Elefanta “Happy” permanecerá en el zoo de El Bronx “porque no es una persona”, dictamina la corte
El grupo de defensa de los animales Nonhuman Rights había argumentado que la elefanta "Happy" estaba detenida ilegalmente en el zoo y pedía que el animal fuera trasladado a un refugio
"Happy", la elefanta, no puede ser considerada como una persona. Crédito: Zhangliams | Pixabay
“Happy” la elefanta puede ser inteligente y merecedora de compasión, pero no puede ser considerada una persona confinada ilegalmente en el zoológico de El Bronx, dictaminó este martes el tribunal superior de Nueva York.
Desde hace años, activistas de derechos de los animales están demandando al zoológico, alegando que la elefanta “Happy” de 49 años en realidad es muy desgraciada.
Steven Wise, presidente del Nonhuman Rights Project, pidió a la División de Apelaciones en la Corte Suprema del estado Nueva York que concediera la liberación de “Happy” a un santuario en Tennessee a medida que se acercan los meses más fríos del año.
El “juicio” de la elefanta Happy
La decisión de 5-2 del Tribunal de Apelaciones del estado se produce en un caso seguido de cerca que puso a prueba los límites de la aplicación de los derechos humanos a los animales.
El zoológico y sus partidarios advirtieron que una victoria para los defensores del Proyecto de derechos no humanos podría abrir la puerta a más acciones legales en nombre de los animales, incluidas las mascotas, los animales de granja y otras especies en los zoológicos.
La decisión escrita por la jueza principal Janet DiFiore dijo que “si bien nadie discute que los elefantes son seres inteligentes que merecen el cuidado y la compasión adecuados”, una orden de hábeas corpus tiene por objeto proteger la libertad de los seres humanos y no se aplica a un animal no humano, como Happy.
La decisión confirma una decisión de un tribunal inferior y significa que Happy no será liberada a través de un procedimiento de hábeas corpus, que es una forma en que las personas pueden impugnar el encierro ilegal. Otorgar ese derecho a Happy para desafiar su confinamiento en un zoológico “tendría un enorme impacto desestabilizador en la sociedad moderna”, se lee en la decisión de la mayoría.
“De hecho, llevado a su conclusión lógica, tal determinación pondría en tela de juicio las mismas premisas que subyacen a la propiedad de mascotas, el uso de animales de servicio y el alistamiento de animales en otras formas de trabajo”, se lee en la decisión.
El Zoológico de El Bronx argumentó que Happy no está encarcelada ilegalmente ni es una persona, sino una elefanta bien cuidada “respetada como la magnífica criatura que es”.
Los defensores del Nonhuman Rights Project argumentaron que Happy es un elefante autónomo y cognitivamente complejo digno del derecho reservado por ley para “una persona”.
Dos jueces, Rowan Wilson y Jenny Rivera, escribieron discrepancias separadas y pronunciadas diciendo que el hecho de que Happy sea un animal no le impide tener derechos legales. Rivera escribió que Happy está retenida en “un ambiente que no es natural para ella y que no le permite vivir su vida”.
“Su cautiverio es intrínsecamente injusto e inhumano. Es una afrenta a una sociedad civilizada, y cada día ella permanece cautiva, un espectáculo para los humanos, nosotros también somos disminuidos”, escribió Rivera.
El fallo del tribunal supremo de Nueva York no puede ser apelado. El Proyecto de Derechos No Humanos no ha logrado prevalecer en casos similares, incluidos los que involucran a un chimpancé en el norte del estado de Nueva York llamado Tommy.
Steven Wise dijo que estaba complacido de que lograra persuadir a algunos de los jueces. Señaló que el grupo tiene un caso similar en curso en California y más planeado en otros estados y otros países.
“Echaremos un vistazo muy de cerca a por qué perdimos y trataremos de asegurarnos de que eso no vuelva a suceder en la medida de lo posible”, dijo.
Happy nació en estado salvaje en Asia a principios de la década de 1970, fue capturada y traída a los Estados Unidos cuando tenía 1 año. Happy llegó al zoológico de El Bronx en 1977 con su compañero elefante Grumpy, quien resultó fatalmente herido en un enfrentamiento en 2002 con otros dos de su especie.
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