Las mujeres gastan más que los hombres al volver al trabajo presencial en EE.UU.
Las trabajadoras deben renovar su atuendo, pensar que deben cubrir gastos relacionados con su empleo para mejorar su imagen, a esto lo llaman "impuesto rosa".
Un reciente informe de ‘Ellevest’, firma de tecnología experta en temas financieros para mujeres, dio a conocer que en la actualidad, la situación económica de este sector de la población vive la peor época de los últimos cinco años y tendrá un impacto directo en su regreso a los lugares de trabajo.
Sallie Krawcheck, directora de la compañía, explicó el déficit monetario se debe a una combinación de factores en los que destaca la inflación, el mercado bursátil deprimido y temores por una posible recesión. Según ‘Ellevest’, este escenario afecta a todos los géneros, pero en particular a las mujeres, debido a las desigualdades existentes, incluyendo las brechas salariales y de riqueza.
Krawcheck indicó que las mujeres les pagan menos que a los hombres en puestos similares, por lo que al consumir diversos productos en su día a día, con el fenómeno inflacionario, les dolerá pagar lo consumido bajo dicho referente, ya que el dinero obtenido por las mismas responsabilidades no es el mismo.
El estudio añadió que las mujeres siguen realizando la mayor parte del trabajo no remunerado, es decir, el trabajo doméstico, así como también el cuidado de los niños y de los ancianos. Bajo este escenario las mujeres deben reincorporarse a sus trabajos presenciales este otoño, luego del paso de la pandemia de covid.
‘Ellevest’ indicó que muchas trabajadoras deberán asumir diversos gastos, como lo es adquirir nuevas prendas de ropa, accesorios, en muchos casos, deberán erogar recursos al cuidado infantil, el costo de la tintorería, es decir deberán cubrir el llamado “impuesto rosa”.
“Todo esto nos cuesta más que lo gastan los hombres al mismo tiempo que estamos batallando con la inflación, esto nos afecta más que a ellos”, dijo Sallie Krawcheck en su análisis. La experta añadió, también que el retorno a las oficinas también implica un costo en el tiempo, ya que la mujer tarda más tiempo en estar lista.
Según ‘Psypost’ el tiempo que le lleva a una mujer prepararse puede ser de, al menos, 15 minutos al peinarse y maquillarse al día, por lo que al sumar este tiempo, representará una semana laboral completa en el transcurso de un año, algo que se pierde vista por muchos.
Además de los gastos anteriores, regresar al trabajo implica comprar comida, bebidas, pagar el transporte o la gasolina, temas que no fueron necesarios mientras se estuvo en el confinamiento y que, quizá, en el pasado no era un problema debido a que no existía una gran inflación.
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