Van tres años de Covid-19

Conmemoramos este mes de marzo los tres años de la declaratoria de la pandemia, con el inicio de la cuarentena y de las millonarias pérdidas por el Covid-19, en la ciudad de Nueva York; donde acabó con miles de fuentes de ingresos, empleos y compañías que quizás nunca se recuperen del coronavirus.

Y aunque el presidente Joe Biden ya dijo que la declaratoria de emergencia por el virus terminará en mayo, en plena primavera, luego de dejar casi 7 millones de muertes en todo el mundo, este “tsunami de la pandemia” todavía no ha terminado; y pasarán años antes de volver a lo que conocíamos como la normalidad.

Recordemos que, al finalizar la emergencia, terminan también las ayudas y auxilios económicos para los inquilinos y contribuyentes, para los desempleados y los dueños de empresas que recibieron cheques de ayuda semanales para cubrir la pérdida de ingresos.

Y el problema es mayor para los neoyorquinos, porque la Casa Blanca tampoco enviará los $4,200 millones de ayuda federal que esperaba el alcalde Eric Adams para atender a unos 50 mil inmigrantes y solicitantes de asilo recién llegados a la Gran Manzana. 

Estos nuevos neoyorquinos están aquí porque fueron enviados desde estados fronterizos, por gobernadores del partido Republicano que dicen no tener con qué atenderlos, aunque en New York las cosas tampoco son mejores, pues ya le costaron unos $500 millones a la ciudad, que también perdió una de sus mayores fuentes de ingresos como es el turismo, que casi desapareció por el virus.

Y sin esa ayuda federal sería mayor el déficit de la ciudad, ya que los expertos en presupuesto proyectan $13,900 millones de dólares de faltantes en las arcas del fisco para el año 2027.

Y este lío le caería entonces a la gobernadora de New York, Kathy Hochul, pues ahora que tramita su plan de presupuesto para el año fiscal 2023-2024, le solicitan que incluya en la iniciativa, y le pida a la Asamblea, en Albany, que su despacho asuma el 50 por ciento de estos gastos y no el 29% o unos millones de dólares que inicialmente ella tenía previsto invertir en esa ayuda humanitaria.

Y el alcalde Adams está en problemas, porque ya enfrentó la crítica, a principios del año, tras visitar la frontera en El Paso, Texas, cuando advirtió que “No hay más espacio… para proporcionar refugios”. 

En síntesis, si hacemos cuentas de las pérdidas por Covid-19 y el incremento de gastos en los inmigrantes necesitaríamos una buena inyección de capital para intentar regresar a la normalidad.

La autora, Sofía Villa escribe esta columna a título personal y sus opiniones no representan a Televisa-Univision donde trabaja como Writer /Producer.