Halloween 2022: de dónde viene la costumbre de tallar calabazas con ojos y sonrisas siniestras

Una de las principales características que tienen las calabazas durante Halloween, sin duda, son las sonrisas con las que son talladas para darle un toque tétrico a esta emblemática noche del año.

Estas sonrisas que año con año vemos en miles de estos ejemplares alrededor de todo el país, son parte de una tradición de varios siglos proveniente de la cultura celta de Irlanda, pero bien adaptada a la estadounidense.

Lo cierto es que las imágenes talladas en las calabazas vienen a raíz de un mito irlandés en donde un personaje llamado Stingy Jack talló imágenes en nabos y papas. La tradición llegó a Estados Unidos gracias a los inmigrantes irlandés.

Foto: PEXELS

De acuerdo con un informe de ‘History’, los estadounidenses han estado tallando calabazas para Halloween durante siglos. Los irlandeses al llegar a Estados Unidos comenzaron a narrar la historia de Stingy Jack, quien supuestamente invitó al Diablo a tomar una copa con él.

Cuenta el mito que Jack no deseaba pagar su bebida, por lo que le pidió al Diablo que se convirtiera en una moneda que usaría para comprar sus tragos. El Diablo aceptó, Jack decidió quedarse con el dinero y ponerlo en su bolsillo junto a una cruz de plata, esto evitó que el Diablo volviera a cambiar a su forma.

Tras lo ocurrido, el hombre liberó al Diablo, con la promesa de que no hubiera venganza a lo largo de un año y que si Stingy moría no reclamaría su alma. Al término del lapso pactado, de nuevo, el irlandés lo engañó para que se subiera a un árbol para recoger una fruta.

Foto: PEXELS

Mientras estaba en el árbol, Jack talló una señal de la cruz en la corteza del árbol para que el demonio no pudiera bajar, fue entonces que el hombre le hizo prometer que no lo molestaría por diez años.

A pesar de que el irlandés engañó en dos ocasiones al Diablo, al poco tiempo murió, pero el demonio no podía reclamar su alma. Ante lo sucedido Dios tampoco permitiría que alguien así entrara al cielo.

Entonces decidió que Jack debía estar en la noche oscura con un carbón encendido para iluminar su camino. Entonces, el mito narra que el hombre irlandés colocó el carbón en un nabo tallado y ha estado vagando por la desde entonces.

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