Las últimas palabras de John Ramírez, el reo hispano que recibió la inyección letal en Texas

John Henry Ramírez, preso hispano que recibió la inyección letal en Texas esta semana, dedicó sus últimas palabras a la familia del hombre que asesinó en 2004

Inyección letal

John Ramírez dijo sentirse arrepentido por el delito que cometió. Crédito: Shutterstock

El pasado miércoles 5 de octubre, el reo hispano John Henry Ramírez fue ejecutado en una prisión de Texas mediante el uso de la inyección letal, un caso que durante años cobró relevancia luego de que el hombre pidiera ser acompañado por un pastor en sus últimos minutos de vida, cosa que tras una larga batalla legal consiguió.

Fue en punto de las 18:27 horas (tiempo local) cuando a Ramírez, de 38 años, se le puso la llamada “inyección de la muerte”, sentencia que le fue otorgada tras haber sido encontrado culpable de haber asesinado a un hombre llamado Pablo Castro en 2004.

Dana Moore, pastor de la Segunda Iglesia Bautista en Corpus Christi, estuvo en la cámara de ejecución luego de que Ramírez lo eligiera para que lo acompañara a morir. Lo acompañó, tocó y oró con Ramírez en la ejecución: ” Mira a John con tu gracia… Concédele la paz. Concédenos la paz a todos”, repitió en varias ocasiones mientras la inyección corría por las venas del reo hispano.

Un minuto después, todo movimiento cesó. Su pastor colocó su mano en el pecho de John, tal como fue su deseo.

Estas fueron las últimas palabras de John Ramírez, el reo hispano ejecutado en Texas

Poco antes de que le aplicaran la inyección letal, Ramírez dedicó sus últimas palabras a la familia del hombre que asesinó y a su propia familia.

Al recinto de ejecución asistieron como testigos cuatro de los hijos de Castro y su nuera. Un vidrio separaba a la familia Castro de Ramírez.

El reo hispano dirigió primero unas palabras a la familia de su víctima: “Tengo arrepentimiento y remordimiento… Espero que esto les sirva de consuelo. Si esto les ayuda, me alegro. Espero que de alguna forma esto les ayude a encontrar el cierre”.

Luego, Ramírez se dirigió a su familia y a su pastor, Dana Moore: “A mi esposa, mis amigos, mi hijo… Dana y amigos, los amo a todos. Solo sé que di una buena pelea y estoy listo para partir. Estoy listo, alcaide”.

Ramírez fue declarado muerto 14 minutos después, a las 16:41 pm horas (tiempo local).

La familia de Castro, a través de un comunicado, señalaron que pese a esperar tanto tiempo, finalmente la justicia llegó para ellos y que las palabras dadas por Ramírez antes de morir no significaron nada para ellos, pues sus disculpas no traerán a su padre de vuelta.

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