FBI ofrece recompensa de $20,000 dólares para hallar a madre latina secuestrada en México
El Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) ofreció una recompensa de $20,000 dólares por información acerca de una madre latina del sur de California que se cree fue secuestrada en México en febrero pasado
El Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) ofreció una recompensa de $20,000 dólares por información acerca de una madre latina del sur de California que se cree fue secuestrada en México en febrero pasado.
María del Carmen López, de 63 años, fue secuestrada de una vivienda en Pueblo Nuevo, en el estado mexicano de Colima, el pasado 9 de febrero, dijo el FBI en un comunicado de prensa.
López, que nació en México y es naturalizada estadounidense, reside por temporadas en Los Ángeles y en el condado de Riverside, donde tiene familia, y en Colima (México).
El FBI no ofreció mayor información sobre las causas de la desaparición de la madre latina. Dos de los hijos de López hablaron con medios locales de Los Ángeles pidiendo ayuda.
López mide 158 centímetros (5 pies y 2 pulgadas) de estatura, pesa alrededor de 73 kilogramos (160 libras), tiene cabello rubio y ojos marrones, y tiene un tatuaje permanente con delineador.
Se solicita a cualquier persona que tenga información sobre la ubicación de López que se comunique con el FBI o con la embajada o el consulado estadounidense más cercano.
López no es la única mujer estadounidense desaparecida en las últimas semanas en México.
Las hermanas Maritza Trinidad Pérez Ríos, de 47 años, y Marina Pérez Ríos, de 48, y su amiga, Dora Alicia Cervantes Sáenz, de 53, desaparecieron en México en febrero tras cruzar la frontera para vender ropa.
Según los datos recabados por el FBI, las hispanas, que residen de la localidad fronteriza de Peñitas, a las afueras de McAllen, viajaron en vehículo a México el 24 de febrero para vender en un mercadillo de Montemorelos, en el estado mexicano de Nuevo León.
Los casos cobraron notoriedad después de que cuatro estadounidenses fueran secuestrados a principios de marzo en el norte de México.
Dos fueron hallados muertos y los otros dos con vida tras la enorme presión que ejerció Washington para que el Gobierno mexicano resolviera el caso.