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Comisionado Louis Molina: “No es cierto que en la cárcel de Rikers la gente esté en riesgo de daño inminente”

Tras 18 meses en el cargo, y enfrentando quejas por las elevadas cifras de incidentes, falta de transparencia y presunto trato violento y negligente del personal a reclusos, el Comisionado de Correccionales de la Ciudad (DOC) recorrió el penal con El Diario NY, defendió su labor y aseguró que la crisis en la cárcel está estabilizada mostrando cifras como medidor

Louis Molina, Comisionado del Departamento de Correccionales de la Ciudad de Nueva York (DOC)

Louis Molina, Comisionado del Departamento de Correccionales de la Ciudad de Nueva York (DOC) Crédito: Edwin Martínez | Impremedia

Han pasado 18 meses desde que Louis Molina se estrenó como Comisionado del Departamento de Correccionales de la Ciudad de Nueva York (DOC), y aunque el expolicía, exdetective y experto en Derechos Humanos, defiende “a capa y espada” la labor que ha hecho para tratar de resolver los problemas que por décadas han marcado a la cárcel de Rikers Island, apodada como “la isla del terror”, donde han muerto 22 reclusos desde enero del año pasado y ha habido más de 7,000 incidentes, afuera del penal, su gestión es vista con otros ojos.

Al rosario de quejas sobre uso excesivo de la fuerza por parte de miembros del personal penitenciario, falta de transparencia sobre lo que pasa al interior del penal y sobre las muertes que han ocurrido en la cárcel, ausencia de programas efectivos de rehabilitación y falta de tratamiento médico a internos con enfermedades mentales, se suma el reciente reporte del Monitor federal de Rikers Island, Steve Martin, quien reprochó al funcionario por el presunto trato violento y negligente que sufren presos por parte del personal, aumentando el estado de alarma.

El llamado de defensores, que ya está rodando en la corte, es que autoridades federales tomen el control de Rikers Island y nombren a un Administrador judicial independiente, mientras se cierra de manera permanente, ante lo que califican como “una labor fracasada” por parte de la actual Administración. El jefe del complejo carcelario, donde han sido recluidos en total casi 26,000 internos desde el año pasado, no solo no comparte las denuncias, sino que no considera que quitarle el control a la Ciudad sea la solución “mágica”, que muchos creen se necesita para mejorar las condiciones en Rikers.

Y aunque el número de internos sigue aumentando en Rikers, contrario al plan de clausura, que pretendía reducir cada vez más la población del penal para ponerle candado final al complejo penitenciario en 2027, Molina, de origen puertorriqueño, y el primer hispano a cargo del sistema carcelario de la Gran Manzana, insiste en que decir que allí hay riesgo de daño inminente, se aleja de la verdad.

Por el contrario, y mostrando cifras, el funcionario de la Administración Adams asegura que tras haber recibido un caos, donde había reclusos durmiendo incluso en duchas, denuncias contra la guardia sin ser investigadas, y niveles elevados de ausencias de los oficiales carcelarios, en 1 año y medio ha logrado estabilizar la crisis. La población de reclusos actual allí es de 6,055 internos, 16.2% más desde que la Administración Adams asumió las riendas de la Ciudad: 58% son negros y 31% latinos, la vasta mayoría.

El Comisionado del Departamento de Correccionales permitió que El Diario NY recorriera las instalaciones Robert Davoren Center, una de las 10 unidades carcelarias de Rikers Island, donde enseñó salas de juegos para los internos, programas de horticultura y hasta cursos de manejo con simuladores. Y en los pabellones de la cárcel, capoteó los duros cuestionamientos que ha recibido sobre su gestión, y afirmó que la considerable reducción en muertes de reclusos, el decomiso de más armas y droga de contrabando, la disminución de acciones de fuerza excesiva contra internos, el aumento de acciones disciplinarias, investigaciones sobre quejas y la separación de 300 trabajadores y guardias de sus cargos, dejan ver que está haciendo su tarea, junto al personal carcelario, y que las cosas van por buen camino.

Sin embargo, Molina advirtió con crudeza que si no se promueven cambios a nivel estatal, principalmente la desvinculación de personas con condiciones mentales al sistema penal, que actualmente representan el 50% de la población total de Rikers, cuando deberían estar recibiendo “atención hospitalaria”, al igual que mayor rapidez en los tribunales, el número de internos en la isla carcelaria seguirá subiendo, hasta llegar pronto a 7,000.

El Comisionado también negó que actualmente en Rikers se cometan abusos, a pesar de que defensores de internos, exreclusos y familiares de presos insisten, en reclamos y manifestaciones, que la realidad del penal es otra, más allá de la imagen que el funcionario pretende presentar. Y aunque Molina no dio su opinión sobre si esa cárcel debe cerrarse o no, sí defendió la necesidad de que haya penales para ayudar a “cambiar la trayectoria en las vidas” de quienes cometen delitos, propósito que para críticos del sistema carcelario, en los pabellones y celdas de la isla enrejada, está lejos de lograrse.

Rikers Island por dentro.
Crédito: Edwin Martínez | Impremedia

Pregunta: Comisionado Molina, el Monitor federal que observa Rikers Island presentó reportes preocupantes sobre el trato que el personal da a los reclusos, algo que coincide con denuncias de defensores. ¿Por qué usted asegura que esa no es la realidad actual de la cárcel?

“Yo sé que el Monitor ha sido un experto en el tema carcelario por más 50 años, pero tiene la perspectiva equivocada de que nuestros incidentes en Rikers crean un nivel de daño inminente, algo que no comparto. No estoy de acuerdo con esa posición del Monitor de que hay un daño sistémico pasándole a las personas que están bajo nuestra custodia. No es cierto decir que en Rikers la gente esté en riesgo de daño inminente. Creo que ha habido mejoras muy, muy significativas, que hay que reconocer. Además creo que hay factores regulatorios que tendría que revisar. Por ejemplo, en Nueva York, incluso las personas que están en máxima seguridad, cientos que han sido acusados de homicidio, 30% afiliados a pandillas, quienes responden con violencia a conflictos, están fuera de las celdas por 14 horas, igual que todos, debido a las regulaciones del Estado que así lo exigen. No necesariamente podemos ponerlos en albergue restrictivo por peleas físicas. Tenemos muchos incidentes, sí, pero hay que revisar el marco regulatorio. El reporte del Monitor incluso reconoce que las métricas en la mayoría de las categorías muestran reducciones positivas, pero señala que a pesar de esas reducciones, todavía tenemos un elevado número de incidentes, pero los compara con el 2016. (Reducir los incidentes violentos) es algo que no va a pasar de la noche a la mañana”.

P: Comisionado se dijo que usted intentó evitar que las quejas del Monitor salieran a la luz, incluso pidiéndole directamente que no las hiciera públicas… ¿Cómo entender eso?
“Eso no es cierto, para nada. Es absolutamente falso. Yo le envié una carta, que pensé que era totalmente clara, y tal vez necesito hacer mejor las cosas cuando escribo, pero yo en la carta decía que no estaba de acuerdo con la evaluación del Monitor de que hubiese un problema sistémico de causar daño a los individuos en Rikers. Hay grupos que solo creen que ninguna cárcel debería existir y quieren que Rikers Island sea cerrada. Yo no voy a opinar sobre si debe permanecer abierta o cerrada, pero creo que necesitamos mantener un sistema carcelario, no solo en la ciudad, sino en todos lados, porque es parte de una estrategia de seguridad. Las correccionales juegan un rol vital en tener buenas oportunidades para tratar de cambiar la trayectoria de las personas (que cometen delitos) hacia su rehabilitación. Tener un sistema carcelario humano es vital, y mi preocupación era que el punto del Monitor no toma apreciación de todo el trabajo duro que hemos hecho en 18 meses”.

¿Cómo evalúa usted entonces el trabajo que ha hecho en Rikers desde que asumió el cargo?

“Ante todo, creo que no solamente Rikers Island, sino todo el sistema carcelario de la Ciudad se ha estabilizado significativamente desde que comenzamos a trabajar en enero del 2022. Primero quiero mencionar que teníamos niveles elevados de ausencias del personal, por diferentes factores, y hoy hemos reducido eso en más de 70%. Veíamos cientos y cientos de personas llamando enfermas, ese número ayer fue de solo 70, algo que en una fuerza de casi 7,000 uniformados, es destacable. Cuando hablamos de violencia, específicamente sobre apuñalamientos y cortaduras, hubo desde el 2021 a enero del 2022 un aumento y este año fiscal, de julio de 2022 a casi junio 30, vemos un 20% de reducciones. Y si mencionamos solo el año calendario actual, han disminuido en 34%. Tener esas disminuciones de dos dígitos en actos violentos es muy significativo”.

Louis Molina, Comisionado del Departamento de Correccionales de la Ciudad de Nueva York (DOC).
Crédito: Edwin Martínez | Impremedia

P: En 2021 salieron a la luz informes de reclusos durmiendo en duchas y otros haciéndose daño sin apoyo de la guardia ¿Esas condiciones inhumanas siguen en Rikers?

“Eso ha cambiado. Todas las personas que vienen ahora a Rikers, oficiales electos o la propia prensa, pueden notar que las cosas realmente son diferentes. Ahora todo está limpio. No se escuchan gritos y gritos, hay personas haciendo más actividades. El sistema carcelario ha mejorado notablemente desde donde estábamos, y aunque reconozco que todavía falta mucho camino por recorrer, hemos avanzado mucho en 18 meses. El propio Defensor del Pueblo dijo en sus propias palabras que cuando vino acá en el 2021, esto era locura. Yo lo describo como que había un colapso total del sistema carcelario, y él reconoció que ha habido mejoras. Todavía tenemos un largo camino, pero muchísimo trabajo hemos hecho ya. Cuando hablamos de acceso a la justicia, tenemos buena relación con proveedores de servicios de ayuda legal que ayudan a sus clientes y pasamos de llevar a las cortes de un 60%, ahora a un 90% y 95% de personas. Casi hemos sido consistentes entre 95% y 98% con casos que son adjudicados y pueden ir ante el juez. También las visitas al médico han mejorado. En un año fiscal llevamos a las personas bajo nuestra custodia a 500,000 citas médicas. Ahora tenemos a más personas en custodia envueltas en programas y estamos haciendo que Rikers sea más segura, no solo para la gente que trabaja aquí sino para la gente que está bajo nuestra custodia”.

¿Si hay más seguridad ahora, como usted dice, por qué los incidentes siguen sin disminuir?
“Una vez más, reconozco que los incidentes siguen siendo altos, comparados con el 2016, pero la realidad es que el mundo de hoy es muy diferente al que vivíamos en el 2016. No solo habia malos manejos en el Departamento de Correccionales, sino que se había desmantelado el sistema penal que ha afectado a la Ciudad, y tuvimos una pandemia global, lo que exacerbó la situación. Y algo que hay que notar y que está documentado en los reportes del Monitor federal, es que en 2022, cuando comenzamos a trabajar, fue la primera vez, no solo que el sistema penal comenzó a estabilizarse y las operaciones de seguridad pública se normalizaron más, después del COVID, sino que a pesar de que estamos viendo un aumento en la población carcelaria, el uso de la fuerza disminuyó en 14%. En el 2021 hubo más de 8,000 incidentes de uso de fuerza, y en 2022 hubo 7,000”.

¿Pero 7,000 incidentes no son demasiado en una cárcel con 6,000 reclusos?
“Reconozco que son números todavía altos, pero el hecho de que estamos viendo una disminución, muestra que estamos con tendencia hacia una dirección positiva”.

Más del 50% de presos en Rikers Island tienen enfermedades o condiciones mentales.
Crédito: Edwin Martinez | Impremedia

En una entrevista anterior usted nos dijo que la transparencia era uno de sus sellos. Pero con el tema de la muertes de reclusos, en los últimos meses, esa información no se está haciendo pública. ¿Por qué no hay transparencia en ese sentido?
“Eso no es cierto. Nosotros hemos sido muy transparentes, pero cuando alguien que está bajo nuestra custodia, infortunadamente muere, notificamos a un número de órganos de supervisión. Notificamos a la Fiscalía General de Nueva York, a la Oficina Forense, al Departamento de investigación, al Monitor federal, al abogado de la persona que fallece y a los miembros de la familia”

Pero usted instruyó hace unos meses que no se comparta más esa información con el público y la prensa…
“Cuando estuve en el Departamento de Correcionales en el 2016, no enviábamos boletines de prensa ni comentarios cuando una persona en custodia moría. Yo trabajé en otras dos jurisdiciones, en Nueva York y en Nevada, y tampoco allí se hacía, porque cuando alguien pierde a un ser amado, nosotros queremos que sea la familia la que determine si quiere que esa información sea públicamente conocida. Se trata de respeto y privacidad para la persona que murió y para su familia. Si alguien llama a preguntarnos por la muerte de alguien, con su nombre, podemos confirmarlo. Pero tampoco emitimos informes de prensa sin nombres, porque no queremos que los familiares que tienen a personas encarceladas, se estresen más, imaginándose que esa persona que murió, tal vez es su ser querido. Creo que es un balance correcto. Yo mismo he tenido familiares encarcelados, y se siente como si fuera ayer cuando un familiar me llamó y me contó que mi pariente se suicidó en la cárcel. Yo sé por lo que pasan las familias cuando alguien ha sido encarcelado, y eso cambió la trayectoria de mi familia. Creo que si lo hubiéramos sabido de manera pública, hubiera sido más impactante y angustiante”.

¿Cuántas muertes han ocurrido en Rikers en lo que va del 2023?
“Dos personas han muerto este año bajo nuestra custodia, una por causas naturales y la otra, todo indica que fue un suicidio. Y otra persona más murió recientemente, pero no estaba bajo nuestra custodia. Y en el 2022, 17 personas murieron bajo nuestra custodia y dos más, que fueron liberadas y luego fallecieron, para un total de 19. Seis o siete, probablemente murieron por suicidio y seis o siete, por sobredosis, y las otras por causas naturales”.

Louis Molina, Comisionado del Departamento de Correccionales de la Ciudad de Nueva York (DOC)
Crédito: Edwin Martínez | Impremedia

¿Y Cómo explica que durante el tiempo que usted lleva en el cargo, más de 20 reclusos hayan muerto, mayormente por sobredosis y suicidio, en un lugar en el que no debería poder ingresar droga y donde se supone que el personal vigile y garantice que los internos van a estar bien?
“Una sola muerte ya es demasiado. Pero en eso también hemos visto reducciones este año. Hemos hecho mucha labor de mitigación en contra de droga de contrabando, y contrabando de armas que pretenden traer a nuestro sistema carcelario. Hemos removido más de 5,000 armas de contrabando y casi 2,000 narcóticos y parafernalia. Tenemos nuevos escáners, usamos caninos expertos, a los que entrenamos para identificar además fentanilo, y podemos ver que las cosas están funcionando. Este año nadie ha muerto por sobredosis”.

¿Qué puede decirnos sobre las quejas sobre confinamiento solitario en Rikers?
“No practicamos confinamiento solitario aquí, para nada, en lo absoluto. No lo hacemos. En primer lugar, legalmente no puede hacerse eso y en segundo, es inhumano. Lo que tenemos aquí es algo que se llama albergue restrictivo”.

¿Acaso, no es lo mismo que confinamiento solitario?
“No, para nada. Cuando una persona aquí comete un acto violento, apuñalamiento, o cortaduras, la ponemos en supervisión potenciada. No están 23 horas de 24 diarias en la celda, lo que, como señala Naciones Unidas, es un acto inhumano. Cuando ubicamos a alguien bajo albergue restrictivo, esa persona está 7 horas fuera de las celdas, comparado con la población carcelaria en general, que está 14 horas fuera. Pueden bañarse, estar en un programa, hablar con otros y luego regresan”.

¿Comisionado, con total convicción, usted garantiza que en Rikers ya no se cometen abusos contra los internos?
“El personal aquí está haciendo un trabajo notable. El personal no está abusando a nadie. En cualquier organización va a haber miembros que hagan cosas, que, o no hagan el trabajo de acuerdo a las expectativas o que no están aptos para un trabajo particular, y por eso tenemos un proceso estricto para manejar esos asuntos. A veces tenemos soluciones disciplinarias para eso, a veces soluciones de entrenamiento. Siempre evaluamos todos los incidentes de manera separada para mirar cuál es la determinación más apropiada para manejar las cosas. Yo he demostrado, y mi trabajo habla por sí mismo, que soy alguien que hace que las personas asuman lo que hacen y sean responsabilizados por sus actos. En el 2019, más de 2,000 casos de investigaciones internas expiraron por las falla de la División de investigaciones de investigar esos casos. Cuando se tienen 2,000 alegaciones de conductas erróneas, o de algún nivel de malas prácticas, que no son manejadas, no solo se normalizan las malas prácticas sino que causa que el personal sigan haciendo algo que está mal. Por eso, cuando llegué en el 2022, había 370 casos disciplinarios desde el 2017 que no habían sido adjudicados. Y lo que hicimos, fue adjudicarlos. Ahora, movimos más de 3,000 casos disciplinarios en 18 meses, e infortunadamente hemos tenido que separar a 300 miembros”.

Internos de Rikers Island en una sala de recreación.
Crédito: Edwin Martínez | Impremedia

¿Ninguno de ellos por abuso?
“En algunos casos encontramos desempeño pobre y tuvimos que tomar decisiones. En algunos casos uso excesivo de la fuerza o algo más, lo que es inaceptable, pero no abuso. Abuso es una palabra muy fuerte. Pero aquí revisamos minuciosamente los incidentes de posible uso excesivo de la fuerza. No solo miramos los videos, sino que entrevistamos a personas y nos aseguramos bien. Quiero ser claro en que en el sistema carcelario de la Ciudad no toleramos el abuso, ni el exceso de fuerza de ningún tipo es tolerado. Aquí saben cuál es mi posición. Esas son prácticas que no podemos permitir ni aceptar”.

Desde que usted asumió la dirección de Correccionales, se ha visto un aumento en la población carcelaria en Rikers, ¿no va eso en contravía de los planes originales para cerrar la cárcel en 2027?

“Ese aumento en gran parte se atribuye a la normazalización de estrategias de seguridad pública para mantener seguras a nuestras comunidades, con arrestos, y las cortes decidiendo encarcelamientos y adjudicación de justicia, algo que ha sido muy, muy lento. No es algo que nosotros controlemos. En el 2022, cuando llegué, había unas 5,200 personas bajo nuestra custodia diarias, hoy hay 6,050, y si la Administracion de justicia no cambia cosas en las que nosotros no tenemos control, ni como Departamento ni como Ciudad, porque es un asunto del Estado, si no cambia el flujo de llegadas y salidas, la población carcelaria va a seguir aumentando. Predecimos que en el verano del próximo año, podrá ser de unas 7,000 personas”.

Críticos aseguran que ese aumento en buena parte tiene que ver con el enfoque del Alcalde Adams de encarcelar a más personas bajo la excusa de la seguridad…

“No comparto esa idea, porque el Alcalde ha sido muy claro en que pudiéramos desviar a muchos individuos que terminan envueltos en el sistema penal para que no terminen en la cárcel, si el Estado aumentara su capacidad para tratar a aquellos que sufren de enfermedades mentales y abuso de sustancias. Esas son decisiones verdaderas que el Estado debería hacer para que no veamos a personas que sufren condiciones mentales en el sistema penal, cuando lo que necesitan es una solución de salud pública. Dicho eso, hay otros individuos que cometen crímenes violentos, y necesitamos mantener a nuestras comunidades seguras, eso es importante para el Alcalde, que las calles estén seguras… y los crímenes han bajado. Nueva York tiene además muchos programas alternativos de encarcelamiento para crímenes no violentos. El problema del aumento de la población carcelaria es que la Administracion de justicia no es muy rápida en el sistema de cortes, y urge que se tenga la capacidad de lidiar con quienes tienen condiciones mentales (50% del total de reclusos en Rikers) para tenerlos en otros lugares diferentes al sistema penal”.

La población carcelaria en Rikers Island aumentó.
Crédito: Edwin Martínez | Impremedia

P: Comisionado Molina, ¿con los reportes del Monitor sobre Rikers, no siente que sus días al mando pudieran estar contados y que pronto nombrarán a un administrador judicial para asumir el penal?

“No pienso en eso. Yo me enfoco en el trabajo, el trabajo que hacemos es lo importante. La gente que trabaja aquí y la gente que está bajo nuestra custodia merece mejores cosas y puedo decir que hemos probado en los últimos 18 meses que nuestro personal tiene la capacidad de desempeñarse en un nivel muy alto, evolucionar y también pueden ser exitosos. Seguiremos con el caso en la corte y con el Monitor. Cada quien tiene un punto de vista. Entiendo que este es un problema muy complejo, si fuera fácil no estaríamos aquí todavía tratando de resolverlo, pero ninguna Administración ha tenido más acciones orientadas que la del alcalde Eric Adams. Las cosas toman tiempo y no creo que un administrador federal pueda hacer las cosas tan rápido como nostros hemos hecho, y creo que ya lo hemos demostrado. Además, creo que esa es una propuesta con un costo muy alto que no va a traer una solución mágica para resolver las cosas rápidamente como muchos creen. No sería una decisión sabia”.

Rikers Island en cifras y datos

  • 6,055 es la población carcelaria actual diaria en Rikers Island
  • 5,209 era la población del penal cuando asumió el cargo la Administración Adams
  • 16.2% ha aumentado el número de presos en Rikers, que desde 2016 había presentado reducciones
  • 25,541 internos han pasado por Rikers desde enero del año pasado hasta ahora
  • 16,440 de ellos estuvieron encarcelados en Rikers en 2022
  • 9,101 han sido enviados a ese penal en lo que va del 2023
  • 27% de los reclusos en Rikers son reincidentes
  • 7,000 podría elevarse la población carcelaria en el verano del próximo año
  • 94% de los internos son hombres
  • 6% de la población carcelaria en Rikers son mujeres
  • 43 reclusas son mujeres transgénero
  • 3 son hombres transgénero
  • 31% de los reclusos actualmente son hispanos
  • 58% son negros
  • 6% son blancos
  • 2% son asiáticos
  • 3% son de otros grupos raciales
  • 9% de los reclusos tienen entre 18 y 21 años
  • 26% tienen entre 22 y 29 años
  • 32% tienen entre 30 y 39 años
  • 18% tienen entre 40 y 49 años
  • 15% tienen más de 50 años
  • 22 reclusos han muerto en el penal durante su período en el cargo
  • 19 reclusos de Rikers murieron en el 2022
  • 12 murieron por sobredosis o suicidio
  • 3 internos han muerto este año, ninguno por sobredosis
  • 1 murió este 2023 por aparente suicidio
  • En junio, el Monitor federal de Rikers Island, Steve Martin, denunció presunto trato violento y negligente por parte del personal a presos
  • Agosto habrá una audiencia para revisar si se entrega el manejo del penal a un Administrador judicial neutral
  • 3,000 casos disciplinarios contra el personal han sido investigados en 18 meses
  • 300 miembros del personal han sido retirados de sus cargos
  • 70% se han reducido las ausencias del personal de Rikers Island desde el año pasado
  • 7,000 uniformados integran la fuerza laboral del penal
  • 154 apuñalamientos se han registrado este 2023
  • 34% han disminuido los apuñalamientos y cortaduras en la cárcel este 2023
Un recluso en Rikers Island tomando su examen de conducción para obtener la licencia de manejo.
Crédito: Edwin Martínez | Impremedia
  • 90% y 95% de reclusos están asistiendo a sus citas en las cortes
  • 500,000 citas médicas han tenido los reclusos en el último año
  • 7,000 incidentes con uso de fuerza se reportaron en el último año fiscal
  • 14% disminuyeron comparados con el año anterior
  • 5,000 armas de contrabando han sido decomisadas
  • 2,000 narcóticos y parafernalia han sido confiscados
  • 50% de la población total de Rikers tiene algún tipo de condición mental diagnosticada
  • 3,000 internos padecen condiciones mentales
  • 18% padece enfermedades mentales graves
  • 30% de los reclusos de Rikers están afiliados a pandillas, según autoridades carcelarias
  • 17 horas encerrados y 7 fuera de las celdas están quienes cometen actos violentos en Rikers y son puestos bajo albergue restrictivo
  • 10 horas encerrados y 14 fuera de sus celdas está el resto de la población carcelaria, sin importar la gravedad de sus crímenes
  • 18 meses tiene el Comisionado Louis Molina manejando la crisis de Rikers Island
  • Es el primer latino en manejar las cárceles de la Ciudad, que incluye a Rikers
  • 2027 es el año pautado para cerrar Rikers Island
Louis Molina, Comisionado del Departamento de Correccionales de la Ciudad de Nueva York (DOC).
Crédito: Edwin Martínez | Impremedia


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