Para el año 2030 todos los edificios escolares de la Gran Manzana podrían funcionar con energía solar
El Concejo apura al mandatario municipal a utilizar fondos federales disponibles para crear desde ya anualmente 150 planteles libres de carbono
¿Cómo es una escuela saludable y libre de carbono? Se trata de un modelo de planteles modernos con eficiencia energética basados en la instalación de fuentes renovables, como la energía solar.
Ahora bien, aunque parezca una idea lejana, la verdad es que ya existen los recursos financieros y planes concretos para convertir a todas las escuelas públicas de la Ciudad de Nueva York en “saludables”. La meta planteada si se invierten fondos ya disponibles, es que para el año 2030, el 100% de los edificios escolares podrían ya haber dado este salto.
Por ello, treinta miembros del Concejo de la Ciudad de Nueva York expresaron su apoyo al alcalde Eric Adams, para no poner más pausas a la Iniciativa de Escuelas Saludables y Libres de Carbono, una campaña dirigida por sindicatos que aboga por la descarbonización de las escuelas públicas de la Gran Manzana, que constituyen el distrito escolar más grande del país.
Este mismo año, bajo las consideraciones incluidas en el presupuesto ejecutivo del año fiscal 2024 y en el programa de cinco años del plan capital de la Autoridad de Construcción Escolar, el mandatario tendría “carta blanca” para contar con la aprobación de todas las leyes municipales necesarias para avanzar en este plan ecológico.
Este martes, un grupo de concejales, encabezados por la presidenta del Comité de Servicio Civil y Trabajo, Carmen de la Rosa, exhortaron a la administración municipal a aprovechar los fondos disponibles de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) para acelerar la instalación de paneles solares en las escuelas.
También Climate Jobs NY, una coalición de sindicatos que luchan por el avance de inversiones pro-climáticas y pro-laborales, estima que hacer que todos los edificios de las escuelas públicas de la ciudad de Nueva York estén libres de carbono crearía 45,000 buenos empleos sindicales en varios oficios.
Además, se ahorraría a las escuelas de la Ciudad, $8,500 millones en costos de energía, durante 30 años y ayudaría a cumplir con los objetivos de reducción de emisiones.
“Creo que podemos liderar a la nación en la creación de escuelas saludables para nuestros niños y empleos sindicales fuertes para nuestros trabajadores, al invertir en el futuro de nuestras comunidades“, argumenta De La Rosa.
Sin tiempo que perder
Pero no hay tiempo que perder. Con la aprobación de la IRA, la ciudad de Nueva York tiene una oportunidad histórica de obtener fondos federales significativos para ayudar a pagar esta inversión en edificios de escuelas públicas, haciendo las instalaciones en 150 centros escolares por año.
Sin embargo, esta financiación debe gastarse durante los próximos diez años. Los fondos de la Ley de Reducción de la Inflación podrían ayudar a financiar hasta el 40% de los costos de instalación solar y el 20% de las modernizaciones de edificios. Estos son fondos federales que, si no se aprovechan rápidamente, resultarán en un potencial de desarrollo económico, que quedan sobre la mesa.
“Como concejales, escuchamos todos los días sobre los efectos del envejecimiento de la infraestructura de nuestras escuelas. Bombean emisiones de carbono al aire y gastan millones en facturas de servicios públicos. No es solo una crisis para nuestro sistema educativo, es un problema de salud también para nuestros vecindarios”, destacó la misiva enviada al mandatario.