnan y el apoyo de la comunidad y que reemplazará la calle abierta. La propuesta se llama “Paseo Park”, y propone cambiar la infraestructura de algunas cuadras, ofreciendo plazas frente a escuelas como PS 398 y PS 149 ubicadas en la avenida. Además de aumentar el espacio en nuestro único parque de la zona. Las plazas que transforman las cuadras donde hay escuelas es una oportunidad para mejorar nuestro barrio y ofrecer espacios seguros para que nuestros niños puedan jugar. La importancia de jugar es esencial. Jugar es tan biológico como soñar, comer o dormir. A través del juego, los niños desarrollan habilidades de supervivencia, esto lo podemos ver en otros mamíferos como perros, gatos, lobos, leones y muchos más. Es a través del juego que los niños aprenden sobre autorregulación. Jugar ayuda a desarrollar su lenguaje, a construir su memoria y a aprender sobre modelos sociales. Pareciera que jugar es algo momentáneo de la infancia, pero la influencia que tiene en nuestras vidas es eterna. Jugando aprendimos cómo compartir y como no es bueno golpear a otros cuando sentimos frustración, también aprendimos cómo comunicar deseos y necesidades. En mi día a día veo como mis estudiantes se llenan de vida y conocimiento cuando juegan en sus recreos en el playground. Los recreos en la etapa escolar son extremadamente importantes porque ayudan a fomentar el desarrollo social y emocional de los estudiantes de todas las edades. También ayuda al desarrollo del lenguaje cuando son más pequeños.
Cuando emigré a New York una de las cosas que note fue la falta de áreas verdes. Mi primera pregunta fue cómo es posible que muchos barrios de la ciudad no tengan plazas o parques en una de las ciudades más ricas del mundo. Hasta el día de hoy me cuesta entenderlo. Nací en Chile en un país en proceso de desarrollo a finales de una dictadura, como niña me tocó ver escasez de alimentos, de servicios básicos, pero ante eso tuve la posibilidad de jugar en la plaza afuera de mi casa. Siento que no hay justificaciones para no tener áreas verdes.
Desde que emigré a New York me ha costado sentirme parte de una comunidad. He tenido que sobrepasar racismo laboral y abusos. Desde que la avenida está abierta he podido sentirme parte de esta comunidad porque tengo la oportunidad de usar mi voz para hablar sobre los temas que me importan. He podido usar mi repertorio lingüístico para hablar con mis vecinos del barrio e identificar por qué es que necesitamos más áreas verdes. Siendo una de las voluntarias con el grupo de amigos de la 34ª avenida parque linear, ahora siento que pertenezco y sé que mi voz será escuchada.
La iniciativa de transformar la avenida ha sido liderada por la comunidad y nuestros representantes políticos han escuchado los llamados por crear más espacios verdes. Nuestra propuesta está apoyada por el alcalde Eric Adams, concejal Krishnan, el cual lo usó como estrategia dentro de su campaña. También por el presidente del condado de Queens, Donovan Richards, las asambleístas Jessica González-Rojas y Catalina Cruz. Además del comisionado del Departamento de Transporte Ydanis Rodriguez. Una de las primeras acciones del comisionado ha sido trabajar junto a concejal Krishnan para influenciar al DOT en transformar la avenida en Paseo Park. Pero necesitamos que la avenida se transforme en un parque lineal y no solo algunas cuadras sean abiertas disponibles para la comunidad. La 34ª avenida es una piedra preciosa en nuestra comunidad, solo hace falta pulirla.
Josefina Bahamondes es educadora de la primera infancia que emigró a Jackson Heights desde Viña del Mar, Chile, participa activamente en los esfuerzos para obtener más espacios verdes.